Excesivo



Yo soy partidario de cierta aproximación al mundo evangélico. Me refiero, claro está, cierta aproximación al mundo evangélico serio, no a los evangélicos y pentecostales atolondrados y sectarios, que hay muchos. Me refiero a los evangélicos serios, que su mensaje y sobre todo sus formas, pudieran ser perfectamente acogidos por un católico. Reconozco en ellos cierta modernidad en la presentación del mensaje cristiano.



Pero de ahí a que seamos nosotros los que nos arrodillemos y que sean ellos quienes nos "impongan las manos", especialmente al Papa Francisco y a sus más próximos colaboradores, como Raniero Cantalamessa, me parece excesivo.

Que 2000 años de doctrina y magisterio excelsos, por mucho que la institución eclesiástica, a lo largo de la historia, haya dejado y deja mucho que desear en sus miembros y en su conjunto, ahogando las infinitas posibilidades que la Revelación posee para los hombres y para los pueblos, en todas las áreas de la existencia y de la convivencia humanas de todos los tiempos, que 2000 años de historia, digo, se arrodillen ante unos, pudiéramos llamar, "aprendices" (en comparación con los 2000 años de experiencia acumulada de la Iglesia, son sólo, en el mejor de los casos, meros aprendices), que lo que han demostrado realmente hacer es manejar el micrófono con cierta soltura y comunicar con alguna destreza ciertas ---¡pero muy poquitas!--- verdades del mensaje cristiano, y que seamos nosotros sola y exclusivamente los que nos arrodillemos y dejemos que nos "impongan las manos", me parece excesivo. Esto no sé si es humildad o humillación.

La formación que reciben los pastores evangélicos en general es ridícula, en tiempo y en contenido, en comparación con los años y los contenidos de formación que reciben los sacerdotes católicos (aunque se echen de menos en ellos los capítulos de comunicación, proclamación y presentación de la palabra); ridícula incluso en comparación con la formación que reciben los mismos laicos comprometidos dentro de la Iglesia Católica. Ni siquiera en conocimientos bíblicos, de los que tanto parecen presumir, tienen una formación bien fundada. La mayoría e ellos no saben ni siquiera de donde proviene su versión de la Biblia. Muchos creen que viene directamente de Dios, más o menos como Mahoma recibió de Alá el Libro Sagrado, como caído del cielo... Muchos hablan de la versión King James, King James Version (KJV), Authorized Version (AV) o King James Bible (KJB), como de ¨la original¨, cuando fue publicada por primera vez a principios del s.XVII en Inglaterra...

Para que se pudiera dar un verdadero encuentro entre los dos mundos católico y evangélico, tiene que quedar muy clara y ser aceptada por todos la premisa y verdad fundamental de la absoluta superioridad magisterial, doctrinal, y en casi todos los órdenes de la Iglesia Católica, en comparación con las iglesias evangélicas, que no resisten en pervivencia el paso de unos cuantos añitos, por muy grande que sea su templo, si es que lo tienen. No hay asomo de comparación.

Sería bueno, por tanto, que se empezaran a ver imágenes del Papa, de sus colaboradores, y de sacerdotes de la Iglesia Católica, imponiendo las manos a los pastores evangélicos, empezando por los primeros, si es que tienen algún tipo de jerarquía, más allá del número de asientos de sus iglesias. Después sería bueno verles comenzar a formarse seriamente en todas las verdades de la Doctrina Revelada, desde los estudios bíblicos (más allá de la memorización de ciertos versículos inconexos de la Biblia e interpretados ¨de aquella manera...¨), pasando por los temas de antropología filosófica y teológica, Mariología, Liturgia y Sacramentos, y demás contenidos esenciales para cualquier creyente. Y que estudien, como mínimo, los años que un laico comprometido dedica a su formación espiritual y doctrinal.

Cuando vea esto, empezaré a creer que verdaderamente hemos entrado plenamente en el camino de progreso en la comunión. Mientras tanto, mientras vea que son ellos exclusivamente los que ¨nos imponen las manos¨ ---¿con qué autoridad?--- y seamos nosotros exclusivamente ---¿por qué?--- los que nos arrodillemos ante ellos, no reconozco todavía la senda de progreso. Estaríamos sólo a mitad de camino.

Quizás tengamos que tener un poquito de paciencia con nuestros "hermanos esperados", pero lo que hasta ahora está ocurriendo, me parece todavía incompleto y además excesivo.
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