La Conferencia Episcopal de Chile envió una carta al recién electo Presidente, José Antonio Kast, quien asumirá el 11 de marzo próximo. Obispos en Chile marcan la cancha al nuevo "gobierno del orden"

Obispos chilenos marcan la cancha a la derecha radical que asumirá el Gobierno
Obispos chilenos marcan la cancha a la derecha radical que asumirá el Gobierno

La Conferencia Episcopal felicitó al Presidente electo con un texto que, siendo protocolar y propio de la democracia chilena, manifiestan su "disposición a colaborar en todo aquello que favorezca la justicia, la fraternidad y la paz social”.

La carta evita el triunfalismo religioso. No celebra la victoria de un "hijo de la Iglesia", sino que le encomienda una tarea de "lucidez y generosidad".

Los resultados del balotaje en Chile arrojaron cifras contundentes: un 58,17% de los votos fue para José Antonio Kast, y el 41,83% de votos fue para Jeannette Jara. Con esto se sepultó el gobierno progresista del Frente Amplio que emergió tras el estallido social de 2019. Chile ha girado el timón hacia el orden, la seguridad y el conservadurismo identitario. Para muchos expertos, esta vez, ganó el miedo.

Sin embargo, en medio de la euforia de los simpatizantes de derecha que ahora bailan al son de la ultraderecha, la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) emitió una carta que rompe con la lógica del mero saludo protocolar. El texto, firmado por el Comité Permanente del Episcopado, es una pieza de alta política: saluda al ganador, pero marca la cancha teológica y social ante el nuevo gobierno que asumirá el poder en marzo próximo.

A continuación, tres claves para leer lo que la Iglesia chilena dice y lo que calla ante el triunfo de Kast.

1. La "fuerza de la razón" frente al orden autoritario

El triunfo de Kast se cimenta en la demanda de mano dura. Sin embargo, los obispos lanzan una frase que debe leerse como una advertencia preventiva ante cualquier tentación de abuso estatal: "La elección presidencial renueva la esperanza de avanzar hacia un país (...) donde la fuerza de la razón prevalezca siempre sobre la razón de la fuerza".

Esta inversión de términos no es casual. En un país polarizado, donde el presidente electo ha prometido restaurar el orden a toda costa, la Iglesia recuerda que la paz social no se impone por decreto ni por fuerza policial, sino por la "razón" y la "reconstrucción de vínculos". Es un recordatorio sutil de que la legitimidad de origen (los votos) no garantiza la legitimidad de ejercicio si se atropella la dignidad humana.

2. El conflicto inevitable: Migración y "Dilexi te"

Quizás el punto más álgido de la misiva es la mención explícita a la crisis migratoria, el talón de Aquiles humanitario de la propuesta de Kast. Al respecto a los obispos escriben: "Nos preocupa la creciente denigración de migrantes y personas vulneradas (...) reiteramos nuestro compromiso por la vida, la dignidad humana y la protección de los más débiles".

Aquí la CECh no da un cheque en blanco. Al citar la exhortación Dilexi te (referencia magisterial que apunta al corazón de la doctrina social de la Iglesia), los pastores chilenos le dicen al presidente electo —quien se declara católico practicante— que su fe no puede disociarse del "rostro herido de los pobres".

Retomando una línea más profética, los obispos le recuerdan al Presidente electo que la defensa de la vida es integral, no selectiva.

3. Un catolicismo de Estado vs. Iglesia Profética

José Antonio Kast representa un catolicismo devoto, vinculado a sectores conservadores de la Iglesia y militante de Schoenstatt (un movimiento católico de origen alemán, fundado en 1914 por el sacerdote Joseph Kentenich y de espiritualidad mariana). Por ello, el riesgo para la Iglesia chilena era caer en la cooptación, es decir, tener una postura de plena complacencia con el nuevo gobierno especialmente por sus posiciones pro-vida.

Sin embargo, la carta evita el triunfalismo religioso. No celebra la victoria de un "hijo de la Iglesia", sino que le encomienda una tarea de "lucidez y generosidad". Al mencionar la "desconfianza en las instituciones", los obispos (que también sufren esa crisis de credibilidad) se ponen del lado de la ciudadanía, "Como pastores de la Iglesia Católica que peregrina en Chile, reafirmamos nuestra vocación de contribuir al bien común desde la misión que el Evangelio nos confía", indican.

El texto completo de la carta que el Episcopado es el siguiente:

Señor
José Antonio Kast Rist
Presidente electo de la República de Chile
PRESENTE

Señor Presidente Electo:

Reciba nuestras cordiales felicitaciones por el triunfo electoral de este 14 de diciembre, que lo llevará a asumir la Presidencia de la República el próximo mes de marzo. El país,al confiarle esta alta responsabilidad, le encomienda la tarea de conducir a la nación en tiempos que demandan lucidez, generosidad y un profundo compromiso con el bien común.

Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile expresamos recientemente que vivimos un período marcado por dolores acumulados, crisis sociales y económicas, y una extendida desconfianza en las instituciones. Sin embargo, reconocemos también la fortaleza, dignidad y resiliencia de nuestro pueblo, capaz de reconstruir los vínculos que sostienen la vida en comunidad. En este contexto, la elección presidencial renueva la esperanza de avanzar hacia un país más justo, fraterno y solidario, donde la fuerza de la razón prevalezca siempre sobre la razón de la fuerza.

Ninguna misión pública, especialmente la que implica conducir los destinos de una nación, se puede llevar adelante sin la colaboración de sus ciudadanos, el trabajo responsable de los diversos actores sociales y políticos, y la firme convicción en la dignidad inalienable de toda persona humana. Le animamos a promover un ambiente de diálogo, encuentro y respeto, imprescindible para reconstruir la confianza social.

Como pastores de la Iglesia Católica que peregrina en Chile, reafirmamos nuestra vocación de contribuir al bien común desde la misión que el Evangelio nos confía.

Queremos seguir siendo testigos de esperanza, cercanos especialmente a quienes viven pobreza, exclusión o sufrimiento. Nos preocupa la creciente denigración de migrantes y personas vulneradas, y reiteramos nuestro compromiso por la vida, la dignidad humana y la protección de los más débiles, recordando las palabras del Papa León XIV en su exhortación apostólica Dilexi te: “en el rostro herido de los pobres encontramos impreso el sufrimiento de los inocentes”.

Cuente con nuestra oración y el aporte de la acción pastoral de la Iglesia. Desde esta misión, renovamos nuestra disposición a colaborar en todo aquello que favorezca la justicia, la fraternidad y la paz social.

Encomendamos su servicio, su familia y a toda la nación chilena a la protección de la Virgen del Carmen, Madre y Reina de Chile, para que Ella nos acompañe en el camino de unidad y diálogo que nuestro país necesita.

EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE

  • + René Rebolledo Salinas, Arzobispo de La Serena, Presidente.
  • + Ignacio Ducasse Medina, Arzobispo de Antofagasta, Vicepresidente.
  • + Card. Fernando Chomali Garib, Arzobispo de Santiago.
  • + Juan Ignacio González Errázuriz, Obispo de San Bernardo.
  • + Cristián Castro Toovey, Obispo de Santa María de los Ángeles, Secretario General.
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