¿Habrá un cambio real, o las cosas quedarán como están y las buenas palabras de este papa podrá ser contradichas por su sucesor? El Sínodo vaticano y un sínodo alternativo en Roma
Clarito, clarito… Una cosa será lo que se diga en el sínodo, y otra lo que se ejecute; y esto no depende necesariamente de esas opiniones del pueblo de Dios, aunque estén basadas en un buen sensus fidei. “Tu padre sabe, tu padre ve, hijo”..
Leonardo Boff, Joan Chittister, James allison, Consuelo Vélez y 115 voces de todo el mundo, participan en el Sínodo en la Sombra
Esta semana ha comenzado en Roma el esperado Sínodo de la sinodalidad. Un sínodo denostado por los de siempre, convencidos de que los presuntos cambios que pueda haber van a acabar con la Iglesia. Pero esperado por muchos con la confianza en que las propuestas de las iglesias de base van a ser escuchas y conseguir cambios largo tiempo aguardados, y con la esperanza de que un papa como Francisco puede encajar bien esas propuestas renovadoras. E incluso, piensan estos, el papa de la nueva primavera eclesial puede verse apoyado en sus proyectos de reforma de la Iglesia por los cardenales y obispos sinodales, junto con, por fin!, los curas rasos, las mujeres y el pueblo llano que va a tener su pequeño voto. En fin, otro grupo, no pequeño, piensa que este nuevo sínodo, a pesar de haber sido tan preparado durante meses y con tanta participación de las bases eclesiales, incluso las más progresistas, va a acabar en palabras bonitas pero en hechos frustrantes. Con las palabras del título de una pequeña comedia de Shakespeareen español castizo “Mucho ruido y pocas nueces” (Much Ado About Nothing); mucho ruido para nada, o casi…
De hecho, el cardenal Víctor Manuel Fernández, nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, dijo en un reciente encuentro con los cardenales que, aunque se “esperan grandes cambios en el Sínodo”, estos cambios serán más adelante; y puede que lo que se consiga sea “decepcionante” para aquellos que esperan mucho de él, porque no obtengan lo que quieren: “Las personas que tienen miedo de avances doctrinales extraños o desplazados, y los que esperan grandes cambios, van a estar muy decepcionados”. Y dijo también; “Después veremos lo que surge y el próximo año veremos lo que pasa, pero para este sínodo y este año, no podemos esperar demasiado”.
Clarito, clarito… Una cosa será lo que se diga en el sínodo, y otra lo que se ejecute; y esto no depende necesariamente de esas opiniones del pueblo de Dios, aunque estén basadas en un buen sensus fidei. “Tu padre sabe, tu padre ve, hijo”...
¿Un sínodo con cambios reales o con expectativas frustradas?
¿Se frustrarán las expectativas creadas, como ocurrió con el anterior Sínodo de la Amazonia, cuando las palabras del mismo papa incluso parecía que iban a abrir cambios importantes, particularmente en lo referente al ministerio presbiteral, ordenando a santos varones casados, y posiblemente acogiendo de nuevo en el trabajo pastoral-sacramental a los curas casados?
¿Será incluso un sínodo sin transparencia –“sin parresia y sin censura”- que desdibuje las fronteras entre lo verdadero y lo falso; a pesar de haber dicho el Papa Francisco a los padres sinodales, ya en el Sínodo de 2014: “Es necesario hablar con parresia y escuchar con humildad”?
En su homilía durante una vigilia de oración ecuménica en la Plaza de San Pedro el 30 de Septiembre, Francisco parecía pronosticar una clara apertura al celibato opcional para los curas y al orden sacerdotal también para las mujeres, así como poder dar una bendición parasacramental a las parejas gay. Era la respuesta a un documento presentado ante el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, con cinco dudas presentadas por los cardenales Burke y Bradmuller. De este modo, la cuestión de la ordenación sacerdotal de las mujeres “nadie puede contradecirlo públicamente y sin embargo puede ser objeto de estudio”. Y la bendición a las parejas gay debería estar sujeto al “discernimiento adecuado” y “la prudencia pastoral”.
¿Se tomarán decisiones en firme para un cambio real respecto de estos temas y otros cruciales en una Iglesia que ha ido perdiendo presencia real en el mundo actual al no responder a sus expectativas? ¿Habrá un cambio real, con decisiones jurídicas, administrativas y canónicas, o las cosas quedarán como están y las buenas palabras de este papa podrá ser contradichas por su sucesor?
Desconfiando de que el cambio del papel de la mujer en la Iglesia sea real, el Movimiento por la ordenación de la mujer y algunas presbíteras católicas se manifestaron ya el día de comienzo del sínodo.
