Esperanza para la tierra, esperanza para la humanidad Círculo del silencio: "Yo no soy de aquí, pero tú tampoco". Cambio climático e inmigración

Círculo del silencio: "Yo no soy de aquí, pero tú tampoco". Cambio climático e inmigración
Círculo del silencio: "Yo no soy de aquí, pero tú tampoco". Cambio climático e inmigración Jose Moreno Losada

Hoy en Badajoz ciudad, convocados por Cáritas Diocesana y por la delegación interesada en la ecología integral nos reuniremos en un parque de la ciudad llamada "Biocllimático", junto a la parroquia de Guadalupe. Juntos, en el silencio y en el círculo de la unidad, nos concienciaremos del mal del cambio climático que afecta a poblaciones y les empuja a una inmigración de dearraigo de y de pobreza, a veces, de extorsión y esclavitud. Como ciudadanos y cristianos queremos nuestra conciencia no sea indiferente. Una canción, una oración, un manifiesto y un gesto con testimonios vivos nos ayudara a ello. Únete a nuestra oración.

“Yo no soy de aquí, pero tú tampoco”

Video-Canción

peregrinos

Apenas nos pusimos en dos pies

Comenzamos a migrar por la sabana

Siguiendo la manada de bisontes

Más allá del horizonte

A nuevas tierras, lejanas Los niños a la espalda y expectantes

Los ojos en alerta, todo oídos

Olfateando aquel desconcertante paisaje nuevo, desconocido

Somos una especie en viaje

No tenemos pertenencias sino equipaje

Vamos con el polen en el viento

Estamos vivos porque estamos en movimiento

Nunca estamos quietos, somos trashumantes

Somos padres, hijos, nietos y bisnietos de inmigrantes

Es más mío le que sueño que lo que toco

Yo no soy de aquí

Pero tú tampoco

Yo no soy de aquí

Pero tú tampoco

De ningún lado del todo

De todos lados un poco

Atravesamos desiertos, glaciares, continentes

El mundo entero de extremo a extremo

Empecinados, supervivientes

El ojo en el viento y en las corrientes

La mano firme en el remo

Cargamos con nuestras guerras

Nuestras canciones de cuna

Nuestro rumbo hecho de versos

De migraciones, de hambrunas

Y así ha sido desde siempre, desde el infinito

Fuimos la gota de agua viajando en el meteorito

Cruzamos galaxias, vacío, milenios

Buscábamos oxígeno, encontramos sueños

Apenas nos pusimos en dos pies

Y nos vimos en la sombra de la hoguera

Escuchamos la voz del desafío

Siempre miramos el río

Pensando en la otra rivera

Somos una especie en viaje

No tenemos pertenencias sino equipaje

Vamos con el polen en el viento

Estamos vivos porque estamos en movimiento

Nunca estamos quietos, somos trashumantes

Somos padres, hijos, nietos y bisnietos de inmigrantes

Es más mío le que sueño que lo que toco

Yo no soy de aquí

Pero tú tampoco

Yo no soy de aquí

Pero tú tampoco

De ningún lado del todo y

De todos lados un poco

Lo mismo con las canciones, los pájaros, los alfabetos

Si quieres que algo se muera, déjalo quieto

( MOVIMIENTO  De Jorge Drexler)

ORACION

LAUDATO SI 23

Por una casa común justa, habitable y sostenible

patera

Dios misericordioso y Creador de todo, te alabamos por el don de la Tierra, hogar de tantas formas de vida, Casa común de pueblos, culturas y especies de vivientes. La hemos convertido en un lugar injusto. Algunos consumen y contaminan más que otros. Los más pobres enfrentan los mayores impactos del cambio climático.  Por eso, te pedimos:

Ayúdanos a alcanzar la justicia climática y ecológica. Que nadie tome para sí lo que pertenece a todos. Que repartamos con equidad los bienes del mundo. Que, con una vida simple, testimoniemos que la Tierra es hermana y madre de todos. Que respetemos sus ritmos de regeneración, para que sustente a todos los vivientes de la generación presente y de las generaciones futuras. Amén.

