todos están vivos

Mientras cerraban la tapa de la caja de mi madre

Yo le dije en mi interior:

“¡Hasta luego! Volveremos a vernos”.

Yo tenía 20 años y la cabeza llena de pájaros.

Ella 44 y  el corazón llenos de sueños no cumplidos.

Pero sigo creyendo que todos ellos están vivos

Y que la muerte no es la última nota de la vida,

Que aún quedan melodías que no podemos ni imaginar,

Caminos que recorreremos,

Fiestas que viviremos, incansables bailarines,

Siempre jóvenes.

No habrá llanto, ni luto ni dolor,

Porque habrá caído el telón de la existencia

Y empezará un musical en el que seremos protagonistas,

Curadas nuestras heridas, perdonados,

Por fin entenderemos, lo entenderemos todo,

Mientras Dios arrulla al niño cansado

Y herido

Que llevamos en el alma.

Estará viva la niña ahogada por su madre,

Los jóvenes negros ahogados por el mar,

Los soldados ahogados por el gas y las bombas,

El viejo que murió solo ahogado por la pena…

Están vivos todos los que amamos

Y no hemos vuelto a ver

Más que en fotos amarillas o vídeos viejos

Mientras sus cuerpos se fundieron de nuevo con la tierra

De la que nacimos.

Vida eterna y vida maravillosamente divertida.

Vida eterna y maravillosamente compartida.

No un cielo de túnicas y gente pasmada,

Sino un cielo de risas, de meriendas, de sentirnos hermanos,

Pura creatividad y amor tan puro

Que sin dejar de nosotros nos hará eternos,

Puros, libres, y por fin hermanos verdaderos.

La muerte es una mentira evidente y real:

El único futuro seguro de nuestra fragilidad,

Pero la puerta a una casa definitiva, preciosa,

Y con vistas al mar.

Jesús nos ha hecho la reserva.

Y allí todos nos sabremos y sentiremos

Vivos.

Nos diremos de nuevo ¡Hola!, ¡Cuánto te he echado de menos!

Y vivos no abrazaremos como nunca

viendo lo cerca que siempre hemos estado,

los vivos y los muertos, todos vivos en el corazón de Dios.

Vivos, vivos, vivos.

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