Un doble enroque diplomático vuelve a poner en el centro de tención en el gigante asiático Expectativa por cambios del Vaticano en dos Nunciaturas claves para con China

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En una semana, la Santa Sede movió a los encargados de sus oficinas en Taiwán y Hong Kong y se disparan versiones sobre la renovación del acuerdo de 2018

¿Por qué la renovación de la expectativa en el vínculo que, por su peso geopolítico, atrae los ojos de todas las potencias?

El movimiento de sus representantes diplomáticos en las oficinas de Hong Kong y Taiwán es considerado el "primer paso" para más acercamietos entre Roma y Beijing tras más de medio siglo sin relaciones bilaterales

Más allá de que la presencia de católicos en China "apenas" llega a los 10 millones, cualquier acercamiento entre los dos Estados es mirado con lupa en todo el mundo

Con dos designaciones pontificias anunciadas en el boletín diario de la oficina de Prensa vaticana, la Santa Sede redefinió el mapa de su presencia en Asia y, más específicamente, su relación con China. Cuando quedan meses para que Roma y Beijing decidan si renuevan una vez más el acuerdo provisorio de 2018 o si apuestan por un vínculo más duradero, un doble enroque diplomático volvió a poner en el centro de atención la siempre atrayente relación entre el centro de la catolicidad y el gigante asiático.

¿Por qué la renovación de la expectativa en el vínculo que, por su peso geopolítico, atrae los ojos de todas las potencias? El Vaticano movió en la última semana a sus representantes diplomáticos en las oficinas de Hong Kong y Taiwán en el marco de un rediseño de la relación con China tras el acuerdo firmado en 2018 entre la Santa Sede y el gigante asiático que es considerado el "primer paso" para más acercamietos entre Roma y Beijing tras más de medio siglo sin relaciones bilaterales.

La salida el 31 de enero del encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Taipei, monseñor Arnaldo Catalan, sumada a la del jefe de misión en Hong Kong Javier Herrera Corona anunciada el 5 de febrero se enmarcan en un posible "rediseño" de los lazos entre Roma y Beijing, plantearon fuentes vaticanas a RD. Más allá de que la presencia de católicos en China "apenas" llega a los 10 millones, cualquier acercamiento entre los dos Estados es mirado con lupa en todo el mundo.

El Vaticano, único Estado europeo en tener relaciones diplomáticas con Taiwán, nunca tuvo lazos bilaterales formales con Beijing tras la proclamación de la República Popular en 1949.

De hecho, un acuerdo firmado en 2018 por voluntad del papa Francisco y luego renovado por dos años en 2020 para la designación conjunta de obispos no solo fue el mayor acercamiento bilateral en más de medio siglo sino que fue descrito por la Santa Sede como un "primer paso".

El acuerdo vence en octubre de este año y las dos diplomacias ya trabajan en los próximos pasos, que podrían incluir un nuevo mapeo de la cantidad de diócesis en las que dividir a China, sobre las que hay por el momento una diferencia de 50 diócesis entre las que imagina el Roma y las que está dispuesta a aceptar Beijing. Cada diócesis significa un obispo o, en los ojos chinos, un posible enviado extranjero a su país.

En ese marco, la transferencia de Catalán a la Nunciatura en Ruanda y de Herrera Corona a la de Congo y Gabón deja a Taiwán y Hong Kong sin representación de diplomáticos de alto nivel.

La movida diplomática de la Santa Sede se da en una meseta de tranquilidad tras varios años de conflictos en Hong Kong marcados por las revueltas en el territorio chino por los deseos de grupos separatistas de tener mayor autonomía de Beijing.

En el caso de Taiwán, en tanto, las tensiones entre Taipei y Beijing nunca han bajado el tono desde la proclamación de la República Popular de 1949 y la decisión de la isla de mantenerse independiente.

El acuerdo de 2018, por el que ya se han nombrado a cinco obispos con acuerdo de Roma y Beijing, puso fin a más de cincuenta años de división en la Iglesia local, entre una facción que seguía a la Santa Sede y otra leal al Partido Comunista.

Cuando en 2020 el Vaticano y China renovaron el acuerdo, la Santa Sede recibió y resistió fuertes presiones del entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien había planteado que la prórroga ponía en juego la credibilidad de Roma a nivel internacional.

La firma del acuerdo supuso la normalización de la vida de la Iglesia católica en China, tras años de división entre los prelados designados por el Vaticano y los designados por Beijing a través de la denominada Asociación Patriótica, una Iglesia creada por el Gobierno chino para controlar la vida católica en el país. En 2020, al renovar el acuerdo por otros dos años, el Vaticano planteó que "la Santa Sede, considerando que el inicio de la aplicación del referido acuerdo, de fundamental valor eclesial y pastoral, fue positivo, gracias a la buena comunicación y colaboración entre las partes en el asunto acordado, tiene la intención de continuar el diálogo abierto y constructivo para alentar la vida de la Iglesia católica y el bien del pueblo chino".

Relaciones Vaticano-China
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