Jornada Mundial de los Pobres "Una cuestión familiar"

Compasión
Compasión

"La palabra compasión significa 'sufrir con'. Cuando tenemos compasión por alguien, le queremos decir que no está solo, que nos importa, que su dolor también nos afecta. La compasión nos mueve a ayudar, especialmente, a los olvidados"

"La espiritualidad cristiana tiene que unir la oración y la compasión por nuestros hermanos más necesitados"

"León XIV, en su mensaje para esta Jornada, nos anima a llevar una palabra de esperanza a los más pobres"

"Os recomiendo que meditéis durante estos días la primera exhortación apostólica del papa que lleva por título Dilexi te, publicada el mes pasado. El Papa nos dice que la ayuda a los pobres no es solamente un problema social. Se trata de una 'cuestión familiar'"

"Porque los pobres son 'de los nuestros'"

Hoy celebramos la novena Jornada Mundial de los Pobres. La Iglesia recuerda con afecto a todas aquellas personas que en el mundo sufren, porque carecen de una vida digna, porque muchos de ellos no tienen trabajo o no tienen cubiertas las necesidades básicas como una adecuada alimentación, un techo, una educación, una asistencia médica necesaria, etc. A todos ellos, la comunidad cristiana quiere mostrarles su compasión y llevarles una palabra de esperanza. 

La palabra compasión significa «sufrir con». Cuando tenemos compasión por alguien, le queremos decir que no está solo, que nos importa, que su dolor también nos afecta. La compasión nos mueve a ayudar, especialmente, a los olvidados, a los más indefensos y vulnerables. Estamos llamados a hacerlo no solo por caridad, sino también por justicia. Todos tenemos derecho a una vida digna, porque todos somos hijos de un mismo Padre y, en consecuencia, somos hermanos.  

Creemos. Crecemos. Contigo

La espiritualidad cristiana tiene que unir la oración y la compasión por nuestros hermanos más necesitados. Nos lo dice bellamente un sabio judío con estas palabras: «El justo no solo debe dedicarse al estudio de la Biblia y a la oración, sino que también tendrá que ir a menudo al bosque a cortar leña para encender el fuego con el que se calientan los pobres»

Jornada Mundial de los Pobres | El mensaje del Papa León XIV en 10 frases:  “Los pobres no son una distracción para la Iglesia, sino los hermanos más  amados” - Regnum Christi España

El papa León XIV, en su mensaje para esta Jornada, nos anima a llevar una palabra de esperanza a los más pobres. Es por ello por lo que el lema de esta Jornada es: «Tú, Señor, eres mi esperanza (cf. Sal 71,5)». Una esperanza fundamentada en Cristo. Él es nuestra mayor riqueza. Él es el ancla que nos mantiene a flote en medio de las tempestades de la vida. Mostremos a Cristo a nuestros hermanos vulnerables. Él quiere ser su amigo y acercarse a ellos a través de la Palabra, de la celebración de los sacramentos y a través de nuestros gestos de solidaridad y de ternura. 

Los pobres ocupan un lugar especial en el corazón de Jesús. Él se desvivía por ellos, eran los protagonistas de su mensaje. Cristo creía que el testimonio de los pobres nos ayudaba a comprender y a vivir el mensaje del Evangelio. Por ello, en un momento de gran alegría, Jesús exclama: «Te doy gracias, Padre, […] porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños» (Mt 11,25). 

A propósito de esta Jornada, os recomiendo que meditéis durante estos días la primera exhortación apostólica del papa León XIV que lleva por título Dilexi te, publicada el mes pasado. El Papa nos dice que la ayuda a los pobres no es solamente un problema social. Se trata de una «cuestión familiar», porque los pobres son «de los nuestros». Ojalá que nuestra Iglesia sea cada día más un hogar para los más necesitados, un lugar de acogida y de justicia, que abra las puertas a todos sin preguntar, sin pedir nada a cambio. 

Queridos hermanos y hermanas, sigamos las huellas de Jesús y seamos, como Él, amigos de los pobres. Pidamos a la Virgen María que nos ayude a dar consuelo y esperanza a los más necesitados.

SEGUIR LAS HUELLAS DEL MAESTRO – SEGUIR A JESÚS (Lc 9, 51-56) - La Compañía  de María, Madre de los Sacerdotes

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