Se estrena “Pan del cielo” en plataformas digitales, vía Vimeo en este caso.  Esta pequeña pero imprescindible película trata sobre las personas sin hogar en la ciudad de Milán. Bajo la fórmula de un cuento de hadas alegórico, su dimensión espiritual radica en adentrase en la verdadera mirada que hace visible lo invisible. La narración de inspiración cristiana huye del didactismo, pero plantea directamente como la realidad de los pobres tiene que ver con Dios.

En la víspera de Navidad dos personas sin techo, Lilli (Donatella Bartoli) y Annibale (Sergio Leone), encuentran un niño en un contenedor de basuras. Tras el hallazgo llevan al pequeño a un Hospital infantil cercano, pero la sorpresa vendrá cuando los médicos y las enfermeras, les dicen que ellos no ven al niño, que es una alucinación. Esta circunstancia les obliga a trasladarse a un campamento, donde extrañamente las personas invisibles para la sociedad son las que son capaces de ver y cuidar del bebé. Según avanza la historia van apareciendo otras personas que logran ver al misterioso niño: un gerente de grandes finanzas, una dama de la clase media alta,  un fraile e incluso un joven blogger. Todo ello se hace noticia en la metrópolis lombarda lo que conduce a un final inesperado.

El film se compone bajo la sombra y el homenaje a “Milagro en Milán” (1951) de Vittorio de Sica, con la inspiración de la genial poetisa mística Alda Merini que compara a los poetas con los sin hogar y la propia experiencia personal del director Giovanni Bedeschi. Como nos cuenta el cineasta, el contraste de sus vivencias profesionales como publicista y su servicio durante doce años como voluntario en un comedor social para las personas sin hogar en la Opera San Franscesco dirigida por frailes capuchinos le llevó a hacer la película. Como nos dice “Es solo una delgada línea que nos divide. Se necesita muy poco para hundirse y encontrarse varado en la calle”.

El motivo central consiste en descubrir los que pueden y los que no pueden ver al niño y porqué existe esta diferencia. Tal búsqueda implica, por una parte, una mirada social a los invisibles, a la ciudad escondida bajo la alfombra de los comercios lujosos, los grandes edificios, los hoteles de cinco estrellas y el neón de los negocios. Aquí se detiene el film  para descubrirnos el Milán oculto donde sobreviven 12.000  personas sin hogar. Pero junto a la denuncia social plantea la búsqueda existencial donde cada persona decide ver lo que quiere ver y se puede perder el misterio de una visitación imprevista.

Este film ganó en la edición del año 2018 en el Festival  Mirabile Dictu los premios a la mejor película y al mejor director. Ahora se presenta entre nosotros con un estreno solidario para recoger fondos para distintas organizaciones que realizamos atención a personas sin hogar en medio de la emergencia social.