Un año difícil para el cine que también se ha extendido al cine espiritual. Un buen grupo de películas de interés no han tenido la posibilidad de estrenarse en salas y alguna ha pasado solo por las plataformas. La resaca de los cines tras la pandemia ha volcado al público hacia el cine en casa que normalmente pierde en calidad visual y en profundidad espiritual. Veamos las 10 películas seleccionadas este año como las más relevantes del cine espiritual.

1.       Belfast (2021) Kenneth Branagh

De tono autobiográfico nominada a los Oscar, a los Globos de Oro y al Premio de la Crítica Cinematográfica. Se trata de una tragicomedia, género éste en alza, de forma y fondo comercial y que propone una llamada a la reconciliación desde la bondad de la naturaleza humana, a pesar de todo. En los años 60, en los años de fuego del conflicto de Irlanda del Norte, el pequeño Buddy crece en una familia protestante que intenta bordear el odio para no pasarlo a sus hijos. Y así se enfrentan a una decisión ante la ciudad sitiada por la violencia: o perder las raíces o huir del horror. La ingenuidad del pequeño con sus abuelos, sus enamoramientos escolares y su pasión por el arte, parecen aislarle en una felicidad imposible. A su lado el mundo adulto se vuelve cruel en los enfrentamientos teñidos de religión. ¿Cómo salvaguardar la inocencia en medio del mal? Y aquí la familia y el amor aparecen como lugar de rescate y posibilidad de futuro en una ciudad en llamas.

2.       Tori y Lokita (2022) Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne

Los protagonistas son dos menores emigrantes, una adolescente y un niño, procedentes de Camerún y Benín que van de camino hacia su sueño en Europa. En salida hacia la tierra de una tímida promesa donde vivir y aportar algún dinero a sus familias empobrecidas. Con Tori e Lokita, Premio especial por el 75° aniversario del Festival de Cannes (2022), los hermanos Dardenne dan un nuevo paso al frente en su cine de compromiso social. En la estela de Rosetta (1999), El hijo (2002), El niño (2005), El niño de la bicicleta (2011) o El joven Ahmed (2019) el foco se pone sobre la fragilidad de los pequeños en su lucha por sobrevivir entre riesgos y abandonos. La historia de una amistad nacida en una patera que sortea los peligros de los traficantes, la droga y los narcos. La fuerza de la ayuda mutua donde cada uno sostiene al otro haciendo de dos fragilidades, un baluarte para seguir adelante. Y al final de la escapada, la imposibilidad de tener papeles rompe las esperanzas. Aunque resta la fuerza del más pequeño, héroe en la desolación de una Europa que rompe con sueños que no eran sino espejismos. Cine comprometido con factura sencilla basada en las actuaciones de los jóvenes actores. Los invisibles, los últimos tiene al menos aquí su sitio, levantado para ser una denuncia en medio de la indiferencia.

3.       Mass (2021) de Fran Kranz

La reconciliación es posible. En el salón parroquial de una iglesia episcopaliana en EEUU se prepara un encuentro. Dos matrimonios se verán las caras por primera vez. Gail y Jay viven el duelo por el asesinato de su hijo por un compañero del instituto. Richard y Linda son los padres del muchacho que lo hizo y luego se suicidó. ¿Es posible el perdón en torno a una mesa? Se trata de un viaje difícil de la ira contenida a sacar el dolor, del silencio a la escucha del otro, de la asunción de la herida a la sanación, de sentirse víctimas a la absolución del otro. Este paso de la pérdida y la culpa a la redención, que no deja de ser un salto de gracia, se va dando poco a poco. Para las madres de los chicos el dolor atraviesa sus entrañas. Pero en medio de los símbolos de referencia cristiana y los cantos del coro como voz en off de Dios. Realizada con gran austeridad, en tono teatral que hace descansar la narración sobre las interpretaciones, pero con una gran sutileza en el lenguaje fílmico que permite al espectador reconocer la sinceridad de lo que ve, vivir la emoción y soportar el dolor de los personajes, y reflexionar sobre la justicia restaurativa como mirada trascendente. “Mass” supone un proceso de traducción de la “masa” de la pena lacerante a la “misa” del sacrificio para la misericordia.

