La nueva embajadora argentina ante la Santa Sede, María Fernanda Silva, llegó hoy a Roma para tomar posesión de la sede diplomática, donde será la primera mujer de la historia en ocupar la jefatura de misión ante la Santa Sede.

Silva, la primera afrodescendiente en ingresar al servicio exterior de su país, fue designada en marzo pasado a través de un decreto del presidente Alberto Fernández luego de haber obtenido el plácet del Vaticano en tiempo récord.

En medio de la pandemia por el coronavirus, aún no está confirmado cuándo podrá presentar sus cartas credenciales al papa Francisco, en medio de la suspensión parcial de actividades dispuestas por el Vaticano hasta el 3 de mayo.

Diplomática de carrera, la primera mujer en ocupar la embajada ante Santa Sede en la historia de la diplomacia argentina ya estuvo como "número dos" de la representación entre 2014 y 2015.

Es licenciada en Ciencias Políticas con Especialización en Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica Argentina, e integra el Servicio Permanente Activo de Cancillería desde el 1ro. de enero de 1993.

María Fernanda Silva, nacida en 1965, estaba casada, pero su matrimonio obtuvo una nulidad canónica de la Iglesia Católica porque su esposo decidió ordenarse como sacerdote. El entonces obispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, fue quien acompañó ese proceso. Así, según el derecho canónico (la ley eclesiástica), es soltera.

Durante su carrera en la diplomacia, Silva se desempeñó en la Oficina del Arbitraje Internacional Argentina/Chile Laguna del Desierto, en la Dirección de América del Sur y en la Secretaría de la Embajada Argentina en Santiago de Chile y representó a la Argentina ante la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).