La subdelegada del Gobierno en la provincia de Alicante, Araceli Poblador, ha denegado el permiso solicitado por el Ayuntamiento de Alicante para la tradicional bendición de la ciudad que se hace todos los años el segundo jueves después del Jueves Santo desde lo alto del castillo de santa Bárbara en la popular romería de la Santa Faz.

 En la petición del Ayuntamiento se hacía constar que la bendición se realizaría sin acompañamiento de públicos, sólo por el portador oficiante de la Santa Faz. La respuesta de la representante del Gobierno central ha sido que tal hecho no está contemplado ni “amparado” por la normativa del estado de alarma a causa de la pandemia del Covid19, concretamente en el artículo 7º del R.D. 463/20, del pàsado 14 de marzo.

 La Subdelegación del Gobierno considera que el acto solicitado para la salida extraordinaria de la reliquia de la Santa Faz del monasterio para bendecir desde el Castillo de Santa Bárbara la ciudad el próximo día 23 con motivo de la pandemia de coronavirus no está amparado en el articulo 7 del decreto de estado de alarma.

Tras tener conocimiento de la respuesta de la subdelegada del Gobierno, el alcalde ha manifestado que "sentimos que el Gobierno de España no haya tenido en cuenta esta sensibilidad hacia muchos miles de los alicantinos a los que esta bendición de la Santa Faz desde el Castillo supone una ilusión, esperanza y una motivación más en estos momentos tan duros que estamos viviendo todos".

La Santa Faz fue llevada al castillo que corona la ciudad para bendecirla con ocasión de las epidemias que la afectaron en 1648, 1804, 1854, 1865, 1870 y 1885, que generalmente llegaron por mar al puerto situado a los pies de la misma.

 El Ayuntamiento de común acuerdo con el Cabildo de la concatedral de Alicante habían decidido, suprimida la romería por razones obvias, sustituirla por la bendición de la ciudad simplemente el próximo jueves 23 de abril, el Cabildo de la Catedral lo comunicó a la Delegación del Gobierno y el alcalde de la ciudad a la subdelegación del Gobierno, que no ha autorizado el acto de bendición mediante escrito. La respuesta ha sido total prohibición.

La resolución gubernamental ha sido recurrida –según fuentes municipales- por el propio alcalde, Luis Barcala, argumentando que en el Real Decreto citado se contempla que las ceremonias religiosas están permitidas siempre que se cumpla las condiciones de seguridad en la celebración y con la concurrencia de pocas personas, como los entierros. Por esta razón, el alcalde pide a las representantes del Gobierno central autoricen la bendición de la ciudad con la Santa Faz.

 El presidente de la Diputación, Carlos Mazón, se ha solidarizado con el alcalde y pide igualmente se anule dicha resolución, motivada a su entender por motivos de índole política de los socialistas, y no se pongan trabas a dicho acto de bendición, no sosteniéndose jurídicamente la resolución gubernativa ahora impugnada.