4.       Drive my car (2021) Ryusuke Hamaguchi

La fe de Chéjov en una película japonesa de tono intimista, tres horas de duración, y un amplio elenco de reconocimiento de crítica y público. Una exigencia, el ritmo tranquilo de las confesiones entre dos inesperados amigos. Un actor y director de teatro que acaba de enviudar junto a una joven y silenciosa conductora. En el centro del deseo de amar y ser amados, de la mano de Tío Vania. En el trayecto el misterio del otro, hecha evaluación del matrimonio del protagonista. Y allí entre engaños la necesidad del perdonar y ser perdonados, aunque sea tan tarde que la muerte haya marcado las distancia. Un deseo natural que solo puede ser colmado de forma sobrenatural. Con una dirección asombrosa que llega al mínimo detalle, con unas actuaciones memorables en sus silencios confesantes, con medios minimalistas de enorme capacidad expresiva. Y todo ello, con une enorme respeto por el espectador. Para que aporte su propia experiencia a lo que va viendo-sintiendo, casi sin manipulación dejando que se empodere de sus propias reflexiones. Para pensar y gustar internamente.

5.       13 vidas (2022 de) Ron Howard

En el verano del 2018 el mundo asistió a los esfuerzos por salvar a 12 niños y su entrenador asistente atrapados en una cueva en el norte de Tailandia. Ya el documental” Rescate en las profundidades” (2021) de matrimonio de Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin había presentado los riesgos que supuso esta operación y el apoyo de todos los que intervinieron. Ron Howard se propone a través de la ficción presentar un acercamiento casi periodístico a los hechos. Huyendo de una versión de superhéroes despliega una dinámica de solidaridad comunitaria que supone la generosidad de muchos, cruzando fronteras y caracteres individuales. Trasmite la sensación claustrofóbica de la cárcel en el interior de la cueva, la intensidad peligrosa del buceo con pruebas siempre desconcertantes, los ruidos del fondo omnipresentes de las rocas, del agua o de los tanques de aire para dar oxígeno a los atrapados. Y como fondo el altruismo generoso que muestra lo mejor de la condición humana.

6.       Alcarrás (2022) de Carla Simó

Una mirada humanista sobre la resistencia de las personas. En un pequeño pueblo rural que se encuentra cerca de Lleida, asistimos a la crisis que enfrenta una familia que ve amenazada su forma de vida por las leyes de un mercado que no entiende de pasadas promesas. Este trasfondo económico-social es solo el paisaje donde se despliega la vida de esta familia de tono autobiográfico como confiesa la directora. Y allí emerge la hondura de lo cotidiano y la resiliencia entre las tensiones de padres e hijos y el sostén de una amistad nacida de la común pertenencia a tierra y sangre. En la estela de lo mejor de Ermanno Olmi y del realismo cinematográfico. Mas Carla Simó pone su impronta en la mirada a la infancia, protagonista perenne de sus películas, donde crecer significa perder la inocencia, pero sostener la vitalidad en fortaleza con una mezcla de obstinación y rebeldía. Todo un programa de futuro.

