Éxito del XII Jueves de RD, sobre la evangelización digital, sus problemas y desafíos "Si somos fieles al Evangelio, la red puede reevangelizar a la propia Iglesia”

Los protagonistas del XII Jueves de RD
Los protagonistas del XII Jueves de RD

Convocados por RD y el Banco Sabadell, con la colaboración de IMisión y Católicos en Red, participaron Lucio A. Ruiz, secretario del dicasterio de Comunicación de la Santa Sede; José Manuel Vidal, director de RD; Leticia Soberón, asesora del dicasterio; y los misioneros digitales y cofundadores de IMisión, Daniel Pajuelo y Xiskya Valladares

Daniel Pajuelo critica a esa “especie de ‘policía católica’ que circula por ahí, con una estrategia y grupos muy organizados, supuestamente católicos, y con dinero para planificarlas, que ‘echan’ a gente buena”

¿Cuáles son las claves para entrar en el universo digital y no morir en el intento? Para Xiskya, cinco: escucha; salir al encuentro de la gente; interactúas con ellos, “no sólo emitir y emitir mensajes”; adaptar los lenguajes a los formatos de la gente de hoy; “y crear puentes, aunque continuamente tenemos haters por hacer lo que hacemos”

Vidal: “Llevamos 200 años de retraso, y en este mundo, parece que más. La jerarquía sigue pensando en las redes como un instrumento más para utilizar, para dar sus misas, y no para responder a las preguntas que se hace el mundo, no las que le hacemos nosotros”

Para el responsable del dicasterio vaticano, el futuro para lo digital pasa por cinco puntos: “Saber salir; saber buscar; saber aprender; saber escuchar; saber donar a Jesús. Mostrar la hermosura de su ternura y misericordia”.

En el webinar se presentó Conecta, una auténtica revolución en la formación para la evangelización en el continente digital (toda la información aquí)

Y Jesús les dijo que echaran las redes... también, en la Red. ‘Dios en la red: ¿es posible la evangelización en internet?’, fue el eje de los XII Jueves de RD, que anoche congregó a algunos de los principales exponentes de la presencia de la Iglesia en el territorio, a veces inhóspito, a veces olvidado, de lo digital. Congregados por RD y el Banco Sabadell, con el apoyo de Católicos en Red e IMisión, miles de personas siguieron a través de las distintas redes un jugoso debate en el que participaron Lucio A. Ruiz, secretario del dicasterio para la Comunicación del Vaticano; Xiskya Valladares, misionera digital; José Manuel Vidal, director de RD; Leticia Soberón, asesora del dicasterio vaticano; y Daniel Pajuelo, sacerdote y youtuber.

Misioneros de lo digital, en territorio inhóspito, que aportaron las claves para la evangelización en el universo digital, las dificultades y los odios que genera, la mayor parte de ellos procedentes de la ‘Policía católica’, como la definió Pajuelo, uno de los mayores influencias en la red, con más de un millón de seguidores en Youtube.

Participantes en el webinar organizado por RD
Participantes en el webinar organizado por RD

Valladares, que ha entrado con fuerza en Tik Tok, una plataforma que todavía es una nebulosa para la mayor parte de los católicos (tiene más de 350.000 seguidores, y subiendo), sostuvo que “los cristianos tenemos la obligación de usar las redes sociales para llevar el Evangelio”, aunque no “como el rollo de siempre. La gente que está en las redes no es la que va a misa o está catequizada. Lo importante es el testimonio: contagiar los valores del Evangelio de manera sencilla a la gente más alejada”.

"Los católicos tenemos la obligación de usar las redes sociales para llevar el Evangelio"

Para el secretario del dicasterio vaticano, es relevante convocar, y formar, a “misioneros digitales” para llevar a todo el mundo, de todas las formas posibles, el Evangelio. Algo de lo que sabe mucho José Manuel Vidal, director de RD, proyecto que arrancó hace ya dos décadas, “cuando Internet iba a manivela”. Hoy, con cuatro millones de visitas al mes de media (durante la pandemia, con picos de más de 10 millones), RD “es una enorme parroquia virtual, que sigue siendo fiel al Concilio Vaticano II. Nosotros no nos hemos movido, otros sí. Ahora se plasma en esta bendita primavera del Papa Francisco”.

Tejer redes en la Red

Para Leticia Soberón, uno de los grandes problemas de la institución es que, menos en la radio, “la Iglesia no ha sabido entrar en los medios de comunicación”. Su trabajo, imprescindible, consiste en “ayudar a los equipos de la Iglesia, y los que no son de la Iglesia, a pensar juntos, a avanzar juntos”. A tejer redes juntos, algo fundamental para entender el mundo (virtual y real) en el que vivimos.

Xiskya Valladares
Xiskya Valladares

“La Iglesia está llamada a ser un hospital de campaña, un lugar de encuentro”, subrayó Dani Pajuelo. “Así, se produce algo maravilloso, que la evangelización viene hacia nosotros, solo saliendo hacia las personas y escuchándolas”. Porque, de tanto hablar, a veces se nos olvida que “es la escucha la que nos ayuda a encarnar el Evangelio”.

Las grandes multinacionales invierten millones en lo digital. ¿Y la Iglesia?

