Elogios al sacerdote italiano raptado en Níger: "Se sentía rehén de su gente" Muere un cura nigeriano pocos días después de lograr escapar de sus secuestradores

Un sacerdote católico nigeriano ha muerto pocos días después de lograr escapar de las manos de sus secuestradores. Se trata del p. Louis Odudu, fallecido en un hospital en Warri, en el estado de Delta (sur de Nigeria), el 19 de septiembre, cuatro días después de escapar de la guarida de sus secuestradores.

Las causas de la muerte no son claras, pero se sospecha que están relacionadas con las circunstancias del secuestro y de la fuga del sacerdote.

El gobernador del Estado del Delta, Ifeanyi Okowa, ha expresado sus condolencias a Su Exc. Mons. John 'Oke Afareha, Obispo de Warri, por la trágica muerte del padre Odudu. El gobernador también ha reiterado el compromiso de su gobierno "para garantizar la seguridad tanto de las vidas como de los bienes".

El p. Odudu, que había sido ordenado sacerdote en la diócesis católica de Warri en 1987, trabajó en el Reino Unido durante años. Regresó a Nigeria hace unos cinco meses, momento en el que fue secuestrado.

El padre Odudu actualmente era capellán del Seat of Wisdom Catholic Chaplaincy of the Petroleum Training Institute. Anteriormente, había sido secretario general adjunto en la Secretaría Católica de Nigeria.

Varios sacerdotes católicos han sido secuestrados en el estado de Delta. Solo en 2018 cinco sacerdotes fueron secuestrados para obtener un rescate en este estado del sur de Nigeria.

P. Pierluigi Maccalli


Elogios al sacerdote italiano raptado en Níger: "Se sentía rehén de su gente"

Mientras tanto, el padre Mauro Armanino ha elogiado a su compañero p. Pierluigi Maccalli, secuestrado en Níger el pasado 17 de septiembre.

"Después de todo, la misión no es más que convertirse en rehenes de los pobres y del Evangelio. Exactamente como ha hecho Dios que ha tomado como 'rehén' al p. Pierluigi": así lo comenta a la Agencia Fides el padre Armanino, misionero de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA) que vive en Niamey, comentando el secuestro de su hermano de comunidad, el p. Maccalli. El misionero residía en el pueblo de Bomoanga, "un lugar que ni siquiera está mencionado en los mapas geográficos de la región", señala Armanino.

El misionero recuerda que la residencia del p. Maccalli "estaba abierta las 24 horas del día, para recibir visitas, enfermos y necesitados de ayuda. No era extraño que por la noche alguien golpease a su puerta y que él abriese sin vacilar a pesar de las tensiones que existen en la zona", donde actúan varios grupos armados, grupos de autodefensa surgidos para combatir el crimen local. "Pero nadie se imagina que algo tan lejano como el yihadismo pudiese infiltrarse entre ellos", señala el p. Mauro.

El misionero SMA recuerda a Fides que se trata del octavo rehén en el área del Sahel: el último en orden cronológico es un agente humanitario alemán, secuestrado el pasado mes de abril en la frontera con Mali, en la misma gran zona donde actúan los grupos armados. El p. Armanino concluye: "Pierluigi se sentía rehén de su gente. De los niños enfermos que llevaba a la ciudad y de aquellos con problemas por falta de comida. Organizaba viajes internacionales para brindar atención médica a aquellos que no podían recibirla en el lugar. Y hace algún tiempo había comenzado a reunirse y acompañar a jóvenes, adultos y familias. La suya es realmente la iglesia de los pobres, auténticos reyes de su vida. Por esto solía llamar a su iglesia la 'basílica' de los pobres".

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