Se presenta el resultado de una encuesta realizada en Internet Internet, tierra de misión y reflejo de la Iglesia

Internet, tierra de misión y reflejo de la Iglesia
Internet, tierra de misión y reflejo de la Iglesia Cathopic

110.000 cuestionarios, 244 influencers católicos, 115 países y siete idiomas. Internet es el “continente digital”, y, además, es tierra de misión.

110.000 cuestionarios, 244 influencers católicos, 115 países y siete idiomas. Internet es el “continente digital”, y, además, es tierra de misión. Consciente de ello, la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL), a través de la iniciativa “La Iglesia te escucha”, ha llevado el Sínodo de la Sinodalidad hasta los misioneros digitales y sus seguidores, en una macroconsulta elaborada en apenas dos meses y medio y cuyo resultado es un documento que ya ha sido enviado a la Secretaría General del Sínodo para reivindicar la red como “un canal formativo de valor y futuro”. 

En cuanto a los encuestados, han participado tanto personas que se declaran católicas y practicantes como no creyentes, cuya media de edad no supera los 40 años. Y, entre los influencers que han formado parte de la iniciativa, el 27% son sacerdotes; un 10%, religiosas; y un 63% son catequistas y laicos comprometidos. 

Una de las influencer participantes ha sido Xiskya Valladares, religiosa de la Pureza de María y cofundadora de la plataforma iMisión. “Internet es ‘tierra de misión’ porque ahí es donde está la gente”, afirma la religiosa, que aglutina más de 635.000 seguidores en TikTok. “Ahora sabemos que un 40% de los que nos siguen no van a la Iglesia, pero están siguiendo a un misionero digital”, indica, lo cual no hace sino “confirmar la necesidad de la pastoral digital”. De hecho, el documento confirma que “la web permitió llegar a los pliegues de tantas vidas del Pueblo de Dios que muestran sentirse perdidos”. 

Sin embargo, la religiosa apunta que esta iniciativa también hace ver que aún hay necesidad de formación por parte de los misioneros digitales. “Cuanto más formados estemos, más ayudamos a que el Espíritu Santo siga actuando también en internet”, subraya. De hecho, en el texto se señala la importancia de iniciar “una pastoral digital de manera orgánica, sistemática e institucional” para “animar, acompañar y coordinar la vida ya existente de múltiples acciones evangelizadoras en el espacio digital”. 

Para ello, el documento plantea “el desarrollo de una reflexión teológica y el marco jurídico del Derecho Canónico”, para, de esta manera, “convocar y enviar a los influencers y evangelizadores, como se hace con los catequistas, para que sean y se sientan parte del Cuerpo y de la Misión de la Iglesia”. “Lo primero es que la Iglesia descubra la necesidad de la pastoral digital, y lo siguiente que comprenda estos lenguajes y formatos”, afirma Valladares. “Todo ello implica reflexión teológica sobre las redes sociales en relación con la misión y formación sobre los usos de las redes sociales para evangelizar.  Ahí entran muchas cosas: herramientas, lenguajes, formatos, etc.”.

De la consulta se han extraído diversas conclusiones. Para empezar, tal como destaca Valladares, la “sintonía” que siente el Pueblo de Dios con el papa Francisco, ya que un 67% de los encuestados manifiestan que quieren cambios en la Iglesia como los propuestos por el Pontífice. Asimismo, se han hecho propuestas acerca de cómo es la Iglesia que sueñan las personas sondeadas, un 37% de las cuales piden “una Iglesia ejemplar y valiente en sus estructuras, actitudes y un modo de proceder”. Al mismo tiempo, las redes solicitan “sacerdotes y obispos más cercanos y abiertos a la participación”, además de un diálogo con la sociedad “sin prejuicios”.

Por otro lado, el documento presenta que “se repite constantemente la petición de no juzgar, en particular a las personas en situaciones de pareja irregulares, o por su orientación sexual, defendiendo la dignidad de toda persona, como lo hacía Jesús”. En este sentido, las redes piden respuestas por parte de la Iglesia, manteniendo siempre la “capacidad de diálogo y aportando la verdad de Cristo”. Además, los encuestados se muestran críticos con asuntos que se entienden como “injustificables”, como es el caso de “la pedofilia, los abusos sexuales, desprecio de las mujeres, corrupción, etc.”.