7.       Llegaron de noche (2022) Imanol Uribe

En la estela del mejor cine al estilo “Missing” (1982) de Costa-Gavras, y con la inspiración del testimonio de “De dioses y hombres” (2010) de Xavier Beauvois, Imanol Uribe se implica personalmente, de origen salvadoreño, vivió estos acontecimientos como algo próximo. Esta es su aportación para el esclarecimiento de los verdaderos y últimos responsables del asesinato de Julia Elba, Celina Ramos y los seis sacerdotes jesuitas ejecutados el 16 de noviembre de 1989, en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). El cine de la memoria-denuncia como servicio a la verdad, la justicia, la reparación y la reconciliación. Los personajes llegan a emocionar, no solo por su vulnerabilidad sino por la fuerza de sus convicciones. En este sentido, la afirmación de la fe y la oración se resaltan como fuente de confianza y audacia. dEl film es un digno sucesor del “Romero” (1989) de John Duigan. La única diferencia es que el del santo de América Latina se filmó el mismo año de la matanza de los jesuitas de la UCA y ahora casi seguimos igual. “Llegaron de noche” es un testimonio imprescindible y urgente no solo para  el pasado sino también el presente. Y para los que tenemos de convicciones y fe, su visión indispensable.

8.       El milagro del padre Stu (2021) Rosalind Ross

Basada en la vida de Stuart Long, un tipo resistente que fue boxeador aficionado y terminó sus días como sacerdote en una silla de ruedas. Un buen tipo para la factoría de Mel Gibson, duro y creyente, aunque quien dirige este film es su última pareja, Rosalind Ross. En la primera parte aparece un personaje desnortado, algo pendenciero y rígido. En medio de sus fracasos topó con una mujer redentora, una catequista que le propone el camino de Dios. Tras un accidente a lo Pablo de Tarso, el neoconverso se propone ser sacerdote. Y en este camino algo falla en su fuerte cuerpo y una miositis le deja en una silla de ruedas y un progresivo deterioro muscular. Pero es allí donde desde este nuevo púlpito aprende a ser un buen cura, en la debilidad aprende la fortaleza. Cine confesante al estilo Mel Gibson, exagerado, conservador y a la vez creyente. Probablemente el viaje a Europa de este film resulte más problemático en tono y forma, aunque en estos tiempos que corren puede ser una aportación interesante.

9.       Arde Nôtre Dame (2022) de Jean-Jacques Annaud

Rememoración del incendio de la catedral de París. Parte de los acontecimientos previos presentando una mezcla de la cadena de lo inevitable y el sumatorio de pequeñas irresponsabilidades encadenadas. Luego la lucha con coraje de los bomberos para salvar la catedral como símbolo de la fe y la belleza. Mientras la oración de la gente que canta al Ave Maria y el himno Amazing Grace a orillas del Sena. Valentía e inteligencia humana junto a el sentido de lo sagrado. Como dice el director del film “siente esa fuerza que nos une a todos, con o sin fe, creyentes o no”. Presentada según los cánones del cine de catástrofes con buenas actuaciones y momentos de tensión, en este caso emociona no solo la lucha contra el peligro sino la trascendencia de lo que merece la pena ser salvado.

10.   Cerca de tu enemigo (2022) de Jan Josef Liefers

Curiosamente esta película destacada por su valor espiritual es un telefilm, realizada en Alemania lleva por título original “Honecker y el pastor”. Basada en hecho reales nos cuenta una historia de hospitalidad cristiana. Erich Honecker y su esposa Margot fueron acogidos por el pastor Uwe Holmer y su familia durante diez semanas a partir de enero de 1990 como parte de la reunificación de Alemania Oriental. El viejo dictador comunista ha visto su mundo y su poder derrumbarse, enfermo y sin amigos, supone un estorbo en el momento del cambio. Los Holmer han decidido acogerles en base a su convicción cristiana protestante de acuerdo con su iglesia. En la comunidad de Lobetal han practicado la integración de personas con todo tipo de dificultades (discapacitados, ancianos, niños y jóvenes refugiados), pero ahora se encuentran con un nuevo reto que además conlleva fuerte presión de los que quieren linchar a los causantes de tantos sufrimientos. Se confrontarán dos cosmovisiones diferentes, la ideología del poder ateo y la vida como servicio cristiano y ambas bajo el mismo techo. En medio de situaciones trágico-cómicas y difíciles decisiones aparece una línea de humanidad. "La reconciliación es más importante para mí que la venganza"