 Manifiesto:

YO NO SOY DE AQUÍ, PERO TÚ TAMPOCO

(Círculo del silencio)

Al calor de una canción y su mensaje, una vez más, convocados por Cáritas Diocesana, nos reuniremos en “Círculo de silencio” para concienciarnos y concienciar a la población de problemáticas urgentes y graves. En este caso nos reuniremos en el Parque Bioclimático el jueves 25 a las 19 horas para reflexionar sobre el cambio climático y la inmigración, en el contexto de la semana Laudato Si. Nos parece muy grave lo que está sucediendo y no podemos permanecer indiferentes.

La comunidad científica cada vez nos alerta más sobre las evidencias del cambio climático. Los informes oficiales nos hablan de un aumento de la temperatura media del planeta por encima de 1.2 ºC, estando este aumento repartido de forma desigual a lo largo del globo. Otras muchas consecuencias relacionadas con el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos son también evidentes: aumento de las olas de calor, aumento de los periodos secos, aumento de las inundaciones, de los huracanes, del nivel del mar,… Realmente, no hablamos ya de cambio climático, sino de emergencia climática.

En 2022, se contabilizaron 31,8 millones de desplazamientos internos por fenómenos meteorológicos extremos. Los desplazamientos relacionados con catástrofes durante el año también fueron un 41% superiores a la media de la última década. Las inundaciones fueron responsables de la mayoría —seis de cada diez— de estos desplazamientos forzosos, seguidas por tormentas, sequías, deslizamientos de tierras y, por último, temperaturas extremas. Estos impactos van deteriorando la seguridad alimentaria o el acceso al agua e influyen indirectamente en que muchas personas tengan que abandonar sus hogares en búsqueda de mejores condiciones de vida.

Las migraciones climáticas son un claro ejemplo de la “paradoja climática”, en la que quienes más sufren sus consecuencias son quienes menos han contribuido a la emergencia. Además, las poblaciones con menores recursos económicos en países empobrecidos son las más afectadas por la crisis climática y siendo las mujeres las que padecen con más crudeza sus impactos.

La encíclica Laudato Si, escrita por el papa Francisco hace ahora 8 años, amalgama estos saberes científicos con saberes filosóficos y reflexión cristiana, uniendo fe y razón y planteando por primera vez un abordaje de estas cuestiones desde una perspectiva teológica y ecológica integral. En ella (LS 25) Francisco visibiliza la tragedia de “el aumento de los migrantes huyendo de la miseria empeorada por la degradación ambiental, que no son reconocidos como refugiados en las convenciones internacionales y advierte que(LS 49) “no suele haber conciencia clara de los problemas que afectan particularmente a los excluidos. Ellos son la mayor parte del planeta, miles de millones de personas. Hoy están presentes en los debates políticos y económicos internacionales, pero frecuentemente parece que sus problemas se plantean como un apéndice, [……] Ello se debe en parte a que muchos profesionales, formadores de opinión, medios de comunicación y centros de poder están ubicados lejos de ellos, en áreas urbanas aisladas, sin tomar contacto con sus problemas. Viven y reflexionan desde la comodidad de un desarrollo y de una calidad de vida que no están al alcance de la mayoría de la población mundial. […..] Pero hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”.

“A la política y a las diversas asociaciones les compete un esfuerzo de concientización de la población. También a la Iglesia. Todas las comunidades cristianas tienen un rol importante que cumplir en esta educación” LS 214.

Para pasar a la acción, Laudato Sí nos propone  (LS 222) “un modo alternativo de entender la calidad de vida, y alienta un estilo de vida “profético y contemplativo, capaz de gozar profundamente sin obsesionarse por el consumo”. Porque la sobriedad que se vive con libertad y conciencia es liberadora (LS223)

Como ciudadanos y como creyentes en este círculo del silencio queremos concienciarnos y concienciar de esta problemática que afecta a la naturaleza y a la humanidad. No queremos ser indiferentes, en el silencio nos unimos a los que sufren y deseamos una educación y una cultura que responda en verdad a los problemas más urgentes de la sociedad. Nos sentimos llamados e interpelados a vivir conforme a la una verdadera ecología integral, en una austeridad felicitante y liberadora. Solicitamos a nuestros gobernantes que tengan presente en sus programas esta realidad sangrante de lo natural y lo humano.

Javier Acero (Físico), Trinidad Ruíz (Botánica), José Moreno (Teología)

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