¿Está preparada la Iglesia para el reto digital? Lucio opina que sí, y que el momento, siendo nuevo, no es novedoso: “Desde los Apóstoles al día de hoy, la Iglesia siempre estuvo desafiada”. Valladares opina distinto: “Desde el punto de vista de documentación, de la teoría de evangelización digital, hay un montón de documentos que no ha aterrizado en las iglesias locales, que lo quieren fácil, gratis.... Las grandes multinacionales invierten millones en lo digital”. ¿Y la Iglesia?

La misa on line no es evangelización digital

Vidal sostuvo algo similar, reivindicando las palabras de Martini: “Llevamos 200 años de retraso, y en este mundo, parece que más. La jerarquía sigue pensando en las redes como un instrumento más para utilizar, para dar sus misas, y no para responder a las preguntas que se hace el mundo, no las que le hacemos nosotros”.

Leticia Soberón explicó la necesidad de entender que “hay un carisma específico para el mundo digital. Hay que formar más, pero es necesario que los especialistas de lo digital puedan encontrar en las comunidades presenciales personas atentas y dispuestas a escucharlos. Lo digital evoca lo presencial”. Xiskya añade que es imprescindible “mentalizar a los obispos, el lenguaje tiene que cambiar. La gente en las homilías se duerme, vamos muy lento.  La transmisión de la misa on line no es evangelización digital, es trasladar a la pantalla lo que ya existe”.

Muchos de los que siguen a Xiskya o a Pajuelo en las redes son ateos o alejados, provenientes de una generación que ya no da por conocidas las verdades de la fe, que no saben rezar, algunos, ni siquiera, quién es Jesús. “En España tenemos las iglesias vacías, pero la gente joven sigue buscando, y le interesa el mensaje”, subrayó la religiosa.

Lucio A. Ruiz
Lucio A. Ruiz

Del proselitismo a la atracción

Por ello es tan importante la presencia de misioneros digitales, que hagan “lo que siempre han hecho los misioneros, salir de sí mismos y encontrarse con un mundo nuevo y comprenderlo”, destacó Lucio. “Pasar del proselitismo a una evangelización por atracción”, añadió Vidal, porque “la gente no quiere sermones ni monsergas, quiere testigos, quiere historias, quiere que se le escuche y se le responda desde el amor, la ternura y la misericordia”. Y eso, por ejemplo, no se supo hacer durante la pandemia, resaltó el director de RD. “Todos salimos a aplaudir a los héroes, y nunca se nombra a los curas. ¿Por qué?”.

Los 'haters' vienen sobre todo de gente que se dice católica, con estrategia y grupos muy organizados, supuestamente católicos, que echan a gente buena

¿Cuáles son las claves para entrar en el universo digital y no morir en el intento? Para Xiskya, cinco: escucha; salir al encuentro de la gente; interactúas con ellos, “no sólo emitir y emitir mensajes”; adaptar los lenguajes a los formatos de la gente de hoy; “y crear puentes, aunque continuamente tenemos haters por hacer lo que hacemos”.

La 'Policía católica'

Una realidad, la de los odiadores en la red, que todos los participantes en el coloquio han vivido en primera persona. “Y vienen sobre todo de gente que se dice católica”, lamenta Daniel Pajuelo, quien critica a esa “especie de ‘policía católica’ que circula por ahí, con una estrategia y grupos muy organizados, supuestamente católicos, y con dinero para planificarlas, que ‘echan’ a gente buena”. Él mismo sufrió el ataque de grupos ultracatólicos, con nombres y apellidos, que llegaron a publicar su teléfono y a promover una cascada de llamadas, mensajes y vídeos insultantes cuando Pajuelo advirtió de los riesgos de la islamofobia. “A veces te dan ganas de colgar el ministerio de las redes sociales y dejárselo a otro. Nos hemos encontrado con muchos que han desistido, que se han callado y han pasado al silencio”.

Daniel Pajuelo
Daniel Pajuelo

Es preciso que la jerarquía dé un apoyo explícito a esta labor, es hora de que todos perdamos el miedo”, animó José Manuel Vidal, quien junto a Leticia Soberón, apuntaron a la necesidad de formarse en red, para actuar en red. De ahí nacen los curso de IMisión, Conecta, una auténtica revolución en la formación para la evangelización en el continente digital (toda la información aquí).

Aprender, escuchar, amar

“El mundo, y más durante esta pandemia, tiene sed de Dios, y sería un pecado no saciar esa sed”, finalizó José Manuel Vidal. Pajuelo se mostró optimista: “hay mucha mies, y va a ser muy chulo ver cómo se incorporan más misioneros al continente digital. Si somos fieles al Evangelio, la red puede reenvangelizar a la propia Iglesia”.

José Manuel Vidal
José Manuel Vidal

Para el responsable del dicasterio de la Comunicación, el futuro para lo digital pasa por cinco puntos: “Saber salir; saber buscar; saber aprender; saber escuchar; saber donar a Jesús. Mostrar la hermosura de su ternura y misericordia”.

Finalmente, Valladares mostró su esperanza en un futuro en el que los ‘centenials’ “conozcan a Jesús y se contagien de él. De un Jesús encarnado, no etéreo, que te hace ser solidario, te obliga a contagiar misericordia, a no juzgar, a estar siempre disponible para los demás.... Para la Iglesia, y para el mundo, va a ser una cosa muy buena”. Que así sea. Y que nosotros sigamos contándoselo.

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