La mayor causa de muerte entre los jóvenes españoles es el suicidio Pan del día

Suicidios en España
Suicidios en España

"Nuestro país al ritmo de occidente se va vaciando de risas y de juventud. La gente prefiere tener perros a tener niños"

"¿Cómo saciar la sed de amor de los que solo beben vinagre y decepciones? ¿Cómo saciar el hambre de los que se consumen a base de relaciones efímeras y días sin sentido?"

"Jesús tiene pan para todos, un pan blanco con sabor a madre y a hogar, que sabe a gloria bendita. El mismo se hace pan para entrar en las entrañas de nuestra alma, en los rotos de nuestro cuerpo"

"Los jóvenes necesitan esperanza, necesitan futuro, necesitan que alguien crea en ellos, que les amen incondicionalmente, con un amor cariñoso y exigente que les haga ser la mejor versión de lo que puedan ser"

 La comida basura es grasienta y no nutre sino que empanzonga y te convierte en un ser gordo e insalubre aferrado al mando de la televisión. La comida rápida no está hecha para los encuentros familiares sino para tragártela silencioso en el abrevadero de la propia soledad y las prisas. Comida engañosa que simula lechuga y tomate y ternera, y su composición es como el misterio de Fátima, llena de secretos que te llevan al acabose. Bebidas energéticas que te aceleran el corazón y la cabeza, bebidas espumosas que te llenan de gas como un dirigible, con tanto azúcar como para hacer un muñeco de gominolas.

Comida que no sacia, bebida que no apaga la sed.

Así es nuestro mundo de muchachos perdidos en este desierto de la historia persiguiendo espejismos que se vuelven arena en el paladar. ¡Mundo triste en el que nos ha tocado vivir!: LA MAYOR CAUSA DE MUERTE ENTRE LOS JÓVENES ESPAÑOLES ES EL SUICIDIO. No les salvan las series, ni los bailes en tik tok, ni las pastillas de colores, ni los condones, ni los botellones,  ni la música, ni las ministras, ministros y ministros de nuestro país, ocupados en defender la Matria, la memoria de las guerras pasadas hace ya 80 años, los sueldos vitalicios y otras cuestiones que a ellos se les antojan prioritarias mientras los jóvenes se tiran por el balcón.

Suicidio

Nuestro país al ritmo de occidente se va vaciando de risas y de juventud. La gente prefiere tener perros a tener niños, los parques se vacían de risas infantiles y se llenan de cacas de canes de dueños olvidadizos. Si seguimos así estamos abocados a que “la España vaciada” sea todo nuestro país, lleno de magníficos mausoleos para sus dueños y sus mascotas.

¿Cómo saciar la sed de amor de los que solo beben vinagre y decepciones? ¿Cómo saciar el hambre de los que se consumen a base de relaciones efímeras y días sin sentido? Ni siquiera miles de seguidores en tus redes te pueden alimentar con un pan consistente; todo es humo y likes a un perfil de mucha gente que ni siquiera se gusta a sí misma.

Jesús, el joven que vive con pasión y entrega su vida por amor, Él es el que nos da un agua que sacia nuestra sed. Le escuchamos atentos a la orilla del pozo de nuestra vida y nos llena el alma de esperanza tanto que en vez de tirarnos al abismo del pozo vamos a nuestro pueblo a contarles el inesperado hallazgo. Él tiene pan para todos, un pan blanco con sabor a madre y a hogar, que sabe a gloria bendita. El mismo se hace pan para entrar en las entrañas de nuestra alma, en los rotos de nuestro cuerpo.

Cuando Jesús entra en ti te sientes a salvo; no te hace poderoso ni santo; sigues siendo un catálogo andante de desastres. Pero te sientes tan querido, tan único, tan lleno de un Amor expansivo que eres capaz de llevar tus heridas con dignidad intentando todos los días repartir el pan de amor que te fue dado.  Y con el aprendes a saborear cachito a cachito todos los bocados de ese don que tienes en el plato que se llama Vida.

Pan de vida

Los jóvenes necesitan esperanza, necesitan futuro, necesitan que alguien crea en ellos, que les amen incondicionalmente, con un amor cariñoso y exigente que les haga ser la mejor versión de lo que puedan ser. Dios, Jesús no es un invento de los curas sacaperras que montaron un chiringuito; Jesús es un tipo que sigue vivo haciendo de las suyas, resucitando muertos, animando las bodas con un vino buenísimo, llenando nuestro mundo de bienaventurados, que aunque lloren saben que están hechos para la risa, la danza y el abrazo, y así será.

Entra sin miedo en ese salón olvidado de tu espíritu, siente la luz divina en tu alma, el besos de Dios en tu corazón, la señal de los elegidos cruzando tu frente. Abre los ojos, ten fe. Y pártete como una hogaza nueva para que los otros apaguen su hambre y su sed. Dales motivos para vivir. Ten motivos para vivir, para compartirte. Porque en ti está el pan vivo que ha bajado del cielo y quien lo coma nunca tendrá hambre. Así la vida es maravillosa porque ves que por encima de las frustraciones te vuelves fuerte como para llevar tu cruz y ayudar a los otros.

Amigo, sigue adelante. Tu vida es un parque temático sin estrenar. Habla con Dios, respira, contempla este universo que estalla de hermosura. Y mientras saborea el pan de cada día. Vive, por favor vive.

Pan de vida

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