Asimismo, otra de las preocupaciones expresadas por el “continente digital” es cómo “los debates sobre el ejercicio de la sexualidad (separados/divorciados vueltos a casar, personas con atracción al mismo sexo, etc.), genera conflictos intensos entre católicos con distintas interpretaciones”. En este sentido, y si bien los internautas subrayan los valores de “solidaridad, cercanía y participación de la Iglesia”, lo cierto es que también encuentran calificaciones negativas, como “antigua, distante, egoísta y autoritaria”.

Por otro lado, en cuanto a la liturgia, para un 20% de las personas sondeadas es urgente “facilitar la relación personal y comunitaria con Dios”, ya que las misas pueden resultar “aburridas” cuando deberían “iluminar y acompañar la vida”. Finalmente, en cuanto al “modo de caminar juntos”, las redes han dado especial importancia a la necesidad de fomentar la espiritualidad, acompañar, asistir y atender a parejas, familias, personas separadas/divorciadas, en su vida y sexualidad; pobres, migrantes, grupos LGTB, etnias originales, presos, etc. Y, además, de que la Iglesia se renueve y participe de la vida social: “actualizar su forma de educar a todos los niveles. Impulsar el voluntariado y actividades con jóvenes. Promover la igualdad de las mujeres en sociedad e Iglesia, participar más del mundo digital. Puntos de encuentro con periodistas y científicos”.

Por su parte, Mons. Lucio Ruiz, Secretario del Dicasterio para la Comunicación en el Vaticano, señala que los resultados de esta iniciativa han de ser tomados con “prudencia, puesto que es una iniciativa que se pudo llevar adelante solo en 2,5 meses, y que se extendió cuanto se pudo en ese tiempo, con 244 influencers, que es mucho, pero sabemos que en la Iglesia hay muchos más”. Sin embargo, le da “muchísimo” valor a los resultados obtenidos, ya que “están está en sintonía con lo que la Iglesia ha escuchado en lo presencial”

“La particularidad de esta “escucha” no es que se hizo con los medios digitales, sino que se hizo en los ‘lugares digitales’ y con la ‘metodología y el estilo digital’”, explica, lo cual, señala, “ha permitido llegar a personas que no asisten a las instituciones presenciales, escuchar al Pueblo de Dios que está en estos espacios digitales”.

Además, asevera que el hecho de que el 40% de los que han participado en el cuestionario de consulta no sean creyentes, o sean agnósticos o alejados de la Iglesia, “significa mucho para la Iglesia, significa que en estos influenceres/misioneros digitales encuentran una voz amiga en la que confían y por la cual les llega la caricia de Dios”. Para Ruiz, estos resultados “invitan a la misión, muestran que hay que ir, hay que escuchar, hay mucho por ayudar y, sobre todo, que hay tanta gente que busca a Dios”.

“Creo que es importante entender que mucha gente no va a las instituciones eclesiales, pero sí sigue, escucha, interactúa con Influencers católicos. Este es un punto importante desde el cual partir, porque no es que se propone una ‘pastoral digital’ en competición con la ‘pastoral presencial’ sino que es una ‘pastoral misionera’, es decir, que quiere ‘ir allá’ donde está la gente que no viene pero que necesita”, asevera Ruiz. Es, en definitiva, “una iniciativa misionaria de la misma Iglesia que, como siempre, se pone en camino y en movimiento como el Buen Pastor”.

Asimismo, Ruiz valora como “realmente revolucionario” el hecho de que el Papa haya convocado un sínodo en toda la Iglesia. “Esta es la gran originalidad y lo que nos lleva a una auténtica reflexión sobre la Iglesia, porque toda la Iglesia, desde la más mínima comunidad eclesial se ha puesto en este camino de escucha, y por lo tanto de cambio”. Para Ruiz, escuchar no es otra cosa sino “abrir el corazón y responder con la vida”. Por ello, “la primera respuesta no se la debe esperar del documento sinodal, sino de nuestras propias vidas, con la actitud del Buen Samaritano que, en primera persona, viendo la necesidad y el dolor del hermano, actuó en primera persona”.

Puedes leer el documento integro aquí. 

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