"Hay que ir a la vida y valores de la Madre de Jesús, una señora de armas tomar" ¡Ay, la Virgen!

El Magnificat de María
El Magnificat de María

"Pese a que le tengo cariño a la Pilarica o a María Auxiliadora yo siempre voy a María, la del Evangelio, la que decía ese panfleto revolucionario de 'Dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos, levanta  a los humildes, a los hambrientos los colma de Bienes y a los ricos los despide vacíos'"

"El arte y las imágenes son maravillosos y las procesiones y otras variedades de expresiones populares de fe han de respetarse y fomentarse"

"Porque María no se arruga; ella es sencilla pero fuerte, toda una mujer, toda una madre. Y a la madre se la quiere y se le respeta y se le escucha, que siempre suele tener razón"

María la Madre de Jesús casi siempre anduvo metida en problemas, ya te lo he contado mil veces. Con una familia bastante atípica, a punto de ser repudiada por su novio, sin sitio en ninguna posada de Belén,  que tuvo que parir en una covacha sin más asistencia que la de un San José,  supongo que un tanto asustado… Refugiada en Egipto, buscando a su niño, ya enigma adolescente, que se perdía por Jerusalén; diana de las críticas de sus vecinos ante las andanzas de su hijo, “un loco, revolucionario, endemoniado, blasfemo”. María en el camino de la cruz recibiendo los insultos y las lechugas que se lanzan al reo en los viacrucis  de todas las épocas.

La madre mirando a su hijo crucificado que la dejaba en las manos de Juan, su amigo asustado y triste. María con su hijo deshecho, muerto en sus brazos mientras una espada de neutrones le traspasaba el alma. Y María viendo a la primera Iglesia con sus miedos, su coraje, sus errores, sus primeros mártires, muchos amigos suyos, los apóstoles , recibiendo de nuevo el Espíritu Santo, que les dio valentía y les hizo entender la historia de Jesús. María, corazón de la Iglesia, que siempre hay una madre en medio, como el Pilar de la casa donde todos se apoyan.

Virgen del magníficat

A lo largo de la historia los cristianos, llevados por el cariño y la más profunda devoción, fueron representando a María en cuadros y esculturas, con trajes maravillosamente ornamentados, coronas de oro y diamantes, tronos repujados, mantos bordados de mil colores. Miles de artistas plasmaron su rostro con miles de matices, incluso se le dieron distintos nombres y “advocaciones” porque María, la Madre de Jesús es madre de todos, y comparte el corazón de los sevillanos en la Macarena, de los madrileños en la Almudena, de los hispanos en la Virgen del Pilar, de los catalanes en la Moreneta…, y así una largo catálogo que hacen que María sea una más de cada pueblo, donde la gente acude, o acudía, a dejarle el corazón sobre las rodillas, todos niños que esperan el auxilio de una Madre que les echase una mano.

También María comenzó a “aparecerse” a distintas personas con más o menos efectos especiales. La primera fue en el Zaragoza, sobre un pilar ni más ni menos, a un Santiago peregrino que andaba de bajón porque su cuenta de resultados apostólicos en España estaba en bancarrota. La agenda de las apariciones marianas es muy apretada y se pueden contar por cientos. Suele haber un árbol, niños, una fuente y la virgen habla mucho, revelando y revelando  misterios y secretos. La Iglesia ha reconocido muy pocas dejando la libertad a los fieles de creer en ellas o no.

Es curioso que incluso a veces la Vírgenes son rivales unas de otras, como los concursos de mises, siendo las abanderadas de movimientos, ciudades o cofradías que presumen de su  advocación u imagen como la mejor llegando incluso a las manos con las otras… olvidando que todas son las misma.

María Auxiliadora

Pese a que le tengo cariño a la Pilarica o a María Auxiliadora yo siempre voy a María, la del Evangelio, la que decía ese panfleto revolucionario de “Dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos, levanta  a los humildes, a los hambrientos los colma de Bienes y a los ricos los despide vacíos”. Pero, ¿Esto qué es? Alguno dirá que es más roja que un tomate… porque es mejor convertir a María en una miss universo a la que piropear y llevar de acá para allá que en una mujer empoderada, como se dice ahora, que mientras ayuda a su prima embaraza y vieja, suelta un discurso incendiario. María es valiente, María es tan peligrosa como su hijo y lo más prudente para muchos es convertirla en un bombón de Ferrero Rocher.

El arte y las imágenes son maravillosos y las procesiones y otras variedades de expresiones populares de fe han de respetarse y fomentarse. Pero también hay que ir a la vida y valores de la Madre de Jesús, una señora de armas tomar, incansable al desaliento, llevando en sus manos a sus hijos, para que se encuentren todos como hermanos en el mismo regazo haciendo caso del mayor , que es Dios y todo, Jesús el de Nazaret, el nieto de Ana y Joaquín:  “Haced lo que Él os diga”. Y así habrá vino y fiesta para todos.  Ese es su papel; no tiene intención de derrocar a su hijo como las historias de los reyes humanos. No la coloquemos nosotros donde ni ella ni Dios quisieron nunca que estuviese.

Porque María no se arruga; ella es sencilla pero fuerte, toda una mujer, toda una madre. Y a la madre se la quiere y se le respeta y se le escucha, que siempre suele tener razón.

Bendita tú entre todas las mujeres, he dicho.

Magníficat

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