Las primeras comuniones no serán este año en los meses de abril y mayo, en el  tiempos en que la Iglesia siempre ha instado a comulgar para cumplir con el precepto Pascual, al menos una vez  al año y por Pascua florida. Un mes en el que además se rendía especial homenaje a la Virgen, el Mes de María, el mes de las flores, al que se encadenaba el mes de junio con las fiestas de Corpus, en las que tenían su papel importante los primo comulgantes.

Este año mayo aún estará manchado por el coronavirus por sus flecos y secuelas, epidemia que en Valencia, además de las celebraciones de la populosa Semana Santa Marinera, anulada ya, se lleva camino de suspender las importantísimas y entrañables fiestas de la Virgen de los Desamparados, Patrona de Valencia y su histórico Reino, el buque insignia de las celebraciones religiosas, signo de identidad del pueblo. Y quien sabe si se podrá celebrar las fiestas de Corpus Christi tan enraizadas en la ciudad desde el siglo XIV, cuya procesión es el despliegue de la Historia de la Salvación escenificada por las calles y plazas de la urbe.

El Arzobispado de Valencia ve la necesidad de posponer la celebración de las Primeras Comuniones y Confirmaciones, a los meses de septiembre y octubre, dadas las circunstancias actuales de emergencia sanitaria. Septiembre suele ser un mes tranquilo, pero en octubre se entra en las fiestas patrias del 9   conmemorativas de la Reconquista, que suelen tener una fuerte connotación política y reivindicativa. Mal mes éste para las manifestaciones religiosas y más infantiles.

La decisión tomada ha sido a resultas de las  numerosas preguntas que llegan al Arzobispado, tanto de párrocos, como de padres y todos los colectivos relacionados con estas celebraciones, “en primer lugar, señalar que todos -sacerdotes, padres, distintos profesionales involucrados en esta cuestión- estamos sujetos a las directrices que nos den las autoridades gubernativas y sanitarias, las cuales, como se viene observando, pueden ir variando según la evolución de esta pandemia” y  "como consecuencia inmediata y dadas las circunstancias actuales, manifestamos que lo más prudente es posponer la celebración de las Primeras Comuniones y Confirmaciones a los meses de septiembre y octubre".

 No obstante,los cambios de fechas atenderán siempre a la evolución del estado de alerta y emergencia sanitaria. De momento, se recomienda el aplazamiento, y "manifestamos que lo más prudente es posponer estas celebraciones" caso que estuvieran programadas para mayo, junio o julio del presente año. De paso, se recomienda “sobriedad en dichas celebraciones, más si cabe en estos momentos de dificultad".