En el Día del Agua, poesía Francisco Tostón de la Calle: Oda al agua

Agua
Agua

"Estamos acabando con tus madres"

Oda al agua

(Homenaje a Pablo Neruda)

El hermano Pablo,
Que todo lo cantó,
Que a cuanto ser viviente y bello,
Habitante de la esfera azul,
Le dio su verso, su fervor y su armonía,
Se olvidó del agua.

Pasaste, agua, entre sus piernas,
Mil veces se extasió en tu extensión marina,
Gritó de júbilo aplaudiendo
Tus innumerables cauces,
Tus cantos sin medida en la alta sierra,
En las laderas verdes y en las llanuras infinitas.
Le anegaste con tu amor, agua, sin respiro,
Por eso se olvidó de ti.

Perdona mi osadía, hermana agua,
Como diría el dulce Francisco de Asís,
Pero eres fondo y forma de lo divino;
Eres tan bella, tan de cada uno, tan para todos,
Tan varia, dispersa y multiformal;
Tan imagen y semejanza de Dios
-más tal vez que el propio hombre-,
Que el hermano Pablo
Dejó pasar entre sus manos sublimes de poeta,
Entre el canasto de su inagotable cosecha,
Tu verdad, tu claridad, tu esencia buena.

Por eso hoy me atreví a decirte mi oda,
Suavidad y dulzura, sustento y aliento,
Frescor y lustración cada mañana,
Calma y satisfacción de todas nuestras sedes,
Limpieza que libertas nuestras culpas
De cada día, de cada fechoría, de cada pena.

Estamos acabando con tus madres,
Con tu canto festivo en la montaña,
Con tu alegre acometida en la llanura,
Con nuestra pobre ilusión de pervivencia.

¿Qué más pudo inventar la divinidad
Para expresarnos el amor y su desvelo;
Para curar y olvidar la pobre sangre,
Para reconocer la inocencia vulnerada,
La paz del alma manchada por la culpa?

Espejas tu destino y tus historias,
Admites la vanidad de los alisos,
Samanes, acacias y cuanto verde árbol
Se mira en tus espejos para perseverar en la vida.
El sol mismo en su distancia
Se mira en ti para verse más hermoso
Cada tarde en tus aguas:
Ríos, mares, lagos, estanques y cuanto espejo
Con su luz vas fabricando.
Don, gracia, regalo, obsequio puro
Del Dios bueno:
Nada hay que diga tanto de su amor,
De su presencia y su constancia
Que discurre en cada cauce entre nosotros
Para dar en cada reflejo su memoria
Y en cada corriente su amor infatigable.

Francisco Tostón de la Calle
Febrero de 2017

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