"El libro más vendido del mundo, que muchos solo tocan para sacarle el polvo" Omella: "¿Cuándo fue la última vez que abrimos una Biblia?"

¿Están en la Biblia las respuestas a todas las preguntas del hombre de hoy?
¿Están en la Biblia las respuestas a todas las preguntas del hombre de hoy?

"Es bueno que leamos el texto sagrado como voz de Dios en nosotros, ahora y aquí, en nuestro presente y para nuestro presente"

¿Cuándo fue la última vez que abrimos una Biblia? Esta pregunta quizás es mejor no hacerla en las asambleas y encuentros de católicos. Si bien la Biblia es el libro más vendido en todo el mundo, para muchos suele ser un objeto decorativo, que apenas se toca si no es para sacarle el polvo. Tristemente nos perdemos una de las lecturas que más puede transformar el corazón de una persona.

Probablemente muchos dirán que no abren la Biblia porque no saben ni por dónde empezar, que desconocen la estructura o que los textos no son fáciles de comprender. Pero sea lo que sea, animo a todos a no perder la oportunidad de descubrir este libro tan misterioso, cuya lectura nos abre al encuentro personal con Dios y a acoger su mensaje.

Consciente de la importancia de la Palabra de Dios, el papa Francisco, en su Carta apostólica Aperuit illis, acordó declarar el III domingo del tiempo ordinario como un domingo «completamente dedicado a la Palabra de Dios, para comprender la riqueza inagotable que proviene de aquel diálogo constante de Dios con su pueblo». Es por este motivo que el próximo fin de semana, la Iglesia universal celebrará el Domingo de la Palabra de Dios.

Ciudad Biblia
Ciudad Biblia

Aprovechando esta conmemoración, la semana posterior, del 26 de enero al 1 de febrero, las diócesis con sede en Cataluña celebramos la IV Semana de la Biblia. Bajo el lema «Les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras» (Lucas 24,45), durante esos días se organizarán actividades en las parroquias y comunidades para descubrir los tesoros contenidos en el texto sagrado. Este lema remite al pasaje del Evangelio de Lucas que recoge el encuentro de Jesús resucitado con los discípulos de Emaús y nos quiere significar que Jesús es «el primer exegeta», el primer y mejor intérprete de la Palabra. Asimismo, nos dice San Juan de la Cruz: «Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y esta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del alma». (San Juan de la Cruz. Dichos de amor y de luz. N.99).

Animo a todas las iniciativas parroquiales y de movimientos que promueven una profunda lectura en grupo de la Palabra de Dios. Quiero agradecer la labor de varias editoriales que elaboran materiales que ayudan a los creyentes a una mejor comprensión del texto sagrado.

La lectura atenta, constante y meditada de la Biblia, ha ido guiando la relación con Dios de generaciones de creyentes. El diálogo con Dios se lleva a cabo de manera fecunda cuando la escucha de la Biblia es perseverante y consciente. Es bueno que leamos el texto sagrado como voz de Dios en nosotros, ahora y aquí, en nuestro presente y para nuestro presente.

Queridos hermanos y hermanas, como nos recuerda el papa Francisco «el día dedicado a la Biblia no debe ser “una vez al año”, sino una vez para todo el año, porque nos urge la necesidad de tener familiaridad e intimidad con la Sagrada Escritura y con el resucitado». ¡Buen Domingo de la Palabra a todos!

† Card. Juan José Omella
Arzobispo de Barcelona

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