"Paso la vida dormido ante el dolor de la gente, gritan a mis oídos y mi alma sigue indolente" cantaba Brotes de Olivo. Vivimos en una sociedad cansada, anestesiada por tantas adicciones, atragantada con tantas noticias: noticias falsas, noticias tristes, noticias que se nos hacen ya cansinas. Por eso muchas veces preferimos refugiarnos en la manta del sofá viendo series,  adormilados y sin muchas esperanzas de que este mundo vaya a mejor. Es más tenemos la sensación de que pronta y cercana está la tormenta del desastre o de la guerra que arramblará con nuestras frágiles vidas. Por eso es mejor dormir. No para descansar sino para olvidar. Encerrados en un sueño depresivo, lleno de pesadillas, del que nunca te levantas descansado sino apaleado.

Por eso necesitamos el Adviento. No para abrir las cajitas esas de chocolates cada día, sino para DESPERTAR. Darnos cuenta  de que es lo verdadero y lo falso, desterrar nuestros miedos nocturnos, elegir la ropa bonita y abrigada para afrontar el día y lanzarnos a vivir una nueva y desafiante jornada con valor y gratitud. Despertar para abrirnos a la Esperanza, esta palabra tan verde tan bonita y necesaria, que nos anima a seguir adelante.

Porque cuando se enciende la primera llama de la corona de Adviento recordamos que Jesús viene a nuestras vidas, que no estamos solos, que podemos seguir adelante, que todo tendrá solución.

Despierta, vamos, que la vida te espera. Entiendo que a veces es duro y difícil. Pero tienes que recordar que no te enfrentas solo a los problemas del mundo. Que Dios te quiere y te despierta para que seas un torbellino de bondad, de buenos detalles, de pequeñas y grandes aventuras, de alegría y de esperanza también para los demás. Porque son muchas las personas que permanecen el las garras del dolor y la injusticia, insomnes y sin descanso por la angustia, la enfermedad, la persecución, la discriminación, la pobreza... Despierta, libérate de los que te distraen o adormecen para que no pienses. Solo quieren que les votes o que compres. Tú despierta.

La mañana está fresca, el día no sabemos que traerá. 

Pero despiertos vamos adelante.  Bienvenidos al Adviento.

AVISILLOS.

Hoy es mi aniversario de cura. desde el 2002 muchas cosas he vivido. Doy gracias a Dios por toda la gente que me trajo y rezo por los que se fueron. Seguiré de curartista lo que quiera Dios, humildemente con mis luces y mis sombras. Y muy agradecido a mi gente de la Parroquia del Pilar.

Gracias a los que me acompañasteis en mi concierto de ayer. Fue un bonito momento de recuerdo y gratitud.