Conocer el Evangelio es camino necesario para vivir el Espíritu de Jesús Domingo de la Palabra de Dios  (Domingo 3º TO A 2ª Lect. 22.01.2023)

“Son muchas las comunidades cristianas que se presentan como tu verdadera herencia”

Comentario: “Estad bien unidos con un mismo pensar y sentir” (1Cor 1,10-13.17)

Pablo, desde su conciencia fraterna, “en nombre de nuestro Señor Jesucristo”, pide “a la Iglesia que está Corinto” unanimidad y concordia en lo esencial: en Jesús crucificado.

Digáis todos lo mismo”: anunciad todos a Jesús y su Espíritu. Es lógico que apele a Jesús en cuyo nombre han sido bautizados y a cuya vida y palabra dieron su adhesión. El último versículo que leemos hoy subraya que el deber fundamental que Cristo le encargó: “no me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo” (v. 17). El anuncio de Jesús no puede hacerse sólo con palabras, sino con la vida: aceptando la cruz que lleva consigo su amor. La “cruz” es toda la vida de Jesús, cuyo amor le llevó hasta la muerte en cruz. Lo dice también el Evangelio: “El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor” (Jn 12,26). Los sinópticos son más concretos: “el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mí” (Mt 10,38). “Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío” (Lc 14,27). “Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga” (Mt 16,24; Mc 8,34; Lc 9,23).

Que no haya divisiones entre vosotros.Estad bien unidos (instruidos, concertados)con un mismo pensar(noi: mente, ideas) y un mismo sentir(gnóme: parecer, juicio, razón, inteligencia, buen sentido, dirección de la vida...)” (v. 10). Les explica cómo “por los de Cloe” ha sabido  de las “discordias” (rivalidades egoístas) en la comunidad. “Los de Cloe” pueden ser familiares, agentes de negocios, amigos, esclavos... de esta mujer. Es la única referencia a ella en el Nuevo Testamento. No se sabe nada más. Pablo se tomó en serio esta información y, por ello, le dedica mucha atención. La divisiones y discordias vienen por formar grupos cerrados, que siguen a un líder: “Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo”. Les pregunta si “¿está dividido Cristo?, ¿fue crucificado Pablo por vosotros?, ¿fuisteis bautizados en nombre de Pablo?”. El bautismo y la cruz marcan la identidad cristiana. El bautismo viene a ser el sello que certifica que se les ha anunciado y creído a Cristo, y han sido “revestidos de Cristo” (Gál 3,27). La cruz, que lleva consigo vivir en el amor de Jesús, acompaña la vida.

Esta exhortación  recuerda otros textos paulinos:Gál 3,1; 6,12.14; Flp 3,18). El texto más expresivo y coincidente con la exhortación de hoy: “Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amory un mismo sentir. No obréis por rivalidad ni por ostentación... No os encerréis en vuestros intereses... Tened los sentimientos propios de Cristo Jesús...” (Flp 2, 1-8).

El criterio fundamental para superar las divisiones y discordias: mirar a Jesús, a su Evangelio, a su Espíritu. Para cultivar este espíritu de unidad viene bien resaltar hoy el “Domingo de la Palabra de Dios”. Instituido en 30 septiembre 2019 por el Papa Francisco en Carta apostólica, “Aperuit illis”. Jesús a los de Emaús “les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras” (Lc 24, 27). Con su Espíritu las leemos e interpretamos. Es el domingo en medio del Octavario por la unidad por la unidad de los cristianos. “La Santa Escritura indica a los que se ponen en actitud de escucha el camino a seguir para llegar a una auténtica y sólida unidad”, dice la Carta papal. Pablo pide tener el mismo Espíritu de Jesús: actitudes, sentimientos, prioridades, objetivos... Es la unidad en el sentir del Padre y del Hijo en el Espíritu, de la que habla Juan (Jn 17,11-12.20-21). Podemos dar teóricas explicaciones distintas (teologías). Pero no apropiarnos del poder y excluir a “los no míos”. Conocer el Evangelio es camino necesario para vivir el Espíritu de Jesús

Oración: “Estad bien unidos con un mismo pensar y sentir” (1Cor 1, 10-13.17)

Jesús de la unidad en el Espíritu:

ocho días (18-25 enero), oramos por la unión de los cristianos;

“son muchas las comunidades cristianas 

que se presentan como tu verdadera herencia...;

piensan distinto y siguen caminos diferentes, 

como si Tú, Cristo, estuvieras dividido.

