Tomad y comed Corpus Christi: Dios a trozos

Corpus Christi: Dios a trozos
Corpus Christi: Dios a trozos José

MI CUERPO ES COMIDA

Mis manos,  esas manos  y tus manos hacemos este gesto,  compartida la mesa y el destino, como hermanos.Las vidas en tu muerte y en tu vida.

Unidos en el pan los muchos granos,iremos aprendiendo a ser la unidaciudad de Dios, ciudad de los humanos.

Comiéndote sabremos ser comida.El vino de sus venas nos provoca.

El pan que ellos no tienen nos convocaa ser contigo el pan de cada día.

Llamados por la luz de tu memoria, marchamos hacia el reino haciendo historia, fraterna y subversiva eucaristía

Pedro Casaldáliga

Corpus Christi: Un Dios que se da partido

manos

El oficio de partir el pan, convocar a la mesa, sentarse juntos es divino. Jesús de Nazaret nos ha invitado a hacer memoria viva de ese gesto que alumbra la vida y la gesta en el camino de lo diario y se convierte en la esencia del existir y del ser. Si vivimos no lo hacemos para nosotros mismos, sino para el Señor, en la vida y en la muerte estamos llamados a la comunidad, a la mesa compartida, al camino sinodal que nos lleva a la gloria de lo definitivo, donde el reino se hará banquete de alegría y de felicidad sin límites. Dios se nos dará totalmente y no faltará nadie para que la unidad sea plena. Somos una familia y comemos el mismo pan de la vida.

Llamados a ser en común. La Eucaristía nos alimenta y nos empuja para construir y animar nuestra comunidad cristiana. No hay Eucaristía sin comunidad, ni comunidad cristiana si no es eucarística. La comunidad es el espacio donde creemos que podemos acompañar y ser acompañados, generar presencia, anuncio, denuncia y otro estilo de vida. En el detalle pequeño y oculto se despliega la fuerza radical del resucitado que se hace presencia real y oculta más allá de lo que tú contemplas.

Queremos crear, desde el amor de Cristo que se nos da como pan, espacios liberados donde el que sufre, encuentra consuelo; donde el sediento, encuentra fuentes de vida y ánimo para saciarse y seguir caminando; donde el que necesita cuidado, acogida y cariño, encuentra la cercanía del otro que le dignifica y le reconoce en su dignidad de humano y de hijo de Dios. La dimensión socio caritativa de nuestra fe y de nuestras comunidades, alimentada con el pan del altar, ha de ser priorizada en nuestras parroquias, asociaciones, movimientos, congregaciones, en toda la Iglesia. Cáritas es un instrumento de concienciación y animación en este sentido, que nos invita a construir la casa de todos.

 Desde la comunidad cristiana, sabiendo que gente pequeña con cosas pequeñas y en pequeños lugares, vamos transformando como levadura y sal el mundo. El horizonte de pan partido y repartido de la Iglesia está claro: habitados y alimentados por la presencia real de Cristo en la Eucaristía, estamos llamados a ser ese pan partido y comido por los hermanos, especialmente por los que tienen hambre y sed de justicia. Así seremos los cristianos, prolongación de esta presencia real de Cristo en medio del mundo, entre los hermanos, y seguiremos caminando hacia la Vida Eterna.

Aquí todo tiene sentido..

"Que siempre que estamos unidos me corre la sangre en las venas... "(Siloé)

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