Valencia y Orihuela han comenzado a suspender actos Alicante suspende su Semana Santa

Cristo del Salvador,  junto al mar.
Cristo del Salvador, junto al mar.

La Semana Santa de Orihuela se remonta al siglo XVI y es la más histórica y tradicional de las celebraciones populares de España.

La Semana Santa de Valencia es marinera y ha comenzado a suspender el tradicional Pregón en la iglesia que construyeron los pescadores.

La suspensión en Alicante ha sido a sugerencia de las autoridades sanitarias y del Ayuntamiento.

Tras las suspensión de las Fallas de Valencia, le viene ahora el mazazo de la suspensión de la Semana Santa que en esta ciudad es marinera, de los barrios de pescadores y marinos apostados junto al mar en el Cabanyal, Canyamelar y Grao. De momento, ha sido cancelado el tradicional Pregón en la Igglesia de Nuestra Señora de los Ángeles del Cabanyal construida por los pescadores y para pescadores y su familia, una de cuyas torres campanarios servía de faro, al estar cerca de la línea de costa. El último Pregón, el del año pasado, me cupo el honor realizarlo a mí, entrañable acto que es el pistoletazo de salida de todas las celebraciones en la que son activos protagonistas estibadores, portuarios, marineros y pescadores.

El Consejo de Gobierno de la Semana Santa Marinera acaba de acordar la suspensión de los actos a celebrar durante el mes de marzo, entre ellos la I Muestra de Música Religiosa, y están en el aire los demás actos, procesiones especialmente, del mes de abril, Para ello se reunirán Ayuntamiento, Arzobispado y Junta de Gobierno de la Semana Santa Marinera para, a la vista de la evolución de la pandemia, determinar qué hacer.

Las Hermandades y Cofradías de la ciudad de Alicante han acordado por unanimidad suspender todas las celebraciones de Semana Santa, mientras que la de Orihuela de momento ha comenzado a suspender los actos preliminares, a la espera de la evolución de la pandemia del coronavirus.

No quieren que ningún caso de coronavirus se deba al desarrollo de ningún acto de Semana Santa, ni entre los participantes en los mismos, ni entre los espectadores. Ambas semanas reúnen a miles de personas en sus actos de calle. La de Orihuela es una de las más históricas y tradicionales de España.

A la reunión de Alicante asistieron el presidente de la Junta Mayor de Hermandades, Alfredo Llopis; los Hermanos Mayores de las 28 cofradías; y el concejal de Fiestas, Manuel Jiménez. Al final de la reunión, se emitió el siguiente comunicado oficial:

“En la Asamblea General Extraordinaria celebrada en la tarde de hoy, en la Casa de la Festa Manuel Ricarte de Alicante, a la que han asistido la totalidad de las Hermandades y Cofradías que forman parte de la Junta Mayor, con la presencia del Concejal de Fiestas del Excmo. Ayuntamiento de Alicante y, siguiendo las recomendaciones de las Autoridades Sanitarias y del Ayuntamiento, se ha tomado la decisión, por unanimidad de todos los asistentes, de suspender todos los actos organizados por la Junta Mayor y por todas las Hermandades y Cofradías de la ciudad.Esta difícil decisión se ha tomado con total responsabilidad y en beneficio de todos los ciudadanos de Alicante, de aquellos que pudieran visitar nuestra ciudad en esas fechas, y en solidaridad co todos los afectados por esta triste y preocupante situación.”

Orihuela
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Suspensión parcial en Orihuela

La Junta Central de la Semana Santa de Orihuela se reunió anoche en una sesión extraordinaria para aprobar las medidas a adoptar por la epidemia de coronavirus. Los presidentes de las distintas cofradías y mayordomías han decidido suspender todos los actos cuaresmales, entre ellos el pregón y las jornadas gastronómicas de Cuaresma. El presidente de la Junta, José Sáez, señaló que esperarán unos días para ver cómo evoluciona la pandemia para plantear la suspensión de todos los actos.

