Más de 250 personas aplauden la representación histórica en el corazón de la Ciudad Eterna El Misteri de la Selva emociona en Roma: “La basílica de Santa María sopra Minerva nos lo ha puesto muy fácil”

Misteri de la Selva
Misteri de la Selva Flama

“Ha sido un ensayo para perfeccionar los movimientos que había que hacer en distintos puntos de la nave y del presbiterio, ya que no es lo mismo actuar aquí que hacerlo en nuestra iglesia”, explica Franzina Ferrater, presidenta desde hace 3 años del Patronato del Misteri de la Selva

Este sábado 27 de septiembre por la noche, unas 250 personas se han puesto en pie en la basílica menor de Santa María sopra Minerva de Roma, muy cerca del Panteón, para aplaudir a un centenar de tarraconenses que han llenado el presbiterio del templo. Pero también para mostrar su “satisfacción”, como destacan a Flama algunos de los presentes, al ver por primera vez El Misteri de la Selva, una obra paralitúrgica con reminiscencias medievales que se representa cada año en la Selva del Camp y que está dedicada a la Asunción de María.

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Una representación que comenzó este pasado viernes con el traslado a la capital italiana de todo el equipo de actores y actrices no profesionales que han participado (quienes han pasado dos noches en la capital italiana, la mayoría de ellos en un mismo recinto), y que tomó forma durante la tarde del sábado con un único ensayo en tierras italianas. “Ha sido un ensayo para perfeccionar los movimientos que había que hacer en distintos puntos de la nave y del presbiterio, ya que no es lo mismo actuar aquí que hacerlo en nuestra iglesia”, explica Franzina Ferrater, presidenta desde hace 3 años del Patronato del Misteri de la Selva.

El Misteri de la Selva
El Misteri de la Selva Flama

A pesar de ello, asegura Ferrater, “llegamos a Roma bien organizados, muy rodados, y, ya con los pies en la ciudad, desde la basílica dirigida por la familia dominica nos lo han puesto todo muy fácil para representar nuestra pieza”, que cada año —y ya van 45— crece musical y humanamente. Una pieza, además, que tiene en la figura del teólogo Armand Puig uno de sus principales pilares: “Él es quien”, según Ferrater, “eligió esta basílica, después de haber tanteado otras, y nuestro vínculo con la Ciudad Eterna”.

Si bien uno de los inconvenientes ha sido “tener que tener el coro grande y el coro pequeño algo separados, a diferencia de cómo se colocan en otras ocasiones”, señala la presidenta, la experiencia en Santa María sopra Minerva ha sido “inolvidable”: “Vestirse o maquillarse en el magnífico claustro del único templo gótico de Roma, o incluso cenar en su interior, antes de llevar todo el material al ferri que lo trasladaba de nuevo hasta Cataluña, a medianoche, son recuerdos que difícilmente olvidaremos”, concluye.

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