La trama Gürtel denominó “Operación Opas” a la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia, según declararon dos policías testigo peritos, pertenecientes a la Udef, en la sesión del juicio celebrado hoy en la sección segunda de la Audiencia Nacional, que investiga uno de los 11 contratos troceados que logró con la ocasión y que supuso una cantidad d 7,5 millones de euros para sus arcas.

Los dos investigadores fueron desgranando minuciosamente la ingeniería financiera de empresas pantallas superpuestas, que alcanzó hasta paraísos fiscales, ofreciendo numerosos detalles de la forma de operar la banda liderada por Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Crespo, a la que en este caso se unió el director de la Radio Televisión Valenciana, Pedro García Gimeno, beneficiarios directos de 3.5 millones de euros, aparte de otros pagos en especie. Estos son los principales acusados, pero hay en el banquillo otros 17 que participaron en distinto grado y responsabilidad.

Los más destacados, según declararon los investigadores, tuvieron reuniones frecuentes con Juan Cotino (ya fallecido) y Antonio Corbí, secretario del cardenal arzobispo Agustín García Gasco Vicente, así como con otros miembros de la Fundación del V Encuentro Mundial de las Familias, entre ellos el vicepresidente de la Generalitat Valenciana, Victor Campos, y el concejal del Ayuntamiento de Valencia y director del Instituto Valenciano de Finanzas, Enrique Pérez Boada. En casi todas las reuniones, Francisco Correa, (a) Don Vito, insistía, según la policía, que se obviara en todo momento aludir a la Ley de Contratos de la Administración Pública, que lleva un régimen normativo muy estricto.

Los agentes declarantes intervinieron en los registros efectuados en locales de las empresas Gürtel y hallaron abundante documentación en papel y soporte informático, que le sirvió para recomponer el puzzle delictivo que la banda había montado a la salud del Papa, gracias a que habían organizado actos electorales para el PP de Madrid y Valencia, y se habían introducido en el tejido político de la Comunidad Valenciana, lo que les hizo obtener contratos de eventos de diverso tipo.

Volvió a salir en estrados el hecho de que el delegado de Gürtel en Valencia, Álvaro Pérez (a) el Bigotes, marchó a Roma, a donde también fueron Francisco Camps y Juan Cotino, al acto de nombramiento de Antonio Cañizares como cardenal, con el fin de labrar las primeras estrategias de cara a conseguir “postularse como la persona que ejecutaría todos los eventos vinculados a la visita del Papa”.

Como la Fundación del V Encuentro Mundial de las Familias dio a Canal 9 RTVV el encargo de organizar técnicamente tanto la visita del Papa como el Encuentro, la tríada Gürtel estableció buen contacto con el director, Pedro García, en su jerga Peter, al que regalaron un coche de 31.000 euros, mientras que su esposa se compró otro de 54.000 euros. Pedro García además en el reparto de beneficios consiguió 500.000 euros, y estuvo a punto de integrarse en el “trust” de empresas de la Gürtel, porque manifestaba que ya no quería seguirá trabajando en Canal 9, dijeron los policías que habían analizado las grabaciones y cruces de correos de los encartados, a los cuales hacía tiempo que se les seguía la pista.

Solar de las Benedictinas de Zamora

Explicaron los agentes la compleja ingeniería financiera utilizada para canalizar los fondos obtenidos ilegalmente, y uno de esos canales fue la falsa intervención de una empresa intermediaria supuesta venta de un solar de las Benedictinas de Zamora para dar un barniz de blanqueo a parte del dinero que le correspondía a Pedro García. De los 3.5 millones de euros repartidos las principales cantidades lo fueron de esta manera: el 30% para Francisco Correa, el 21 % para pablo Crespo, y el 16,67 para Álvaro Pérez.  El restante fuer para Ramón Balín y Teconsa. Para ocultar la casa que se construyó en Ibiza Correa y la finca que se compró la Nucía, la “canalizadora de fondos” llegó a Holanda y de ahí a las Antillas holandesas.

En noviembre de 2005 ya había borrador de pliego de la licitación de las pantallas y sonorización del viaje del papa, dijeron los investigadores que lo han hallado en los registros a Correa, el cual contenía erratas, errores y faltas de ortografía, que arrastraría el pliego que supuestamente debió hacer Canal 9 RTVV, pues era al único que le correspondía, en su redacción del 6 de abril y posteriores modificaciones hasta el 6 y 9 de mayo, cuando ya se había otorgado el contrato. Y más tarde, con fecha 25 de mayo, se data el informe técnico de la valoración de la oferta, documento que es imprescindible para dar el contrato. Los policías han visto entre el pliego final y los borradores hallados grandes similitudes.

Entre las curiosidades que desvelaron los policías deponentes fue la mentira que plasmaron los Gürtel en su informe de méritos experimentados para acceder a la organización de la visita del Papa en el sentido de que ellos había intervenido en la organización y desarrollo de la boda del Príncipe Felipe con Letizia. Los policías investigaron esta línea y resultó ser falsa.

Cuando los policías preguntaron en la concesionaria por el coche que Álvaro Pérez le compró como pago en especie al director de RTVV se les dijo que ese coche estaba en exposición, no había salido de la concesionaria, cuando se personaron allí y pidieron expedientes de compraventa se les dijo que el coche lo había comprado Álvaro Pérez para un regalo para su mujer y “transcurridos unos meses” lo devolvió.

En el juicio, los agentes que habían pedido información a Tráfico y al Ayuntamiento de Valencia, obtuvieron una curiosa multa que a dicho vehículo, un Mini Cooper blanco, la Policía local le impuso una multa de 150 euros, porque conducía por la plaza de Alfonso el Magnánimo el 24 de agosto de 2008, a las 17, 27 horas, por ir su conductor conduciendo y hablando por el móvil. El nombre del multado es Pedro García.

Los deponentes resumieron su largo interrogatorio diciendo que la trama Gürtel había planeado la captación del adjudicación por la Fundación del V Encuentro Mundial de las Familias y visita del Papa a Valencia, lo que lograron, y de ahí viene la secuencia de reuniones con Juan Cotino, Pedro García y Antonio Corbí, en que se plantea que Canal 9 se encarga de las pantallas gigantes y sonorización, y otros paquetes proveedores… su pretensión  desde el principio era llevarse todos los paquetes, oponiéndose  que intervinieran otras empresas, logrando se troceara todo en 11 contratos, teniendo en cuenta que la primera persona que consiga la monitorización del evento es la que contrata todos los proveedores, negocia el precio y establece el timing, persona que al final fue Pablo Crespo