Pidamos hoy mirar más su Evangelio y su vida Jesús de la no violencia y del amor eficaz (Domingo 13º TO C 26.06.2022)

Jesús del Amor, cuesta compartir tu “camino”

Comentario:  “tomó la decisión de ir a Jerusalén” (Lc 9,51-62)

Iniciamos el “viaje a Jerusalén” (9,51-19,46).Es un artificio literario de Lucas para exponer diversos materiales sobre la vida y enseñanza de Jesús. Por tres veces recuerda este “camino” (13,22; 17,11; 10,28). Hoy contemplamos la introducción, el rechazo en Samaría y las disposiciones para el seguimiento (9,51-62).

Introducción al viaje: “Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén”. Mejor sería: “como se iban cumpliendo los días de su asunción”. No dice “ascensión”, sino “asunción” (sustantivo de “analambáno”: levantar). Dios hace ascender a Jesús. “Tomó la decisión”. Literalmente: “afianzó el rostro”. Una expresión similar al “siervo fiel” “puse mi cara como pedernal” (Is 50,7). Añade: “de ir a Jerusalén”. La palabra clave es “to prósopon”: cara, rostro, aspecto, apariencia, mirada, máscara, semblante, persona, personaje, presencia, fachada, actitud, decisión... Se repite “prósopon” con significado similar: “envió mensajerosdelante de él (ante su rostro)” (v. 52a). “No le recibieron porque su aspecto (rostro) era el de uno que caminaba hacia Jerusalén” (v. 53). El "rostro" muestra personas y  pretensiones. La pretensión fundamental de Jesús es anunciar y vivir el modo de vida que su “Dios” (a quien llama “Padre”) quiere (“Reino de Dios”, en su cultura). Desde esta pretensión entendemos su “rostro de ir a Jerusalén” (centro religioso) a proclamar su Reino. La oposición ya empieza con el rechazo en una aldea samaritana.

El rechazo en Samaría le sirve a Lucas para mostrar el modo no violento de la misión. Discípulos, como Santiago y Juan, conciben a Jesús como un nuevo Elías, reformista y violento. Por eso piden repetir el castigo de Elías (2Re 1,10.12.14). Jesús los “regañó”, como al endemoniado (Lc 4,35), pues también la violencia es cosa del “enemigo” del ser humano (Satanás). Eso es actuar y “pensar como los hombres, no como Dios” (Mt 16, 23; Mc 8,33). El códice Beza y otros manuscritos añaden: “no sabéis de qué espíritu sois.El Hijo del Hombre no ha venido a destruir seres humanos, sino a salvarlos” (Lc 9, 55b). La actitud de Jesús, en caso de rechazo, no es violencia ni represalia alguna. Hay que “encaminarse hacia otra aldea”. Actitud no siempre vigente en la historia cristiana.

Mientras iban de camino”, senarran tres casos de personas que se sienten llamadas al seguimiento y Jesús les pone condiciones. Uno, entusiasmado por el proyecto de Jesús, se ofrece: “te seguiré adondequiera que vayas”. Jesús, con lenguaje exaltado, le recuerda su desapego de toda posesión. El segundo, invitado por Jesús, propone: “Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre”. La respuesta (“deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios”) puede ser lenguaje figurado: el padre es figura del judaísmo instituido. No hay que perder el tiempo con instituciones que sólo viven para ellas, y no quieren renovarse. No hay que perder un minuto en enterrarlas. El tercer invitado se ofrece, pero pide: “déjame primero despedirme de los de mi casa”. “Su casa” es la figura de Samaría, su nación, su tradición religiosa. Jesús le contesta: “Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios”. “Mirar atrás” es gesto de duda o desconfianza (como la mujer de Lot -Gn 19, 17.26).

Jesús invita al seguimiento proponiendo condiciones: vivir como él, despegado de toda riqueza; reproducir su amor revitalizando toda realidad; confiar en el amor del Padre.

Oración:  “tomó la decisión de ir a Jerusalén” (Lc 9,51-62)

Contemplamos, Jesús del Reino, tu “rostro”:

confiado en que “el Señor Dios te ayuda...;

por eso endurecías el rostro como pedernal,

sabiendo que no quedarías defraudado” (Is 50,7).

Tienes conciencia clara y decidida:

«El Espíritu del Señor está sobre mí,

porque él me ha ungido.

