Para el bien la necedad (la estupidez) constituye un enemigo más peligroso que la maldad
La auténtica compasión no nace del miedo sino del amor liberador y redentor de Cristo hacia todos los que sufren
| Victorino Pérez Prieto
Dietrich Bonhoeffer fue un teólogo alemán y pastor luterano que nos ha fascinado a muchos cristianos y no cristianos durante décadas por la fuerza de sus escritos y por su compromiso social y político que lo llevó a ser ahorcado por los nazis. Su firme resistencia al régimen dictatorial, asesino y genocida de Hitler lo llevó a participar activamente en una red de resistencia que conspiraba para acabar con el peligroso dictador; lo que le condujo a la cárcel y la muerte. Recientemente, Bonhoeffer fue el protagonista de un filme que está en la cartelera de las salas de cine comerciales, a pesar de ser un tema que no es habitual en estas: “Bonhoeffer, el espía”. Anteriormente ya se había hecho otro film sobre su figura: “Bonhoeffer: Agente de Gracia” (2000) y varios documentales como “Un santo que conspiró: Recordando a Dietrich Bonhoeffer” (1989) o “Bonhoeffer” (2003).