Tu Iglesia “no ceda a la imposición, a fin de preservar la verdad del Evangelio” (Gál 2,5) La “casa del Padre” no cabe en nuestra Iglesia (D. 4º Cuaresma C 27.03.2022)

El clero se ha arrogado poderes inauditos en el Evangelio

Comentario: “Se le echó al cuello y lo cubrió de besos” (Lc 15,1-3.11-32)

Leemos la parábola del hijo perdido y encontrado, propia de Lucas. Es la historia de “un hombre que tenía dos hijos” (v. 11). El principal de los tres personajes es el padre, que ama sin límites. Su casa es la “casa mesiánica”, la casa abierta siempre. Los hijos viven vidas incompatibles con el Amor del Padre. “El menor” vive la libertad sin límites, al margen del Amor. “El mayor” vive según la Ley. El Padre ofrece la fraternidad en libertad guiada por el Amor. En su casa todos tienen la dignidad de hijo. Pueden entrar y salir en libertad, sin interrogatorios humillantes, sin ajustes de cuentas, sin castigos ni penitencias. Es la gracia, el amor que no se paga, se acepta, se disfruta y se celebra.

La Iglesia es convocada para continuar la misión de Jesús: llamar a todos a la Casa del Padre, donde pueda vivirse el Amor sin límites. Convertirse al Amor manifestado en Jesús y permanecer en este Amor es su seguimiento. Jesús habla de nacer de nuevo, un parto a la vida del Espíritu. La historia muestra que el movimiento de Jesús cristalizó en una institución social, organizada con evidentes rasgos propios del absolutismo reinante en diversas épocas. Los encargados de aunar en el Amor, sostener la mente de Jesús y alentar su memoria de Amor, se han constituidos en una clase dominante, se han arrogado poderes inauditos en el Evangelio, se han rodeado de títulos, escudos, palacios... como los dirigentes mundanos. Sólo ellos han elaborado e impuesto leyes en nombre de Dios. Las consecuencias las seguimos viviendo hoy. ¡Cuánta aversión al que no comparte sus tesis! Teólogos creativos, sacerdotes casados, comunidades de base, divorciados vueltos a casar... llaman a la puerta de la Casa del Padre y no se les deja entrar. ¡Cuánto esfuerzo mental y legal para cuidar y mantener leyes no evangélicas! ¡A cuántas personas, que podían estar sentadas a la mesa de la “casa mesiánica”, se les niega mesa y mantel por preceptos humanos! ¡Cuánta apropiación del Espíritu, sabiendo que “ha sido derramado sobre toda carne” (He 2,17) y “sopla donde quiere” (Jn 3,8)!

Un caso típico de exclusión viene siendo la cerrazón al celibato opcional para el ministerio jerárquico: “El Sínodo no quiere dejar ninguna duda en la mente de nadie sobre la firme voluntad de la Iglesia de mantener la ley que exige el celibato...” (Propos. 11, Sínodo 1990). Juan Pablo II comenta: “En nombre de toda la Iglesia, el Sínodo ha realizado un gran acto de fe en la gracia del Espíritu Santo, que es el que la guía” (“Ya”, 28 octubre 1990). Lo remacharía en la Exhortación “Pastores dabo vobis”, n. 29.

¿Se puede de verdad decidir “en nombre de toda la Iglesia” sin consultarla? ¿Acaso no somos “Iglesia” los que no compartimos dicha decisión? Esta actitud de dominio de los dirigentes no pertenece al Evangelio. Es propio de sociedades arcaicas,  donde todo viene definido por tradición y poderes absolutos. Los cuidadores de la viña no son dueños del Espíritu Santo, que “ha sido derramado sobre toda carne” (He 2,17) y “sopla donde quiere” (Jn 3,8). Lo que dice el Espíritu hay que buscarlo escuchando a todos, orando, convirtiéndose a la Casa del Amor del Padre,  manifestado en la vida de Jesús.

Los “encargadosdeben superar leyes que limitan la libertad evangélica y ampliar la casa del Amor. En ella “se deja crecer juntos el trigo y la cizaña hasta la siega” (Mt 13, 30), se usa el diálogo fraternal para superar la obsesión autoritaria, se busca la voluntad de Dios expresada en la vida entregada del Hijo de su Amor. 

Oración:  “Se le echó al cuello y lo cubrió de besos” (Lc 15,1-3.11-32)

Jesús, hermano, esta parábola debía avergonzarnos:

hemos ultrajado tu “casa mesiánica” de amor sin medida,

y “estamos privados dela gloria de Dios” (Rm 3, 23);

dominamos como los reyes de las naciones”(Lc 22,25ss; y par.);

imponemos normas y decisiones no evangélicas;

marginamos a la mujer como si no fuera “uno en Ti” (Gál 3,28);

anulamos el mandamiento de Dios por mantener nuestra tradición” (Mc 7, 9).

Obispos y presbíteros reproducen la parábola con crudeza:

quedó patente en el año sacerdotal (19 junio 2009 - 19 junio 2010):

“Este año busca también una reanudación del contacto,

de la ayuda fraterna y, si es posible, volver a unirse con los sacerdotes

que por diferentes motivos han abandonado el ejercicio del ministerio”

(Declaración del cardenal Bertone. L'Osservatore Romano 28.08.2009).

Los amigos de la ley negaron tal posibilidad:

- “No puede la Iglesia aceptar eso, pues estaríamos ante un gran atropello a los que lo dieron todo por Cristo, a los mártires que murieron por conservar su fe. La Iglesia no debe retroceder... Santidad, amárrese los pantalones, no retroceder en estos tiempos difíciles es su mejor bandera...” (Novicio de Extremadura 01.09.09 RD).

