El pequeño Nicolás o la hora de la comedia



Es salida más inteligente y sana acudir al humor que al fútbol en los tiempos de zozobra y de crisis. Aunque no parece ésta la tendencia social dónde como siempre manda más el poder económico, mediático y futbolero que el sentido espiritual para afrontar las dificultades. Tanto los psicólogos como la gente del espíritu nos recuerdan que el humor profundo y ocurrente es una manifestación de la esperanza.

Esta película es, ante todo, un homenaje a René Goscinny el famoso guionista de historietas francés al que debemos series memorables como las inolvidables aventuras de pequeño galo Astérix, el genial vaquero solitario Lucky Lukeo el eterno aspirante a califa Iznogud. Asociado a dibujantes excepcionales su temprana muerte, en una prueba de esfuerzo mal controlada, dejo huérfanos de palabra a tantos personajes que se han contendido en iconos culturales. Como ayuda cuenta esta producción con la hija de guionista, Anna, que tenía 9 años cuando murió su padre y que ahora es reputada crítica literaria y novelista.

Los personajes de Goscinny conocieron pronto la gran pantalla. Primero fue Astérix y Cleopatra (1970), después fue Lucky Luke en Daisy Town (1971) luego vinieron ya con productora propia Las doce pruebas de Astérix (1976) y ya póstuma La balada de los Dalton (1978) donde además hacia de la voz del caballo del protagonista, Jolly Jumper. Colaboró en todas estas animaciones en la dirección y además hizo de guionista en las ficciones no animadas de Le viager (1972) y Les gaspards (1974) con Pierre Tchernia en la dirección. Luego has seguido las producciones y ya está anunciado para el año que viene el estreno de Astérix chez les Bretons que también dirigirá Laurent Tirard.


Será este director el que se encargue de la propuesta de adaptar las peripecias del travieso e inocente Nicolás, en el que descubrimos un guiño al pequeño Goscinny, así el niño que aprendió a hacer reír a los demás nos cuenta sus correrías. También de este director conocemos especialmente Las aventuras amorosas del joven Molière (2007) y en este caso no sirve una comedia donde, cómo no, los niños son protagonistas además de serie de solventes actores franceses como Daniel Prévost (M. Moucheboume), Sandrine Kiberlain (La maestra), Valérie Lemercier (La madre de Nicolas) y Kad Merad (El padre de Nicolas) les acompañan.

La película funciona porque nos coloca en el humor típico de las representaciones escolares donde las interpretaciones del mundo infantil se cruzan con las extravagancias y convenciones del mundo adulto. Los personajes infantiles, en su esquematismo, se integran de forma sobresaliente, así nos hacen sonreír mientras desfilan Aniano, el listillo; Alcestes, el glotón; Godofredo, el niño rico; Clotario, el último de la clase, Rufo, el aspirante de policía, y, como no, el pequeño y ocurrente Nicolás.


La mirada infantil se convierte en una crítica mordaz y aguda en su aparente candidez. Así las relaciones sociales esteriotipadas en la escuela, en la profesión o en la política quedan puestas en evidencia por las travesuras de los más pequeños que crecen bastante más frescos que sus encorsetados progenitores. Algo que dice a favor de la confianza en el futuro de los que viene detrás. Y que en este caso se presenta como muy adecuado apunte hacia la esperanza.

Estamos, pues, en un tiempo fuerte para la comedia y bajo la estela del maestro Jacques Tati el cine francés nos sigue ofreciendo algunas aportaciones singulares este género como “Mi mejor amigo” (2006) de Patrice Leconte, “Odette, una comedia sobre la felicidad” (2007) de Eric-Emmanuel Schmitt y ”Bienvenidos al Norte” de Danny Boon (2008). Esperamos que sigan viviendo este tipo de títulos, ya que siempre el humor vendrá acompañado de la resistencia.

NB. En esta dirección apuntamos también al deseado estreno entre nosotros, 2009 en Francia, de otra película de escritor y dramaturgo Eric- Emmanuel Schmitt. En este caso será una comedia dramática sobre el decidido enfrentamiento de la muerte de un niño que gravemente enfermo escribe unas preciosas cartas a Dios y que hemos podido leer en Oscar y Mamie Rose.

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