Esa misma mañana, la única presbítera católica española conocida, Christina Moreira, representando allí a la Asociación de Mujeres Presbíteras Católicas Romanas (ARCWP), de la que llegaría una delegación al dia siguiente, fue detenida y multada por la policía italiana en la Plaza de San Pedro por el único delito de llevar una estola morada sobre el alba con la que iba vestida: “La estola que me identifica como obediente a la orden de servir a mis hermanas y hermanos ‘dadles vosotros de comer’ ”. Cuenta su pequeña odisea en su escrito “Una apertura que acabó en cierre”: “Opté por unirme con un grupo de mujeres valientes y fuertes en la fe, capaces de amar hasta dejarse excluir y castigar por un sistema ya condenado y que urge reformar. Si, urge. Están en juego vidas de pequeños y pequeñas. Juntas caminamos, mujeres y varones de buena voluntad que trabajamos por el Reino con los instrumentos pequeños y pacíficos: la palabra y los símbolos, la oración...”
La WOC (Woman Ordination Conference), otra organización que apoya la ordenación de las mujeres, dice en un documento recién publicado:
“En los documentos del sínodo escriben que la ‘tienda’ que se va a ampliar es un ‘espacio de comunión, un lugar de participación y una fundación para la misión’. Y nosotras decimos: La comunión debe incluir el reconocimiento de la igual dignidad de las mujeres y de todos los géneros. La participación debe incluir acoger y alimentar las vocaciones de las mujeres llamadas al sacerdocio. La misión debe incluir el ejemplo del Evangelio de inclusión radical... Así que hemos extendido nuestra tienda, dejando que el mensaje sople en el viento y se lleve a las puertas de la sala del sínodo. Los que están dentro deben estar abiertos al viento del Espíritu Santo moviéndolos, agrandando la tienda”.
El sínodo alternativo o “Sínodo en la sombra” (Shadow synod)
HUMAN RIGHTS IN THE EMERGING CATHOLIC CHURCH
SPIRIT UNBOUNDED WORLDWIDE ECUMENICAL EVENT
Si los jerarcas vaticanos y obispos venidos de todo el mundo le darán estos días vueltas y vueltas a estos y otros posibles cambios de la Iglesia en este Sínodo –nos tememos que el resto de participantes en él tendrán poca capacidad de decidir-, para poder cambiar las cosas o dejarlas como están, con pequeños maquillajes, con el viejo lema de “cambiar un poco para que nada cambie”, sí va a haber otro encuentro internacional en Roma que va a manifestar unas ideas muy claras sobre lo que puede y debe cambiar en la Iglesia ni ésta no quiere perecer irremisiblemente.
Es el sínodo alternativo o Sínodo en la sombra (Shadow synod), que lleva un título y un subtítulo significativos: Derechos humanos en la Iglesia católica emergente.Un evento ecuménico mundial sin límites (Human rights in the emerging catholic church. Spirit unbounded worldwide ecumenical event), que se celebrará también en Roma entre el 8 y el 14 de este mes de octubre con un programa impresionante.
Juntos con los cientos de inscritos, participarán 115 voces de todo el mundo. Algunas de ellas muy relevantes; como los conocidos teólogosLeonardo Boff de Brasily Diarmuid O’Murchu de Irlanda, o las no menos conocidas teólogas Joan Chittester de USA y Olga Consuelo Veléz de Colombia, al lado de otros teólogos/as y expertos/as en diversos aspectos de la realidad eclesial de Europa, Norteamérica, América Latina, África, Asia, Oriente Medio y Oceanía.
El impresionante programa de actividades cuenta con conferencias y mesas redondas, testimonios, recitales musicales detrás de casa sesión de charlas, proyección de filmes documentales, dinámicas, etc. Lo sintetizo a continuación. Desgraciadamente, para los que solo hablan español, el programa –que he traducido aquí– está solo en inglés, como la mayoría de las conferencias; en este momento desconozco si habrá traducción simultánea.
Domingo 8 de Octubre
1ª sesión. "El discipulado de iguales", con el teologo Diarmuid o'Murchu y otras tres mujeres
2ª sesión. "Excluidos por la raza"-1ª parte. Sobre el racismo en la Iglesia católica y otros; con tres expertos.
Proyección del film "No vale la pena matar" (Not worth killing)
3ª sesión. “Igualdad desigual”, con cinco expertos/as.
4ª sesión. “Sacudiendo el árbol”- 1ª parte. Se inicia un debate con varias personas diferentes en cada una sobre los abusos en la Iglesia; el titulo que desarrolla cada una es impresionante. Este primero lleva como eslogan “Del silencio al discurso”.
5ª sesión. “Hipocresía”, sobre minorías de orientación sexual, o no tanto… en la Iglesia, con tre mujeres y tres varones.
6ª sesión. “Cuando tenía hambre”. Con cuatro expertos/as.