El saber al sercicio de los seminaristas Doña Trinidad, mujer -docente- del presbiterio (Diócesis Mérida-Badajoz)

 Anoche falleció Doña Trinidad Téllez, una mujer singular en la iglesia diocesana de Mérida-Badajoz, porque fue profesora de matemáticas en el seminario  más de treinta años, desde los años sesenta...nos enseñó a casi todo los curas esa materia tan dura... no tanto, ella la hacía agradable y materna en aquel contexto. Pero era singular, la primera mujer que daba clases en ese centro centenario... y conoció a casi todo los curas de badajoz...algo singular. He escrito reflexión sobre el papel de esta mujer, ahora que reivindicamos el papel de la mujer en la iglesia. Ella lo tuvo hace mucho tiempo.

Doña Trini, una mujer del presbiterio de Badajoz

seminario

En la actualidad reclamamos y con razón el verdadero lugar de la mujer en la iglesia, aquello que le corresponde por su dignidad humana, por su bautismo y por su seguimiento de Jesús y su implicación en la misión y en la comunión de la Iglesia, tanto hacia adentro como en su misión en el mundo. Bendita iglesia que cuenta con este ejército de mujeres llenas del Espíritu de Dios que la mantienen y la renuevan constantemente, más allá de la representatividad institucional que puedan tener en ella y a la que hoy vemos claro que han de acceder por bien de la misma iglesia y de la humanidad.

En este contexto hoy necesito hacer reflexión, contemplación y oración de una mujer que, sin lugar a dudas en la diócesis de Mérida-Badajoz, es considerada como parte del presbiterio diocesano, porque algo de lo que llevamos en nuestro ministerio lo sembró ella, siendo profesora de matemáticas en el seminario menos durante más de treinta años, me refiero a “Doña Trinidad Téllez”.  Hoy ha fallecido y reposa en paz. Recuerdo que yo llegué  al seminario en 1969 con once años y allí la encontré impartiéndonos esa asignatura de matemáticas que era una de las fuertes, pero que ella conseguía seducirnos para creer que eran agradables y posible para todos. Éramos más de trescientos en aquellas muros y claustros. Todo marcado por lo masculino, excepto en el cuidado de la cocina, la limpieza, la ropa… y en este caso, por esta profesora Doña Trini, a la que después se uniría Pilar, la profesora joven de Francés. Algo novedoso y providencial.

madre

Imagen de mujer y madre, ella nos hablaba de sus hijos, y de sus alumnas del colegio de las josefinas, pero se le notaba predilección por nosotros. Nos aportaba ese toque femenino y materno en las aulas, que nosotros tanto añorábamos. Cómo no recordar sus frases, sus enseñanzas morales, su modo de animar, y sus cuidados ante la fragilidad, hasta guantes de lana hechos por ella, para los pies de los que se rompían huesos de manos y de pies.

Hoy estamos ante su rostro ya entregado al corazón del Padre, en el que creía y confiaba. Su hija me mostraba cómo le acompañaba en estos últimos días y en su féretro, la medalla de “Las Marías de los sagrarios”, con la imagen de las mujeres junto a Jesús en el calvario cuando todos huyeron. Ha vivido con un sentido religioso muy profundo, intentando ser fiel a la Iglesia y a sus normas, las entendiera o no. La Eucaristía ha sido centro de su vida, la oración le ha acompañado constantemente, y no ha olvidado a los pobres en su deseo de compartir y consolar. Lo ha hecho desde su corte tradicional y conservador, pero ha estado abierta a otros modos de vivir la fe en sus hijos, José María y Trini, y en sus nietos Adela y Benito. Dios le ha concedido conocer a su biznieto Luis por quien ha dado gracias a Dios y ha sentido la bendición divina, preparando para él su cuna en su propia casa, que era la de la familia de siempre. Ha vivido con Don Manuel Ruíz toda su vida, en la fidelidad propia del matrimonio cristiano, compartiendo la fe y la ética de lo bueno.

marido

Ha sido ciudadana formal, esposa del fiscal de Extremadura, aplicaron la ley en todo lo que tuvieron que agenciar en la vida privada y pública. Todos sus trabajadores siempre estuvieron cubiertos en los derechos sociales, y vivieron con ellos el sentido de familia y compromiso, buscando su crecimiento y desarrollo en todo lo que ellos quisieron, dándole un verdadero valor a todos sus servicios. Hoy se sentirán dolientes de su muerte tanto el pastor Luis, como su hermana Mari, y muchos más que se han sentido parte de esta familia, por la confianza depositada en ellos y por su fidelidad en el cuidado de sus trabajos. Así ha sido también con Virginia la señora que ha compartido la vida con ellos, como una más en su casa, con dedicación y también corresponsabilidad, ahora convaleciente de una enfermedad. En su ser ciudadana ha vivido con intensidad lo de ser pacense y formar parte de esta sociedad, buscando lo mejor y agradeciendo lo bueno de esta ciudad. Supo ser buena esposa para facilitar la labor de su marido como presidente del tribunal de Badajoz.

familia

Ha sido madre que ha querido la perfección en los hijos, lo cual le ha hecho a veces muy exigente, pero también ha proporcionado y ha querido para ellos una buena formación académica, humana, cultural y religiosa… buscando todos los medios que le fueran favorables en su infancia y juventud. Con razón ellos están buscando que los ritos de despedida sean conforme a ella le gustaba y quería, respetando en toda su voluntad, aunque pudiera ser distinta a la suya. Con los nietos ha sido muy cercana y ha disfrutado de todos sus momentos sintiéndose alguien especial en todos esos momentos, recuerdo momentos agradables en comuniones y confirmaciones, así como en finales de carrera y tesis doctorales. Con el biznieto sólo ha sido ternura.

ella

En más de una ocasión hemos hablado y compartido de su vida y de su historia y para ella le había marcado como algo único y singular, su magisterio docente en el seminario, ahí había vivido su ministerio gozoso. Sentía que ponía su saber al servicio de cientos de niños y jóvenes extremeños que buscábamos nuestra vocación en esa institución diocesana, que así servía a la Iglesia y, desde ella, al mundo. Nada le daba más satisfacción que encontrarse en cualquier lugar con un sacerdote y este le recordara su relación y su agradecimiento por su enseñanza.

sacerdotes

Hoy el presbiterio de Badajoz, da gracias a Dios por ella y reconoce la importancia del papel de la mujer en la Iglesia a través de Trinidad Téllez, cuando entonces no era tan reivindicado ni tan normal, bendita presencia femenina y materna en el docencia de la matemáticas en nuestro seminario conciliar.

José Moreno Losada. Sacerdote

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