Entrevista a la directora de Ecclesia: "Las personas del siglo XXI no nos entienden" Silvia Rozas: "Necesitamos comunicar más y mejor"

Silvia Rozas, directora de Ecclesia
Silvia Rozas, directora de Ecclesia

"Nuestra identidad no es la competición, es más, a veces tenemos que callarnos algo que sabemos de la CEE hasta que se diga oficialmente. Nosotros apostamos por la fraternidad y por huir de la crítica constante y destructiva"

"El papel y lo digital deben de ir de la mano, al menos en este momento. Lo digital requiere de rapidez, de información al momento"

"Los medios identifican Iglesia con jerarquía y resulta que los obispos son una parte mínima de la Iglesia. Por eso necesitamos ser más proactivos, tener relación, generar noticias, ofrecer testimonios… necesitamos dar un vuelco"

"Nuestra misión es anunciar el Evangelio y denunciar las injusticias, con misericordia, pero con claridad. También acogemos la autocrítica y la crítica que llega de otros porque es la manera de caminar, de ayudarnos unos a otros"

"Debemos ser proactivos, no estar de brazos cruzados esperando a que nos pregunten, salir nosotros al paso. Tenemos una palabra que decir. Porque es muy cierto que si no lo hacemos nosotros lo harán otros y a su manera"

Es la primera mujer al frente de 'Ecclesia', la revista de los obispos españoles, aunque esta Hija de Jesús no quiere protagonismos, pues "una revista no sale a la luz por una persona, ¡que va!", y se ha rodeado de un equipo de profesionales joven y entusiasta. "Somos una famlia"

"Es de agradecer que las mujeres tengamos responsabilidades en nuestra Iglesia y que vayamos haciendo normal lo que es natural", defiende Silvia Rozas, quien defiende tres claves para el trabajo de comunicación en y desde el Evangelio: "El equipo, los puentes y la comunión". Ya desde sus tiempos como responsable de Prensa en el Arzobispado de Santiago, antes incluso de arropar su vocación religiosa, intentó -y logró- llevarlo a cabo. Charlamos con ella. 

¿Qué hace una chica como tú en un lugar como éste?

La verdad es que a veces yo también me lo pregunto porque mi vida y mi vocación consagrada está marcada por mi experiencia en República Dominicana. Cuando entré en la vida religiosa lo hice dejando atrás mi profesión, renunciando a una vocación que está en mí. Y como está en mí y no depende de mí, es ahora cuando descubro que es del Señor. Así que estoy en Ecclesia porque han llamado a mi Congregación, porque hemos discernido juntos y porque hemos visto delante de Dios que había que decir que sí. Pero, oye, a veces me digo: Con lo bien que estaría yo en Haití o en República Dominicana o en África… pero estoy aquí porque me han enviado. Los obispos pidieron un servicio a las Hijas de Jesús y aquí estoy, en disponibilidad y disfrutando de un trabajo en equipo que se convierte en misión. Cuando decís que soy la primera mujer directora de esta revista… siento que cae sobre mí una responsabilidad demasiado grande, por eso no suelo ni recordarlo. Pero es cierto y es de agradecer que las mujeres tengamos responsabilidades en nuestra Iglesia y que vayamos haciendo normal lo que es natural. Yo puedo aportar mi persona, como soy, con mis virtudes y mis carencias, por eso es tan importante el trabajo en equipo. Una revista no sale a la luz por una sola persona, ¡que va! Ecclesia es fruto del trabajo abnegado de cada miembros del equipo.

El equipo de Ecclesia, con María Luisa Berzosa
El equipo de Ecclesia, con María Luisa Berzosa

¿Cuáles son las claves, los ejes de la revista?

Hay tres ejes muy importantes sobre los que estamos actualizando la publicación: el equipo, los puentes y la comunión. Para mí la clave es el equipo y el compromiso personal y profesional de cada uno. Solemos decir que somos la familia Ecclesia y por eso apostamos por discernir juntos, por contrastarnos, por escucharnos… Justo antes del confinamiento tuvimos una jornada exclusivamente para nosotros para reflexionar, para escucharnos más desde lo profundo… porque es cierto que una publicación semanal y una web actualizada todos los días no nos permite el “cuidarnos” y el reflexionar juntos.

Los otros dos ejes tienen que ver con el contenido. Crear Puentes… una publicación como Ecclesia está llamada a generar encuentro, a poner en relación, a unir. Nuestra identidad no es la competición, es más, a veces tenemos que callarnos algo que sabemos de la CEE hasta que se diga oficialmente. Nosotros apostamos por la fraternidad y por huir de la crítica constante y destructiva. Y de ahí el otro eje, el de la comunión, que no significa que uniformidad ni pensamiento único. La comunión es comunicación sincera, es transparencia, es crear unos vínculos que van más allá de las ideologías o de las divisiones.

