Un espíritu renovado El Movimiento Católico Mundial por el Clima cambia de nombre

Del MCMC al MLS
Del MCMC al MLS

Una reflexión desde dentro del Movimiento Laudato Si´, ante el gran reto común que se plantea en esta segunda mitad del año, al que todos estamos llamados y debemos contribuir. Este nuevo compromiso se ve reforzado tras un proceso sinodal de discernimiento para avanzar juntos en el camino iniciado por el MCMC.

El Movimiento Católico Mundial por el Clima nació hace seis años, con un fuerte compromiso de respuesta, al llamado del Papa Francisco, de cuidar de nuestra casa común. Inspirado en el clima y la ecologia, el objetivo es movilizar a los católicos de todo el mundo a poner en practica las propuestas del Papa Francisco en la encíclica Laudato si´. El movimiento no ha parado de ejercer su acción y compromiso, incluso en este tiempo de pandemia, sin embargo, en los últimos tiempos ha llevado a cabo un camino de discernimiento sobre su identidad, estructuras, misión… y ha concluido con un cambio de nombre.

Después de repensar una larga lista, el nuevo nombre es Movimiento Laudato Si´, y es que, este nombre es más corto, más fácil de identificar con el trabajo que realiza el movimiento e invoca más claramente al trabajo de conversión ecólogica que inspira la encíclica.

En este proceso sinodal se ha podido discernir más lucidamente los objetivos que inspiran el movimiento y es que no son otros que la ecologia integral que promueve Francisco desde una visión global y profunda.

La Laudato Si´ está en la génesis del movimiento y los objetivos de la nueva etapa son “ inspirar y movilizar a la comunidad católica para cuidar nuestra casa común y lograr la justicia climática y ecológica”.

Dicho esto, el movimiento tiene mucho trabajo por delante, como son las próximas cumbres de la ONU, una sobre biodiversidad, la COP15, que se llevará a cabo en China, del 11 al 24 de octubre de 2021 y otra sobre el cambio climático, del 31 de octubre al 12 de noviembre en Glasgow.

Ante este panorama mundial en el que las Naciones Unidas están claramente sensibilizadas y comprometidas, el Movimiento Laudato si¨ ha propuesto una iniciativa concreta: “Planeta sano, gente sana”, donde los católicos del mundo podrán firmar una petición para que los lideres mundiales establezcan acuerdos significativos para reparar nuestra casa común.

Es un llamamiento a todos los participantes en las cumbres de la ONU para que reconozcan que el cambio climático y la perdida de biodiversidad están provocados por el hombre y que los compromisos políticos mundiales en estas cumbres deben limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados, disminuir nuestra huella de carbono, reformar el sistema financiero y productivo, así como garantizar los derechos de los pueblos indigenas entre otros.

El Papa Francisco asistirá como un líder más a la cumbre de Glasgow, el próximo mes de noviembre, pero previamente, el día de San Francisco de Asís, el Vaticano organiza el encuentro “Fe y Ciencia: hacia la COP26”, donde lideres religiosos y científicos dirigirán un mensaje de urgencia a los jefes de Estado de todo el mundo.

La humanidad se enfrenta al problema de saber encaminar este proceso de transformación donde “la interdependencia de todo nos lleva a pensar en un solo mundo con un proyecto común” (LS 164) y volviendo al llamado inicial del Papa esto se puede conseguir a través de “un nuevo diálogo sobre cómo estamos construyendo el futuro del planeta” (LS 14). Esto se consigue respetando la diferencia esencial de los seres humanos y reconociendo al otro como un igual.

El compromiso con el medio ambiente es manifiesto desde otros pontificados y desde otras religiones lo que ayudará a que los acuerdos internacionales provoquen el cambio necesario para que desde cada individuo seamos capaces de cuidar el único planeta que tenemos para vivir, que es el Planeta Azul.

Rosa María Quero Pérez
Animadora Laudato Si´ del Movimiento Laudato Si´

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