Algunas resonancias a un grupo de versos de Hugo Mujica

Dice el poeta argentino Hugo Mujica:
"El primer soplo y su anhelo:
las palabras que lo respiran, 
las hojas arrastradas. 
Paso a paso hacia una ausencia
pasos en vilo
frente a un tiempo que no
ha llegado,
hacia un vacío, una duda o una
certeza sin nombre.
De cara a la pared
cada hombre inicia lo imposible:
con una tiza escribes sobre un muro blanco,
bajo la lluvia
dibuja su esperanza"
Resuenan en mí las siguientes palabras al leer los versos del poeta argentino: 
Dios es la certeza sin nombre. El nombre divino no puede ser poseído, porque en realidad es un soplo, un hálito divino que se cuela por los recovecos de la laringe humana. Es el Dios que poseyendo el Nombre no puede reducirse a un nombre (con minúscula). La posesión del Nombre divino caería en la idolatría, es decir, en convertir al Ausente en una figura económica, en un objeto de transacción. El ídolo es nuestro no soportar que Dios sea la certeza sin nombre, el que está en el vilo y en la duda, en aquello que se mueve en el vacío de la pregunta. El ídolo destruye esa fractura pero a su conveniencia: hace del misterio un recurso visible y expuesto, de la duda una certeza encerrada en sí misma y del vilo una aparente seguridad.
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