O las dos cosas Faltan obispos o sobran diócesis

Faltan obispos o sobran diócesis
Faltan obispos o sobran diócesis

Actualmente tenemos en activo 4 cardenales, 11 arzobispos, 14 obispos auxiliares y 48 obispos diocesanos

Los datos dicen que hay más obispos que diócesis, diócesis sin obispo, y obispos con dos diócesis

Los espectadores de la televisión pública española que sigan la retransmisión de la misa se deben pensar que hay más obispos que iglesias. No hay eucaristía televisada sin monseñor presidiendo la liturgia. Da igual que sea una parroquia de barrio, un santuario en una aldea remota o la catedral de una diócesis vacante. Lo dicho, obispos en todas las misas de la tele y la sensación de que si entras en una iglesia a participar de la celebración dominical te encontrarás una mitra sobre el altar y el báculo apoyado en la pared. Pero no.

En España hay alrededor de 23.000 parroquias y 750 monasterios distribuidos en 70 diócesis. Según los datos publicados por la Conferencia Episcopal Española -y olvidándonos de los 34 ministros eméritos o jubilados ungidos con el sacramento del orden en sus tres grados -, actualmente tenemos en activo 4 cardenales, 11 arzobispos, 14 obispos auxiliares y 48 obispos diocesanos lo que suman un total de 77 servidores de la comunidad encargados de enseñar, santificar y pastorear a los católicos encomendados por el papa Francisco en un territorio determinado.

Y, sin embargo, hay sedes episcopales vacantes. Y epíscopos que binan diócesis, que hacen doblete, que sirven a dos territorios “viviendo en la carretera, como Miguel Ríos”, según ha declarado recientemente el nuevo obispo de Salamanca que, al mismo tiempo y vez, es obispo de los mirobrigenses y farinatos católicos de la más de ocho veces centenaria diócesis de Ciudad Rodrigo.

Y uno ya no sabe si es que el bueno de Francisco, Papa desde 2013, no tiene personal fiable en España para encargarle la responsabilidad de atender un territorio eclesial o es que sobran diócesis porque en nuestro país la Iglesia está desequilibrada.

Entiéndaseme. Explícome. Que nuestra estructura cristiana patria es más local e independentista que universal y global, que es lo que viene significando -literal y etimológicamente- el término católico. Y no hablo de independentismos políticos y ensoñaciones nacionalistas sino de las resistencias al cambio, a adaptarnos a una realidad demográfica, sociológica y -aunque suene paradójico- histórica. Los signos de los tiempos y esas cosas.

En resumen. Que lo esencial es invisible a la tele, que hay más obispos que diócesis, que hay diócesis sin obispo, que hay obispos con dos diócesis y que ni sí, ni no, ni todo lo contrario.

Como decían los cholos en la sierra andina de mi Perú querido: “padresito, lo más seguro es que quién sabe”.

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