Nelson Cotto Aponte

Reflexión general

Tenemos que entender que la naturaleza es sabia en sus procesos. Uno de ellos es la migración de las especies. Algunas razones son por sobrevivencia, como parte de un proceso de adaptación en su hábitat, como parte de su crecimiento y mantenimiento de la especie, también por transformación biológica o evolutiva y protección. Lo interesante es que los seres humanos también participamos de procesos migratorios.

La movilidad humana presenta que, en la población mundial, más de 300 millones de personas migran. Esto quiere decir, que, por diversas razones, muchas personas no se quedan en su país natal. 

Considerando lo anterior, la migración puede entonces ocurrir por opción o por las circunstancias. Un factor en el desplazamiento de las personas a otro país es por la fuerza o sea por conflictos, violencia, desigualdad… otros por su derecho natural de mejorar sus condiciones de vida y buscar progresos que su país no ofrece. Nadie se movería si no ve en su interior el riesgo de permanecer en su situación y que este supera los riesgos de movilizarse a otra tierra. Así las cosas, hay identificado un denominador común: la injusticia y desigualdad que empuja a la gente a movilizarse a otro país.

Esa realidad migratoria es un gran desafío para todo el mundo que se constituye en un país de destino para las personas. Requiere entonces regulaciones, llámense leyes, políticas o mecanismos, pero que sean sensiblesa la realidad y sobre todo justas. Es claro que lo que realiza EU no es ninguna de las 2. Son determinaciones cargadas de prejuicio y sobre todo de miedo, disfrazándolo con la idea de seguridad nacional.

Criterios que debemos considerar para mantener una lucha en defensa de los migrantes

Al ser un desafío humano, es necesario utilizar criterios humano-cristianos. Solidaridad, justicia, Asistencia al vulnerable, gestos que mantengan la dignidad de la persona. Bíblicamente, Jesús de Nazaret nunca condicionó su amor a aspectos morales en las personas o territoriales. Se identificó con el extranjero y el pobre y solo esperaba de esas personas que tuvieran fe. Los migrantes se lanzan con incertidumbre, pero de seguro con fe. Nos toca a nosotros alimentar y preservar esa fe con gestiones concretas.  

Como es de esperarse, no podemos contar con el estado ya que no es un lugar seguro al responder con lealtad a la “corona” y coloca las ayudas y su imagen ideológica partidista por encima de las personas.

Entonces queda en manos de las organizaciones de fey base comunitaria asumir los esfuerzos. La clave es desarrollar iniciativas que permitan:

- Acoger al que viene en tránsito o para aquellos que buscan hacer del país su destino

- Proteger personas y familias migrantes de políticas injustas

- Promoción humana

- Integrar a la comunidad general con oportunidades laborales, de salud y otros derechos humanos.

Se trata de acciones llenas de prejuicios, racismo, de miedo y represalias o castigos a no alinearse a acciones de los Estados Unidos. Procuran doblegar las soberanías políticas con estas gestiones y establecer reglas desiguales e injustas a esas economías periféricas. Estados Unidos dejó de proyectarse como el país de las libertades y de la democracia y el sueño americano es una verdadera pesadilla.

Ejemplos de estrategia

- En el caso de la Iglesia metodista, algunas de sus capillas se encuentran localizadas en sectores donde proliferan personas migrantes y entran en contacto directo con sus necesidades y desarrollan actividades de concientización, talleres educativos vocacionales para adquirir destrezas ocupacionales y promover iniciativas. En resumen, tienen una línea clara en la defensa de los derechos de los migrantes.

-El colegio de abogados de Puerto Rico está a la disposición para orientar y defender a las personas en estatus migratorio. 

-En la Diócesis de Caguas se encuentra una estructura llamada Red de Esperanza y Solidaridad (REDES), antes conocida como “Guerra contra el Hambre”, que desarrolla capacitación sobre el tema y apoya iniciativas de promoción humana. 

Estrategias recomendables para enfrentar esta crisis social en la que está como cómplice el gobierno de Puerto Rico y otros países

- Revisar prejuicios y la discriminación a base de nacionalidad, desarrollo de leyes migratorias sensibles y de protección para evitar la explotación de migrantes.

- Educar en las escuelas e iglesias el respeto y el diálogo intercultural y eliminar rastros de xenofobia.

- En el desafío de reintegrar a las personas una vez deportados a su país de origen, brindar unas mínimas garantías de reintegraciónen sus respectivos países, a saber: regresarlo con algún apoyo económico con el/la migrante para colaborar en su transición y coordinar y apoyar a organizaciones de base comunitaria de los países de origen que atienden la realidad migratoria.

Como laico católico, recomendaciones a la Iglesia

Sugerimos lo siguiente: 

-Acompañar pastoralmente (apoyo espiritual, Asistencia con Bienes materiales y emocionales)

-Incluir en nuestras liturgias el tema, predicarlo y analizarlo para poder orarlo.

-Acompañar a familias en gestiones relacionadas a sus necesidades básicas y sus derechos.

-Integrar a aquellos que han hecho de PR su país de destino

-Que la Iglesia Católica en Puerto Rico como institución, se exprese públicamente y manifieste su posición a favor del migrante y que lo justifique bíblicamente y a través de la aplicación de la doctrina social, para que los miembros de fe constituyan la Iglesia, centros y casas en un espacio seguro para migrantes.  

Consideraciones finales

Tanto en el primer testamento, como en el nuevo, por ejemplo San Pablo, enseña que Dios es “soberano” sobre las fronteras de las naciones y que las establece con el propósito de que las personas se encuentren en un tiempo y lugar determinados, para que le busquen y lo conozcan (Hch 17:26-27). 

Dicho esto, las fronteras no deben ser para dividir sino para encontrarnos. Hay que reconocer que cada migrante es un ser humano con dignidad, con historia personal, pero también con un legado cultural único. Son proyectos humanos que tienen un potencial desarrollo y de enriquecimiento con otros espacios culturales. 

¿Seremos capaces de vivir la promoción del reino en esa realidad migratoria y transmitir esperanza? 

"Cada migrante es un ser humano con dignidad, con historia personal, pero también con un legado cultural único"