¿Qué he dicho sobre la Inmaculada Concepción en estos años?
La Inmaculada Concepción: el gesto inmaculado y ruborizado de un "sí"
"Que cada arruga de vuestro rostro contenga un sueño"
Queridos ancianos, desde el fondo del corazón esperamos que cada arruga de vuestro rostro contenga un sueño.
Nunca dejéis de soñar y nunca envejeceréis. El que ya no sueña es viejo y no es cuestión de edad.
Ya sabéis, Dios disfruta haciendo las mejores obras con aquellos que creemos que no tienen nada más que decir y hacer en la sociedad. Para Dios, sin embargo, esto no es así y nadie puede jubilarse.
Sólo dos ejemplos: el primer ejemplo se refiere a Abraham y Sara, un matrimonio de ancianos, a quienes Dios les dio un hijo en la vejez y comenzó con ellos una historia. El segundo ejemplo es San Juan XXIII, el llamado “Papa de transición”. ¿Qué podría hacer un Papa tan anciano aparte de mantener la calma y dejar a los demás tranquilos, simplemente preparándose para el paso supremo a la otra vida? Al contrario, dócil al Espíritu Santo, fue autor de una verdadera revolución en la Iglesia al convocar el Concilio Vaticano II.
Queridos ancianos y ancianas, no os perdáis nunca la expresión: "En nuestros tiempos...". Vuestro momento es hoy. No sólo habéis sido importantes y útiles en el pasado, sino que lo sois hoy, incluso más hoy. Custodiáis el caudal de conocimientos y experiencias que habéis adquirido y los que aún os quedan por adquirir. Sí, porque nunca dejamos de aprender. Nunca perdáis la capacidad de sorprenderos a vosotros mismos.
Vuestra mirada es preciosa. Leemos en vuestros ojos una belleza pura y original, como agua de manantial, como la que contemplamos en los ojos de los niños y que nos inspira una gran ternura y un profundo cariño y respeto.
Con vuestra deficiente memoria nos recordáis las cosas esenciales. Con vuestro ritmo lento, nos obligáis a reducir nuestro ritmo, a menudo frenético. Con vuestra imaginación devolvéis la alegría a nuestros días, que a menudo son demasiado serios.
Si tenéis una ansiedad es la del Cielo, la casa del Padre, el abrazo de la Madre, y el banquete de todos los hijos.
También te puede interesar
¿Qué he dicho sobre la Inmaculada Concepción en estos años?
La Inmaculada Concepción: el gesto inmaculado y ruborizado de un "sí"
"Nada es tan fácil como parece…"
El caso de las monjas de Belorado: ¿Cuánto hay de verdad en la Ley de Murphy?
"Vivir cristificados para sumergirnos conscientemente en ese 'todavía no'"
Vivir cristificados es la tensión del Adviento
Para que este hecho deje de ser el sempiterno campo de batalla ideológico
Carta a los políticos con motivo del recuerdo – conmemoración de los 50 años del fallecimiento de Franco
Lo último
Trilogía narrativa de Cuentos Urbanos
Así cuentan sus historias los Monjes Urbanos en Navidad, Año Nuevo y Epifanía