Inicias así “el despojo de ti mismo: tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres, reconocido como hombre por tu presencia” (Flp 2,7) “No seamos sordos al llamamiento” de la Natividad (Misa del día. 2ª lect. 25.12.2023)

Queremos alegrar la vida, como tú, Señor

Comentario: “Dios, en esta etapa final,nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1, 1-6)

En la “misa del día” leemos el fragmento inicial de la “Carta a los Hebreos”. Suele decirse que esta Carta “comienza como un tratado, continúa como un sermón y termina como una carta”. El autor la califica de “palabra de exhortación”: “Os ruego, hermanos, que soportéis esta exhortación (lógos tês parakléseos)” (Heb 13,22). Era un género literario típico de la sinagoga: “Acabada la lectura de la Ley y de los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a unos que les dijeran: «Hermanos, si tenéis una `palabra de exhortación´ (lógos parakléseos) para el pueblo, hablad»” (He 13,15). Está dirigida a cristianos de origen judío, tentados de volver al judaísmo.

Empieza reconociendo una creencia judía: “En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas” (v. 1). Ahora también se ha manifestado en Jesús: “En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha realizado los siglos” (v. 2). Claramente reconoce la divinidad de Jesús. Le llama “reflejo de su gloria(“luz de luz”, en el concilio de Nicea), impronta de su ser(el sello es el Padre, Jesús es la huella, marca, impronta, carácter, del ser divino). “Ser” traduce la palabra griega “hypóstasis”: ser, entidad, naturaleza, sustancia.

Reconoce la obra de Jesús, el Verbo encarnado de Dios:a) “sostiene el universo con su palabra poderosa”. b)Ha realizado la purificación de los pecados”. c) “Está sentado a la derecha de la Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles cuanto más sublime es el nombre que ha heredado”. El Verbo divino ha creado el mundo y lo sostiene. Hecho carne, nos ha purificado de nuestros pecados por su muerte y resurrección. Esta es la predicación fundamental de Pablo: Jesús nos revela el Amor de Dios. Al creer en el amor de Dios, manifestado en Jesús, “estamos en paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por el cual hemos obtenido además por la fe el acceso a esta gracia en la cual nos encontramos” (Rm 5,2). “Esta gracia” es, sin duda, el Espíritu derramado en nosotros, que “da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios...;acude en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables (Rm 8,16. 26).

 “Está sentado a la derecha de la Majestad...”. Esta expresión tiene su origen en el salmo 110, muy utilizado en el Nuevo Testamento. Es un salmo que expresa los deseos de Dios para el rey en su entronización: “Oráculo del Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies»” (Sal 110,1). “Majestad” es el nombre innombrable de Dios. Jesús ha heredado el nombre de Hijo, que expresa su naturaleza divina. “Sublime es el nombre que ha heredado”. Alusión similar a “Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre” (Flp 2,9).

Los vv. 5-6 afirma como evidente que estos textos del Antiguo Testamento hablan de Jesús. “Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy” (Sal 2,7). “Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo?” (2Sam 7,14). Asimismo, cuando introduce en el mundo al primogénito” (encarnación del Hijo) le aplica un texto del Deuteronomio:Adórenlo todos los ángeles de Dios(Dt 32,43).

Meditación de san Juan de la Cruz sobre la Palabra encarnada de Dios:

“... en darnos, como nos dio, a su Hijo, que es una palabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola palabra ... Éste es el sentido de aquella autoridad con que comienza san Pablo a querer inducir a los Hebreos a que se aparten de aquellos modos primeros y tratos con Dios de la ley de Moisés, y pongan los ojos en Cristo solamente... en estos días nos lo ha hablado en el Hijo todo de una vez (Heb 1,1ss). En que da a entender el Apóstol, que Dios ha quedado como mudo, y no tiene más que hablar, porque lo que hablaba antes en partes a los Profetas, ya lo ha hablado en él todo, dándonos al Todo, que es su Hijo... Pon los ojos sólo en él, porque en él te lo tengo dicho todo y revelado, y hallarás en él aún más de lo que pides y deseas... Dándoosle por hermano, compañero y maestro, precio y premio... Este es mi amado Hijo en que me he complacido; a él oíd... porque yo no tengo más fe que revelar, ni más cosas que manifestar... Mira a mi Hijo, sujeto a mí y sujetado por mi amor, y afligido y verás cuántas cosas te responde... Mírale a El también humanado, y hallarás en eso más que piensas... En Cristo mora corporalmente toda plenitud de divinidad... Cuando expiró... no sólo se acabaron esos modos; sino todas esas otras ceremonias y ritos de la Ley Vieja” (Subida del monte Carmelo, L. 2º, c. 22, 3-7).

Oración: “Dios, en esta etapa final,nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1, 1-6)

Jesús, palabra humana de Dios:

hoy nos acurrucamos alrededor de tu nacimiento;

te contemplamos en una aldea desconocida;

a las afueras, “porque no tenían sitio en la posada”;

envuelto en pañales;

recostado en un pesebre,

tus padres te acarician sorprendidos;

acude gente humilde de los alrededores...