Háblanos de la convivencia del papel y la publicación on line...

Es un matrimonio complicado. Con mi nombramiento en septiembre los obispos nos pidieron dar un vuelco en lo digital. Y en eso estamos. Jesús de las Heras fue quien creó la primera web y nosotros cogimos el testigo para dar una identidad con el cambio que ya hicimos hace dos años de la publicación en papel. Pero la reflexión está sobre la mesa. Mi opinión es que el papel no desaparece pero sí es necesario aportar profundidad y testimonios. Por eso, el papel y lo digital deben de ir de la mano, al menos en este momento. Lo digital requiere de rapidez, de información al momento. El papel nos llama a la reflexión de los temas con más sosiego.

Medios de comunicación
Medios de comunicación

¿Se puede hacer buen periodismo desde una publicación propiedad de la CEE?

Por supuesto. ¿Por qué no? En este momento ofrecemos una serie de entrevistas y reportajes que hablan de historias de vida y de entrega generosa. Nuestros temas intentan ofrecer visiones plurales, con diversas fuentes, que nos ayuden a reflexionar y a caminar juntos. Nuestra misión es anunciar el Evangelio y denunciar las injusticias, con misericordia, pero con claridad. También acogemos la autocrítica y la crítica que llega de otros porque es la manera de caminar, de ayudarnos unos a otros. ¡Se trata de mostrar la pluralidad de nuestra Iglesia!

¿Cuál es el estado de la comunicación en la Iglesia? ¿Qué debemos mejorar?

En el ámbito diocesano veo una comunicación magnífica. Las delegaciones de Medios de Comunicación se han profesionalizado y hace una labor diocesana muy buena. Ellos tienen en sus manos estas historia de vida que ayudan a tejer la comunicación. Desde que yo comencé en Santiago hasta ahora el cambio ha sido tremendo: profesionales jóvenes y comprometidos con la vocación eclesial. Además de esto, veo a nuestros obispos que han hecho un estupendo camino de conversión… estamos pasando del miedo a la acogida, del rechazo al caminar juntos de la mano. El ejemplo lo tenemos en el secretario general, Luis Argüello, no solo acoge todas las preguntas y las responde sino que a la salida, por ejemplo, de las Asambleas Plenarias, va directo a saludar a los periodistas.

Por eso, en la comunicación religiosa más amplia y general, es necesario avanzar más y seguir las líneas que está marcando la persona del secretario. Necesitamos comunicar más y mejor. Ser proactivos, no estar de brazos cruzados esperando a que nos pregunten, salir nosotros al paso. Tenemos una palabra que decir. Porque es muy cierto que si no lo hacemos nosotros lo harán otros y a su manera. Así que manos a la obra. Los periodistas también tenemos la labor de hacer comprensible para todo el mundo el mensaje que tenemos entre las manos. Porque uno de los problemas actuales es que los periodistas vamos al tuit, al titular, a la rapidez y eficacia, al aquí y al ahora. Y a veces, los mensajes de la Iglesia, por toda la profundidad que entrañan y por ir a la raíz de los problemas, no llegan a calar. Las personas del siglo XXI no nos entienden. De ahí la necesidad de traducir nuestro mensaje sin perder la esencia.

Ecclesia, en el Congreso de Laicos
Ecclesia, en el Congreso de Laicos

¿Cómo ves el mundo de la información religiosa en España?

Veo mucha variedad de medios de comunicación religiosos y eso es enriquecedor. Pero también veo mucho chisme, mucha información sin contrastar, muchos intereses ideológicos y económicos. Es necesario volver a nuestras raíces como profesionales de la comunicación.

Si me fijo en la información religiosa en los medios generalistas, pues es simplemente un apartado dentro de la sección de sociedad. Estos medios identifican Iglesia con jerarquía y resulta que los obispos son una parte mínima de la Iglesia. Por eso necesitamos ser más proactivos, tener relación, generar noticias, ofrecer testimonios… necesitamos dar un vuelco. Porque la información religiosa es irrelevante, no marca agenda y está fuera del debate comunicativo. A mí me gustaría que se contase toda la realidad eclesial, porque con la que está cayendo en nuestro país… ¿quién está en la calle codo a codo con las necesidades de alimento y trabajo, por ejemplo? La Iglesia. Porque nunca cierra y acoge y ayuda a miles de personas a las que no se les pide ningún carné. Cuando todos desaparecen, la Iglesia católica está. Pero para los medios generalistas, prensa, radio y televisión no cuenta, salvo lo morboso o lo anecdótico o los chismes episcopales que en realidad… ¿a quién le interesan? Así que es urgente que contemos nuestras historias, con profesionalidad, en equipo, perdiendo el miedo y siendo leales a nuestra vocación de comunicadores.

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