Misa Crismal: el Papa pide a los sacerdotes que trabajen por la unidad en "armonía" de la Iglesia Francisco reclama al clero de todo el mundo que "no ensucien" a la institución "con la desunión y las polarizaciones"

Francisco, hoy, en la Misa Crismal
Francisco, hoy, en la Misa Crismal captura de pantalla

"Se peca contra el Espíritu, que es comunión, cuando nos convertimos, aunque sea por ligereza, en instrumentos de división; y le hacemos el juego al enemigo, que no sale a la luz y ama los rumores y las insinuaciones, que fomenta los partidos y las cordadas, alimenta la nostalgia del pasado, la desconfianza, el pesimismo, el miedo"

"¿Mi realización depende de lo bueno que soy, del cargo que obtengo, de los cumplidos que recibo, de la carrera que hago, de los superiores o colaboradores que tengo, de las comodidades que puedo garantizarme, o de la unción que perfuma mi vida?"

La misa de esta mañana fue la primera de una serie de celebraciones que continuarán esta tarde con el tradicional lavado de pies, esta vez en una cárcel de las afueras de Roma a la que el Papa ya fue en 2013, y que tendrán sus puntos altos mañana con el Via Crucis y el domingo con la bendición pascual desde el balcón central de la Basílica de San Pedro

En un nuevo y fuerte llamado a la unidad en la Iglesia, el papa Francisco convocó hoy al clero de todo el mundo a dejar a un lado la "desunión y polarizaciones" y enfocarse en la "armonía" eclesial, en una homilía de Jueves Santo de alto valor político para dentro de la institución.

Al iniciar en la Basílica de San Pedro cuatro días consecutivos de actividades en las que tendrá un rol central, el pontífice animó también a sus "hermanos" a cuestionar el sistema de medirse por cumplidos o cargos.

Misa Crismal en el Vaticano
Misa Crismal en el Vaticano captura de pantalla

"Hermanos, crear armonía entre nosotros no es sólo un método adecuado para que la coordinación eclesial funcione mejor, no es una cuestión de estrategia o cortesía, sino una exigencia interna de la vida en el Espíritu", sostuvo Jorge Bergoglio este jueves, a la cabeza de las celebraciones pascuales pese a haber sido dado de alta hace menos de una semana de la bronquitis por la que estuvo internado tres días.

"Partidos y cordadas"

"Se peca contra el Espíritu, que es comunión, cuando nos convertimos, aunque sea por ligereza, en instrumentos de división; y le hacemos el juego al enemigo, que no sale a la luz y ama los rumores y las insinuaciones, que fomenta los partidos y las cordadas, alimenta la nostalgia del pasado, la desconfianza, el pesimismo, el miedo", añadió luego.

Centenares de sacerdotes, en la Misa Crismal de San Pedro
Centenares de sacerdotes, en la Misa Crismal de San Pedro captura de pantalla

"Tengamos cuidado, por favor, de no ensuciar la unción del Espíritu y el manto de la Madre Iglesia con la desunión, con las polarizaciones, con cualquier falta de caridad y de comunión", convocó luego el Papa.
En su mensaje, Francisco llamó a recordar "que el Espíritu, el nosotros de Dios, prefiere la forma comunitaria: la disponibilidad respecto a las propias necesidades, la obediencia respecto a los propios gustos, la humildad respecto a las propias pretensiones".

Madurez sacerdotal

Habituado a lanzar preguntas de las que conoce las respuestas, Francisco interrogó a los sacerdotes acerca de si "¿mi realización depende de lo bueno que soy, del cargo que obtengo, de los cumplidos que recibo, de la carrera que hago, de los superiores o colaboradores que tengo, de las comodidades que puedo garantizarme, o de la unción que perfuma mi vida?" "Hermanos, la madurez sacerdotal pasa por el Espíritu Santo, se realiza cuando Él se convierte en el protagonista de nuestra vida", les contestó. 

"¡Nuestro sacerdocio no crece remendando, sino desbordándose!", los animó por último.

El Papa preside, desde un lateral del altar, la Misa Crismal
El Papa preside, desde un lateral del altar, la Misa Crismal captura de pantalla

La misa de esta mañana fue la primera de una serie de celebraciones que continuarán esta tarde con el tradicional lavado de pies, esta vez en una cárcel de las afueras de Roma a la que el Papa ya fue en 2013, y que tendrán sus puntos altos mañana con el Via Crucis y el domingo con la bendición pascual desde el balcón central de la Basílica de San Pedro.

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