Místico cristiano y profeta del Islam LOUIS MASSIGNON MÍSTICO CRISTIANO Y PROFETA DEL ISLAM

Louis Massignon (1883-1962) ha sido un genio singular, un erudito, considerado uno de los espíritus más excepcionales de la sabiduría contemporánea

Su vida estuvo unida siempre a los problemas del Cercano Oriente Realizó diversas misiones diplomáticas en la política árabe de Francia, luchando por la descolonización y los oprimidos en Egipto, Madagascar y Marruecos

Entre sus amistades ocupó un lugar privilegiado Carlos de Foucauld cuya amistad se mantuvo durante toda la vida a través de una correspondencia epistolar fluida (80 cartas), y un encuentro personal en Paris ,donde pasaron una noche en adoración del Santísimo y prometieron pedir cada día uno por otro durante el Angelus. Foucauld fue su inspirador espiritual y maestro, ayudándole a perfilar su vocación y al que llamará “hermano mayor”, “hermano en la fe”

Atraído por las doctrinas filosóficas musulmanas llegó a un profundo conocimiento de la mística sufí, Llevó a cabo en su tesis doctoral un magistral estudio de ”la pasión de Al Hallaj“ místico y mártir sufí que murió crucificado en Bagdad en el año 922. A partir de este momento no cesará de buscar puntos de contacto entre las dos religiones

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Novedad editorial producida por Ediciones Anawim.

De personalidad muy rica y polifacética y con un pensamiento versátil, todos los conocimientos científicos en filología, historia, geografía, arqueología que enseñó y practicó en distintas universidades de Francia y el mundo árabe, en sus manos se trasformaron en una ciencia de la compasión en pro de acoger la Hospitalidd Universal.

Su vida estuvo unida siempre a los problemas del Cercano Oriente Realizó diversas misiones diplomáticas en la política árabe de Francia, luchando por la descolonización y los oprimidos en Egipto, Madagascar y Marruecos. Siendo durante un tiempo “el alter ego” y rival de Lawrence de Arabia. Massignon tuvo el mérito de haber cambiado la visión europea del Islam.

También estuvo presente en múltiples ámbitos culturales de su tiempo, como la escritura, la filosofía, la justicia y la religión contando con grandes amigos en todos ellos. Entre sus amistades ocupó un lugar privilegiado Carlos de Foucauld cuya amistad se mantuvo durante toda la vida a través de una correspondencia epistolar fluida (80 cartas), y un encuentro personal en Paris ,donde pasaron una noche en adoración del Santísimo y prometieron pedir cada día uno por otro durante el Angelus. Foucauld fue su inspirador espiritual y maestro, ayudándole a perfilar su vocación y al que llamará “hermano mayor”, “hermano en la fe”.

Enamorado del islam, fue uno de los más grandes orientalistas en una época en que esta disciplina era todavía relativamente desconocida. Fue un católico que entendió el estudio y conocimiento riguroso del Islam, como expresión de servicio cristiano y que removió cielo y tierra para lograr el encuentro pacifico entre cristianos y musulmanes

Atraído por las doctrinas filosóficas musulmanas llegó a un profundo conocimiento de la mística sufí, Llevó a cabo en su tesis doctoral un magistral estudio de ”la pasión de Al Hallaj“ místico y mártir sufí que murió crucificado en Bagdad en el año 922. A partir de este momento no cesará de buscar puntos de contacto entre las dos religiones.

Además se acercó al Islam con una actitud franciscano –foucauldiana a través de la oración, la fraternidad y la renuncia a la voluntad de poder, como habían hecho antes Francisco de Asís y Foucauld. Al final de su vida lo llamaran también “Cheik admirable” en recuerdo al gran Teólogo y filósofo catalán Raimon LLull cuyas intuiciones evangelizadoras básicas iban también en esta línea. Había sido hermano franciscano terciario además de Hermano de la Unión del Sagrado Corazón de Carlos de Foucauld.

Luis Massignon jugó un papel, frecuentemente oculto, en la política árabe de Francia. Formó parte de numerosas comisiones como experto, y desde 1945 fue un embajador cultural de Francia en el conjunto del mundo árabe-musulmán. Cuando se retiró del Colegio de Francia, se implicó en todas las luchas por la descolonización, defendiendo la causa de los oprimidos en el seno del Comité Francia-Magreb y del Comité Cristiano de entendimiento Francia-Islam, tanto en Egipto, en Madagascar o en Marruecos donde ayudó a liberar a Sidi Mohammed V. Con Algeria le quedará el sentimiento de “una ocasión perdida”. Sus métodos de acción, como el ayuno semanal, la peregrinación, las acciones no-violentas, sorprendieron tanto a sus adversarios como a sus aliados.
Lo que Luis Massignon nos dejó, la necesidad de “descentrarnos” para poder comprender a nuestro prójimo desde el interior, tiene plena actualidad. Pero la incomprensión frente al mundo del Islam, tan agudizada en nuestros días, confirma sus caminos “proféticos”, como la manera franciscano-foucouldiana de acercarnos a nuestros hermanos musulmanes, en una hospitalidad compartida, que le llevaba a dar su vida

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