La oración de Jesús
Que Jesús oró es un hecho. Lo hacía en el monte a solas y lo hacía con sus discípulos. Lo hizo antes de su pasión y mientras estaba en la cruz. Pero su oración tiene el carácter de ser filial, es decir, denota su total comunión con el Padre, a quien llama Abbá.
Los datos de la Escritura
En relación a los lugares Jesús oraba tanto en espacios solitarios (Lc 3,21), en el desierto, en el monte, en el Templo y en las sinagogas. Todo momento es propicio para orar. En cuanto al tiempo rezaba sobre todo de noche o de madrugada (Mc 1,35). La frecuencia de su oración está señalada en Mc 1,35 y al verlo otros quieren seguir su ejemplo (El Padre Nuestro Lucas 11). En relación a los modos, Jesús recitaba las oraciones judías, los salmos y su propia oración del Padre Nuestro que invita a que los discípulos la oren. El por qué de su oración es que pide por los suyos y por Pedro (Lc 22, Jn 17), da gracias (Lc Mt 11), por sus perseguidores en la cruz (Lc 23), y enseña a otros a orar (Lc 11).
Su ser Hijo como fundamento de su oración
E. Schillebeeckx habla de un misterio de adoración salvífica en un doble movimiento: a) de Dios a la humanidad en la salvación y de la humanidad a Dios en adoración. La oración de Jesús es profundamente filial, de comunión con el Padre. Toda la vida religiosa de Jesús, su obediencia y su ofrecimiento hasta la muerte están dirigidas al Padre. Jesús oró al Padre y está orientado hacia Él. La relación de Jesús con el Padre es de total dependencia. A Él le confía sus acciones y su misión. Su oración es la expresión de su ser filial.
En relación a la fe de Jesús, el sentido de la fe no debe comprenderse como adhesión a las verdades reveladas. El sentido de la fe de Jesús está en sintonía con la fe bíblica, es decir, en la entrega y confianza personal en Dios. La autoentrega de Jesús, sin embargo está dirigida al Padre. Forma parte de su vida religiosa, de su vida de oración. Él le confía al Padre su vida y su misión.
¿Cuál es la descripción perfecta de lo que significa la vida de fe de Jesús? Es una búsqueda constante de la voluntad del Padre y de la conformidad de la vida de Jesús con esa voluntad. Es una confianza inagotable en él y una entrega en total obediencia (sentido de la filiación divina como lo más profundo de la unión hipostática). La fe de Jesús no anula la fe en Jesús, antes bien, le da su fundamento. Él es el modelo perfecto del orante. Para comprender la oración hemos de buscarla en la única medida de la oración y de la fe, que es Jesús mismo.
Textos bíblicos de la oración de Jesús:
“Vosotros, pues, oren así” (Mt 6,9). Jesús invita a los suyos a orar.
“Yo te bendigo Padre” (Mt 11,25) Jesús alaba al Padre.
“Después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar” (Mt 14,22)
“Y cantados los himnos salieron al monte de los Olivos” (Mt 26,30) Jesús reza las oraciones de Israel.
“Tomó Jesús el pan y lo bendijo” (Mt 26,26)
Oraciones en el Huerto Mt 26,39; Mc Mc 14,36; Lc 22,40-46
Oración de Jesús en la Cruz
Los datos de la Escritura
En relación a los lugares Jesús oraba tanto en espacios solitarios (Lc 3,21), en el desierto, en el monte, en el Templo y en las sinagogas. Todo momento es propicio para orar. En cuanto al tiempo rezaba sobre todo de noche o de madrugada (Mc 1,35). La frecuencia de su oración está señalada en Mc 1,35 y al verlo otros quieren seguir su ejemplo (El Padre Nuestro Lucas 11). En relación a los modos, Jesús recitaba las oraciones judías, los salmos y su propia oración del Padre Nuestro que invita a que los discípulos la oren. El por qué de su oración es que pide por los suyos y por Pedro (Lc 22, Jn 17), da gracias (Lc Mt 11), por sus perseguidores en la cruz (Lc 23), y enseña a otros a orar (Lc 11).
Su ser Hijo como fundamento de su oración
E. Schillebeeckx habla de un misterio de adoración salvífica en un doble movimiento: a) de Dios a la humanidad en la salvación y de la humanidad a Dios en adoración. La oración de Jesús es profundamente filial, de comunión con el Padre. Toda la vida religiosa de Jesús, su obediencia y su ofrecimiento hasta la muerte están dirigidas al Padre. Jesús oró al Padre y está orientado hacia Él. La relación de Jesús con el Padre es de total dependencia. A Él le confía sus acciones y su misión. Su oración es la expresión de su ser filial.
En relación a la fe de Jesús, el sentido de la fe no debe comprenderse como adhesión a las verdades reveladas. El sentido de la fe de Jesús está en sintonía con la fe bíblica, es decir, en la entrega y confianza personal en Dios. La autoentrega de Jesús, sin embargo está dirigida al Padre. Forma parte de su vida religiosa, de su vida de oración. Él le confía al Padre su vida y su misión.
¿Cuál es la descripción perfecta de lo que significa la vida de fe de Jesús? Es una búsqueda constante de la voluntad del Padre y de la conformidad de la vida de Jesús con esa voluntad. Es una confianza inagotable en él y una entrega en total obediencia (sentido de la filiación divina como lo más profundo de la unión hipostática). La fe de Jesús no anula la fe en Jesús, antes bien, le da su fundamento. Él es el modelo perfecto del orante. Para comprender la oración hemos de buscarla en la única medida de la oración y de la fe, que es Jesús mismo.
Textos bíblicos de la oración de Jesús:
“Vosotros, pues, oren así” (Mt 6,9). Jesús invita a los suyos a orar.
“Yo te bendigo Padre” (Mt 11,25) Jesús alaba al Padre.
“Después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar” (Mt 14,22)
“Y cantados los himnos salieron al monte de los Olivos” (Mt 26,30) Jesús reza las oraciones de Israel.
“Tomó Jesús el pan y lo bendijo” (Mt 26,26)
Oraciones en el Huerto Mt 26,39; Mc Mc 14,36; Lc 22,40-46
Oración de Jesús en la Cruz