- “No son personas de fiar. Los defienden sus hermanos, primos, hijos, cuñaditas. Saben muy bien que no tienen apoyos de nadie... ¿Echáis de menos el poder, el dinerito, la influencia...? ¡Pues se os acabó! A trabajar como todo el mundo... Lo que nos faltaba ahora, no solo aguantar a la mamita del cura, sino a la mujer del cura, a los hijos, a las cuñadas y a las nueras...ja ja ja” (Lucía 01.09.09 RD).

Los amigos de la “casa mesiánica” abren sus brazos:

- Conozco a muchos que volverían encantados. Y, de las palabras del cardenal Bertone parece deducirse esa posibilidad. Me alegraría mucho, tanto por las comunidades cristianas sin sacerdocio como por muchos sacerdotes amigos secularizados” (Alberto Torga Llamedo, sacerdote jubilado en Nava -Asturias- 01.09.09 RD).

- “Soy sacerdote, casi 30 años en el ministerio. Siempre he tenido un gran respeto por tantos hermanos que dejaron el ministerio. Me apena ver tanta riqueza humana y espiritual desaprovechada. Podríamos hablar de pecado contra el Espíritu Santo... ¿Qué es más importante, la Palabra de Dios o el Derecho Canónico? ¿San Pablo no habla de que el Obispo sea esposo de una sola mujer? Es antitodo el unir el sacramento del orden, la vocación sacerdotal, con el celibato impuesto... ¿Cuál era el modelo de las primeras comunidades?... El mismo Vaticano ha aprobado que ex pastores casados, convertidos al catolicismo, sean ordenados y sigan casados” (El Observador 02.09.09 RD).

- “Qué triste favor hace el fundamentalismo con la “Sacerdotalis coelibatus”. Vivo mi celibato como presbítero diocesano. En este “año sacerdotal” sería un gran signo de los tiempos, en bien de la evangelización, de la Iglesia y de muchas personas, acoger con gozo a los hermanos secularizados, y acoger en el sacramento del Orden a hombres casados y, con el tiempo, a mujeres...” (Rafael Horrach Llabrés 02.09.09 RD).

¿Qué harías, tú, Cristo, pastor y obispo de nuestras almas” (1Pe 2,25)?:

- ¿“te negarías a entrar” en el presbiterio de solteros y casados,

porque “la Iglesia no debe retroceder”;

“los que vuelven no tienen apoyos de nadie”;

“echan de menos el poder, el dinerito, la influencia...? 

- ¿“te alegrarías porque este hermano tuyo... ha revivido”?;

“tanta riqueza humana y espiritual sería aprovechada”;

“seríamos consecuentes” con tu libertad y la Iglesia primera;

tendrían igual trato que “los anglicanos convertidos al catolicismo”;

sería “un gran signo de los tiempos” de libertad y amor entrañable.

Jesús hermano:

que tu Espíritu nos integre en la casa del Amor del Padre;

que tu Iglesia, guiada por tu Amor, “no ceda a la imposición,

a fin de preservar la verdad del Evangelio” (Gál 2,5).     

Preces de los Fieles (D. 4º Cuaresma C 27.03.2022)

La Iglesia debía ser la “casa mesiánica”, la del Amor del Padre. Pero, por desgracia, en ella reina el Código de Derecho Canónico, no el Amor del Padre. Pidamos su reforma según el Evangelio, diciendo: queremos vivir `la verdad del Evangelio´ (Gál 2,5).

Por la Iglesia:

- que crezca la conciencia de que los bautizados somos la Iglesia;

- que todos podamos tratar y decidir lo que nos afecta.

Roguemos al Señor: queremos vivir `la verdad del Evangelio´ (Gál 2,5).

Por las intenciones del Papa (marzo 2022):

- que los “cristianos respondamos a los retos de la bioética”;

- que “promovamos siempre la defensa de la vida con oración y acción social”.

Roguemos al Señor: ““queremos vivir `la verdad del Evangelio´ (Gál 2,5).

Por los servidores de la Iglesia:

- que no suplanten al Pueblo de Dios, sino que le sirvan;

- que “no impongan más cargas que las indispensables” (He 15,28).

Roguemos al Señor: queremos vivir `la verdad del Evangelio´ (Gál 2,5).

Por la reforma evangélica de la Iglesia:

- que vuelva al amor primero, a la libertad guiada por el Amor;

- que todos sean “servidores” como Jesús, sin ostentación de poder.

Roguemos al Señor: queremos vivir `la verdad del Evangelio´ (Gál 2,5).

Por la paz y la reconciliación:

- que cesen las armas y hablen el entendimiento y la buena voluntad;

- que las víctimas de la violencia sean rehabilitadas.

Roguemos al Señor: queremos vivir `la verdad del Evangelio´ (Gál 2,5).

Por esta celebración:

- que el amor del Padre mueva nuestras entrañas;

- que sintamos la fuerza del Espíritu de Jesús para seguir su camino.

Roguemos al Señor: queremos vivir `la verdad del Evangelio´ (Gál 2,5).

Jesús hermano:que tu Espíritu nos integre en la casa del Padre; que tu Iglesia, guiada por tu Amor, “no ceda a la imposición, a fin de preservar la verdad del Evangelio” (Gál 2,5). Te lo pedimos a ti, Jesús, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

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