Inicias asíel despojo de ti mismo:

tomando la condición de esclavo,

hecho semejante a los hombres,

reconocido como hombre por tu presencia” (Flp 2,7);

creciendo en sabiduría, en estatura

y en gracia ante Dios y los hombres” (Lc 2,52).

Hoycelebramos tu cumpleaños:

en ti vemos al Misterio de Dios que nos habla;

el “reflejo de su gloria, la impronta de su ser”;

la “manifestación de la bondad de Dios

y de su amor al ser humano” (Tit 3,4). 

Hoy especialmente “ponemos los ojos en Ti:

Dios nos ha hablado todo de una vez en ti, como el Hijo;

haríamos agravio a Dios no poniendo los ojos totalmente en Ti, Cristo...

Dios te nos ha dado por hermano, compañero y maestro...

Te miramos a Ti, Hijo de Dios, sujeto a Él y sujetado por su amor,

y afligido..., y humanado...

En Ti, Jesús, mora corporalmente toda plenitud de divinidad;

nos hemos de guiar por tu ley...”, por tu humanidad. 

(Juan de la Cruz: Subida del monte Carmelo, II, 22, 3ss).

Queremos, Jesús,“ no ser sordos a tu llamamiento:

sino prestos y diligentes para cumplir tu santísima voluntad...;

contentos de comer como tú, y así de beber y vestir, etc;

asimismo, de trabajar contigo en el día y vigilar en la noche, etc.;

porque, siguiéndote en la pena, también te sigamos en la gloria...”: 

llevando una “existencia según pobreza, oprobios, humildad,

y de ahí todas las virtudes”;

rechazando una “existencia de riquezas, honores y soberbia,

y de ahí todos los vicios”

(S. Ignacio: EE n. 91, 93, 95, 142, 146).

Adorándote en el pesebre, Jesús de todos:

“por imitarte y parecernos más actualmente a ti, Cristo nuestro Señor,

queremos y elegimos más pobreza contigo, pobre, que riqueza,

oprobios contigo, lleno de ellos, que honores,

y deseamos más ser estimados por vanos y locos por ti,

que primero fuiste tenido por tal,

que por sabios y prudentes en este mundo”

(S. Ignacio: EE n. 167).

Preces de los Fieles (Natividad del Señor. 25.12.2023)

La Navidad nos acerca a Jesús, que nace pobre, entre los pobres y marginados. Su vida es “alegría para todo el pueblo”: estuvo de los que sufren, alivió el dolor, ayudó a vivir a todos. Pidámosle vivir su “alegría” diciendo: “Queremos alegrar la vida, como tú, Señor”.

Por los cristianos:

- que conozcamos mucho a Jesús;

- que “no seamos sordos a su llamamiento”.

Roguemos al Señor: “Queremos alegrar la vida, como tú, Señor”.

Por las intenciones del Papa (diciembre 2023):

- que “las personas con discapacidad sean el centro de atención social”;

- que “las instituciones promuevan programas de inclusión y participación activa”.

Roguemos al Señor: “Queremos alegrar la vida, como tú, Señor”.

Por la humanidad:

- que progrese en derechos y deberes humanos;

- que sea capaz de eliminar toda violencia.

Roguemos al Señor: “Queremos alegrar la vida, como tú, Señor”.

Por los dirigentes de los pueblos:

- que no mientan ni prometan lo que no están dispuestos a cumplir;

- que busquen el bien común, y cuiden de los más débiles.

Roguemos al Señor: “Queremos alegrar la vida, como tú, Señor”.

Por las diversas religiones:

- que ofrezcan con libertad sus propuestas de vida;

- que no dividan y, menos, enfrenten a los ciudadanos.

Roguemos al Señor: “Queremos alegrar la vida, como tú, Señor”.

Por los más débiles (enfermos, sin techo, parados...):

- que no pierdan su dignidad humana y de hijos de Dios;

- que miren a Jesús y se animen a trabajar por superar su situación.

Roguemos al Señor: “Queremos alegrar la vida, como tú, Señor”.

Por esta celebración:

- que sintamos tu presencia, pobre y hermana, en medio de nosotros;

- que nos alegre tu mirada amorosa y compasiva.

Roguemos al Señor: “Queremos alegrar la vida, como tú, Señor”.

Jesús de Nazaret, te veneramoscomo hermano y amigo. “No queremos ser sordos a tu llamamiento, sino prestos y diligentes para cumplir tu santísima voluntad”; queremos vivir “contentos de comer como tú, y así de beber y vestir... Queremos trabajar contigo en el día y vigilar en la noche... Queremos seguirte en la pena y en la gloria”, a ti que vives por los siglos de los siglos.

(S. Ignacio: EE n. 91, 93, 95).

Amén.

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