Esta división contradice tu voluntad, Cristo de todos,

aparta a muchas personas de tu camino,

perjudica seriamente el anuncio del Evangelio”

(Vat. II, Decreto Ecumenismo, UR nº 1).

También en nuestra Iglesia católica existen:

“tendencias en conflicto con peligro real de ruptura, sin apenas diálogo,

con críticas las unas de las otras y a veces con actitudes numantinas”.

Afortunadamente tu vida resucitada está con todos:

nos renueva constantemente con el Espíritu,

“que es el mismo en la Cabeza y en los miembros” (LG nº 7);

Éste, “Señor de los siglos..., ha empezado recientemente

a infundir con más abundancia en los cristianos separados

el arrepentimiento y el deseo de la unión...

Ha surgido así entre los hermanos separados

un movimiento cada día más amplio,

por la gracia del Espíritu Santo,

para restaurar la unidad de todos los Cristianos”

(Decreto de Ecumenismo, UR 1).

Hoy, la carta de Pablo, nos recuerdas tu Amor:

al creer en ti, recibimos el bautismo del Espíritu;

Espíritu que se une a nuestro corazón, a nuestro espíritu;

Espíritu que nos incorpora a tu vida, a tu cruz, a tu Reino;

Espíritu que nos aleja del poder, del dinero, de la vanagloria...;

Espíritu, “amor que nos apremia” (2Cor 5,14) a vivir en fraternidad.

Hoy te escuchamos por boca de Pablo:

que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros.

Estad bien unidoscon un mismo pensary un mismo sentir”.

Tú también orabas diciendo lo mismo:

Padre Santo, guárdalos en tu nombre a los que me has dado,

para que sean uno como nosotros...;

santifícalos en la verdad: tu palabra es la verdad...;

les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre,

para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos” (Jn 17,11.17.26).

Tu “pensar y sentir”, Jesús, nos viene con tu Espíritu:

el Espíritu de Dios habita en nosotros” (1Cor 3,16; 6,19);

da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios” (Rm 8,16);

nosotros tenemos la mente de Cristo” (1Cor 2,16);

 “vivo,pero no soy yo el que vive,

es Cristo quien viveen mí” (Gál 2, 20);

para mí la vida es Cristo” (Flp 1,21).

Cristo hermano, únenos a todos en tu amor:

que tu Espíritu nos mueva a reformar evangélicamente las Iglesias;

que tu Espíritu nos convierta a lo esencial tuyo, a tu amor;

que tu Espíritu nos una en oración y ayuda a los más débiles.

Preces de los Fieles (D. 3º TO A 2ª Lect. 22.01.2023)

En el Octavario por la unión de los cristianos, celebramos el Domingo de la Palabra de Dios. Volvamos al Evangelio, al Espíritu de Jesús. Él nos unirá en el camino cristiano. Oremos con “los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro señor Jesucristo” (1Cor 1,2) diciendo: “queremos unirnos en tu Evangelio”.

Por nuestra Iglesia:

- que el Espíritu de Jesús la guíe en su pensar, sentir y actuar;

- que sirva a las personas en sus derechos y deberes humanos.

Roguemos al Señor: “queremos unirnos en tu Evangelio”.

Por las intenciones del Papa (enero 2023):

- que “los educadores sean testigos creíbles, enseñen fraternidad, no confrontación, 

y ayuden especialmente a los jóvenes más vulnerables”.

Roguemos al Señor: “queremos unirnos en tu Evangelio”.

Por “los que invocan el nombre de nuestro señor Jesucristo”:

- que se acerquen y escuchen en el Espíritu de Jesús;

- que se consideren hermanos, hijos del mismo Padre, hermanos en Cristo.

Roguemos al Señor: “queremos unirnos en tu Evangelio”.

Por los más débiles:

- que nuestra atención les haga se sentirse cercanos a nosotros;

- que el Espíritu de Dios que les fortalezca, les ilumine.

Roguemos al Señor: “queremos unirnos en tu Evangelio”.

Por la paz del mundo:

- que el respeto a los derechos y deberes humanos evite toda violencia;

- que atendamos a las víctimas de toda violencia.

Roguemos al Señor: “queremos unirnos en tu Evangelio”.

Por esta celebración:

- que sintamos el Espíritu de Jesús que nos habita;

- que nos abra a los marginados sociales y eclesiales...

Roguemos al Señor: “queremos unirnos en tu Evangelio”.

Que tu Espíritu-amor nos conduzca hacia la unidad del Evangelio, hacia la fraternidad universal, hacia la libertad guiada por tu Amor, que vive por los siglos de los siglos.

Amén.

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