El nardo de María - Reflexiones en Lunes Santo 2021

Hoy el relato del Lunes Santo nos regala el aroma del nardo. El aceite de nardo tiene interesantes propiedades medicinales y terapéuticas: "caso de trastornos nerviosos, trastornos del sueño, arritmias cardíacas, y también para la psoriasis. En aplicación sobre los diferentes plexos, calma a la vez que estimula la mente. Excelente para la meditación, favorece el sueño" (https://www.laboratoirealtho.fr/es/nardo-bio...)
Quisiera proponer una reflexión a partir de estas propiedades del nardo. La escena ocurre en Betania, la casa de la amistad, de la acogida, de la contención emocional, del buen aroma del nardo. La gratuidad de los que viven en la casa de Betania se expresa en gestos, movimientos, aromas, sabores. Todo eso es la vida, una bella sinfonía de colores.
Los aromas, perfumes y los aceites han sido siempre utilizados con fines religiosos y medicinales. Curamos y cuidamos desde los aromas. Si el nardo alivia la tensión, elemento que puedo pensar conocía María de Betania, ella supo colocarlo en el cuerpo de Jesús, de un Jesús profundamente tensionado por los días en Jerusalén. Él sabía (presentía) que la situación no era la mejor. Quizás María supo intuir que el Maestro estaba en esa tensión. Pienso que el cuerpo de Jesús, expuesto a esa tensión, quizás con algún mal sueño por la noche, que sufre quizás una arritmia cardiaca, agradeció ese buen aroma del nardo y el alivio del aceite perfumado.
En momentos de tensión buscamos siempre la contención emocional de los que están con nosotros. Todos estamos llamados a ser un Betania para los demás, a ser casa de acogida perfumada. En medio de la Pascua cotidiana el buen perfume nos invita a practicar el cuidado con los demás.
Fotografía: Aceite de Nardo que pude comprar en Belén (Palestina) en 2020.

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1Maruja Alvarado M
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