Me ha enviado a evangelizar a los pobres,

a proclamar a los cautivos la libertad,

y a los ciegos, la vista;

a poner en libertad a los oprimidos;

a proclamar el año de gracia del Señor...

Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír» (Lc 4,18-21).

Para ello emprendes camino a Jerusalén:

allí están los máximos dirigentes de tu religión;

en su templo se da culto a Dios, soberano del mundo;

allí perdonan incumplimientos y ofensas contra Dios;

allí interpretan la voluntad de Dios, su Ley, con autoridad;

allí se cumplen promesas, se ofrecen dones y sacrificios a Dios.

Los discípulos saben algo de tu pretensión:

sueñan con que el poder invasor será expulsado;

piensan tu “reino de Dios” como dicha para todos;

creen que vas a restaurar la gloria del rey David:

derrotando enemigos y sentándote en su trono;

ambicionan los primeros puestos de tu reino.

Al ser rechazadosen una aldea samaritana,

dos discípulos proponen actuar violentamente:

quieren quemar el pueblo como represalia.

Los “regañas” como a “enemigos” de tu reino:

no sabéis de qué espíritu sois.

El Hijo del Hombre no ha venido a destruir

seres humanos, sino a salvarlos” (Lc 9, 55b).

No cuadra la violencia, la venganza, con el Amor:

que hace salir su sol sobre malos y buenos,

y manda la lluvia a justos e injustos” (Mt 5,45);

que “todo lo excusa, todo lo cree,

todo lo espera, todo lo soporta” (1Cor 13,7).

Jesús del Amor, cuestacompartir tu “camino”:

la no violencia no es normativa en la Iglesia;

no tenemos “bendición” para objetores al servicio militar;

forzamos silencios, marginamos, excomulgamos,

“reducimos” carismas, negamos cambios evangélicos,

supeditamos la voluntad divina a nuestras leyes...

Gandhi, apóstol de la no violencia, nos dicetu evangelio:

“Mientras no hayamos arrancado de raíz

la violencia de nuestra civilización,

Cristo no ha nacido todavía.

Me parece que el cristianismo está aún por realizar”.

Jesús de la no violencia y del amor gratuito:

tu Espíritu nos libere de toda venganza;

tu Amor nos haga vivir despegados de toda riqueza;

tu Vida nos mueva a revitalizar toda realidad:

curando, exigiendo vida para todos...;

tu Reino sea lo primero en nuestra vida.

Preces de los Fieles (Domingo 13º TO C 26.06.2022)

Jesús podría “regañarnos”: su vida y amor no están en nuestra vida. Pidamos hoy mirar más su Evangelio y su vida, diciendo: “Queremos vivir como tú, Señor”.

Por la Iglesia y sus instituciones:

- que no use la violencia, la venganza, el castigo, la excomunión...;

- que fomente la libertad del amor responsable y el perdón...

Roguemos al Señor: “Queremos vivir como tú, Señor”.

Por las intenciones del Papa (Junio 2022):

- que las familias sean “ámbitos” de amor, de respeto, de crecimiento humano.

- que “las familias cristianas, con gestos concretos, vivan la gratuidad del amor

y la santidad en la vida cotidiana”.

Roguemos al Señor: “Queremos vivir como tú, Señor”.

Por quienes presiden las comunidades cristianas:

- que respeten y promocionen todos los carismas;

- que inviten a todos a participar en las tareas comunitarias.

Roguemos al Señor: “Queremos vivir como tú, Señor”.

Por el fin de toda violencia (Ucrania y otras):

- que sólo el diálogo y el respeto mutuo sean camino de vida;

- que crezca la conciencia de hermandad humana.

Roguemos al Señor: “Queremos vivir como tú, Señor”.

Por los más débiles de nuestra sociedad:

- que nos pongamos en su lugar, y miremos la vida desde ellos;

- que aportemos salud, trabajo, ayuda mutua.

Roguemos al Señor: “Queremos vivir como tú, Señor”.

Por esta celebración:

- que nos desarme de toda violencia y venganza;

- que nos mueva a seguir a Jesús, pobre y dador de vida.

Roguemos al Señor: “Queremos vivir como tú, Señor”.

Bendice, Señor, nuestros deseos. Queremos ser hijos del Dios,que “hace salir el sol y bajar la lluvia sobre justos e injustos”. Queremos seguir tu camino, rompiendo toda violencia, devolviendo bien por mal. Como tú, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

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