El Papa dedicó la misa de Jueves Santo "a los sacerdotes que dan la vida por el Señor" Francisco, a los curas del mundo: "Sean grandes perdonadores, no se cansen de perdonar"

Bergoglio, junto al Cristo de la Peste, en este inédito Jueves Santo en San Pedro
Bergoglio, junto al Cristo de la Peste, en este inédito Jueves Santo en San Pedro

Homilía del Papa dedicada a todos los sacerdotes, especialmente a los "calumniados y a los que murieron". Pedido para que se "dejen lavar los pies" y tengan "coraje para perdonar"

"Son los santos de la puerta de a lado junto a médicos y enfermeros los que dieron la vida"

Pide "sacerdotes pecadores, que con el Papa pecador y obispos pecadores no se olvidan de pedir perdón"

En una inédita ceremonia en una Basílica de San Pedro vacía por las medidas para frenar el coronavirus, el papa Francisco dedicó hoy la misa de Jueves Santo a los sacerdotes de todo el mundo, en especial a los que murieron y los calumniados, y los animó a tener "coraje para perdonar".

"Hoy quiero estar cerca de los sacerdotes, desde el mas reciente ordenado hasta el Papa, todos somos sacerdotes, obispos, todos", afirmó Jorge Bergoglio, en una homilía que improvisó, sin texto previo, frente al puñado de diáconos y coristas que fueron su única compañía en la inédita celebración.

"No puedo dejar pasar esta misa sin recordar a los sacerdotes que dan la vida por el señor, que son servidores. En estos días murieron más de 60 en Italia, en atención de los enfermos en los hospitales. Son los santos de la puerta de a lado junto a médicos y enfermeros los que dieron la vida", recordó Bergoglio.

Francisco, en la misa de Jueves Santo
Francisco, en la misa de Jueves Santo

El Cristo de la Pese y la Salus Populi

Como en su histórico rezo del viernes 27 de marzo en una Plaza San Pedo vacía, el Papa volvió a estar acompañado por los dos símbolos a los que ha confiado la salida de la pandemia: el crucifijo que según los católicos salvó a Roma de la peste en el siglo XVI y la imagen de la Virgen Salus Populi Romani, a la que le ha confiado cada uno de sus viajes fuera de Italia.

"Hay sacerdotes que van lejos a llevar el Evangelio y mueren allí, son los sacerdotes anónimos, párrocos de campo, que van de un pueblo a otro, que conocen a la gente. Uno me dijo que conocía el nombre de todas las personas de su pueblo, hasta el nombre de los perros. Es la cercanía de los buenos sacerdotes. Hoy los llevo en mi corazón al altar", planteó.

El Papa, durante la misa
El Papa, durante la misa

Perdonar y pedir perdón

"También los sacerdotes calumniados, tantas sucede hoy que no pueden ir por la calle porque les dicen cosas feas, referencias al drama que hemos vivido con el descubrimiento de sacerdotes que hacían cosas feas", planteó el Papa, en una alusión a las denuncias por abusos que enfrentaron miembros del clero. "Algunos me dicen que no pueden salir de casa porque los insultan. y ellos continúan. Sacerdotes pecadores, que con el Papa pecador y obispos pecadores no se olvidan de pedir perdón y aprenden a pedir perdón", añadió. 

"Todos somos pecadores. sacerdotes que sufren alguna crisis que no saben qué hacer. Hoy todos ustedes hermanos sacerdotes están conmigo en el altar. Sólo les digo una cosa: déjense lavar los pies, el señor es su siervo, y es cercano a ustedes", les dijo, al celebrar en una Basílica de San Pedro vacía la misa "en la cena del Señor", que marca el inicio del Triduo Pascual.

Francisco,  junto al altar
Francisco, junto al altar

"Con esta conciencia, sean grandes perdonadores. Tengan corazón grande, de generosidad en el perdón. No tengan miedo de perdonar. Tengan coraje, incluso corriendo el riesgo de perdonar, de consolar", los convocó finalmente.

Sin lavado de pies, sin Via Crucis en el Coliseo

"Por la crisis sanitaria vigente", según explicó el Vaticano, Francisco no hizo el tradicional lavado de pies que siempre dedicó a inmigrantes y excluidos. En ese marco, la de hoy fue la primera vez que durante su pontificado Francisco celebra la misa de jueves santo en la Basílica, tras hacerlo cinco veces en cárceles, y también en un centro de discapacitados y en uno para inmigrantes. 

Mañana, Bergoglio escuchará la homilía del predicador Raniero Cantalamessa en la denominada celebración de la Pasión del Señor, y luego encabezará el Vía Crucis que, por primera vez en su pontificado, no se hará en el Coliseo sino que tendrá en una primera etapa alrededor del obelisco de la Plaza San Pedro, y el resto en el área de ingreso a la Basílica.

El camino de la cruz en las estaciones será conducido por dos grupos de cinco personas casa uno: uno será de la Casa de Reclusión de Padua -de donde son los detenidos que prepararon las meditaciones- y otro de la Dirección de Sanidad e Higiene del Vaticano.

El Papa, en San Pedro

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