Los orígenes de la Semana Santa de Orihuela, están ligados a la Capilla del Loreto, ubicada en la Calle Mayor, junto al Palacio Episcopal. Fundada en 1536, allí tenían su sede cuatro cofradías con las invocaciones del Santísimo Sacramento, Purísima Sangre de Cristo, Nuestra Señora de Loreto y Nuestra Señora de los Desamparados. Sus obligaciones eran proveer la cera que se consumía en la Catedral y enterrar a los que morían desamparados y sentenciados por la justicia. Para realizar estos deberes, tenían una fábrica de cera y pedían limosna en una procesión que se organizaba el Viernes Santo por la tarde. A esa procesión conocida como La Procesión de la Sangre de Cristo, se unían los ciudadanos que habían formado la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, establecida en la Catedral, pero con su imagen principal en el Loreto. 

Desfilaban en total cuatro pasos que representaban a Nuestro Padre Jesús Nazareno, Jesucristo clavado en la Cruz, el Descendimiento y Nuestra Señora de la Soledad. Acompañando cada insignia, iban los cantores y músicos de la Catedral, dirigidos por su maestro de capilla. Desde 1602, tenemos constancia documental de que el ayuntamiento pagaba las antorchas de cera blanca y roja que utilizaban los jurados que acompañaban la procesión.

 En 1622 se firma una concordia entre los mayordomos de la Soledad y del Santísimo Sacramento para evitar los disgustos entre los mayordomos de ambas cofradías, cuando pretendían llevar la procesión por distintos itinerarios. Se acuerda un recorrido fijo, además de pasar por el interior de la Catedral y de la Parroquia de Santa Justa, entrando por una puerta y saliendo por otra.

 A mediados del siglo XVII comienza a salir del Convento de los Franciscanos una nueva procesión Viernes Santo por la mañana. En ella se pedía limosna invocando a Nuestro Padre Jesús Nazareno y surgen diferencias con la del Santísimo Sacramento, que hacía lo mismo por la tarde. En 1661 firman una concordia donde se reconoce que es esta última –desde tiempo inmemorial-la que tenía la imagen de Jesús Nazareno y las demás insignias de la Pasión de Cristo.

 En los últimos años del siglo XVII, además de los mercaderes que ya colaboraban en la procesión de la tarde de Viernes Santo llevando el Santo Cristo, se incorporan los panaderos y horneros que desde 1692 sacan La Oración en el Huerto y el Gremio de Labradores que en 1695 sacan el conocido paso de La Diablesa, realización del imaginero fray Nicolás de Bussy.

 En 1712, tras el paréntesis de la Guerra de Sucesión, volvieron a salir las procesiones y a mediados del siglo XVIII se crean dos nuevas cofradías, la de Nuestra Señora de los Dolores y la Real Congregación de Nuestra Señora del Pilar contra el Pecado Mortal. Ésta última se realizaba Jueves Santo y era conocida como la procesión “de los Pasos de Cristo”. Constaba de siete insignias realizadas por prestigiosos escultores, entre ellas El Lavatorio -1758-, San Pedro Arrepentido -1759- y el Pretorio y casa de Pilato -1777-; todas ellas creadas por Francisco Salzillo. En esta procesión ya salían “armados vestidos con yerros”, bocinas y tambores.

 En el siglo XIX, después del paréntesis ocasionado por la Guerra de la Independencia, el fraile franciscano Mariano de la Concepción Luzón hace que se renueven algunos pasos, salgan los “armaos”, se organice de nuevo la de Nuestra Señora del Pilar y que en 1852 Nuestro Padre Jesús de la Caída –obra realizada por Salzillo en 1770- salga el Martes Santo desde la iglesia de San Gregorio. Ya a mediados de siglo se celebran procesiones Domingo de Ramos, Martes, Miércoles, Jueves y Viernes Santo.

 Después de la última Guerra Civil, las procesiones empiezan a brillar de nuevo. Desde entonces hasta nuestros días se ha incrementado el número de pasos y creado nuevas cofradías, alcanzando una gran solemnidad con una participación masiva de nazarenos y de público, tanto local como foráneo, que acude a contemplar nuestra Semana Mayor.

Todo este legado que se ha acumulado durante siglos es un orgullo para Orihuela y se puede contemplar en iglesias y conventos donde algunas imágenes tienen culto y sobre todo en el Museo de Semana Santa.

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