Por un trabajo decente El uno de Mayo, confinado y en precario

¿Qué les espera a los que siempre les afectan más la crisis...? Cuántos sufrimientos se sumarán a la clase obrera, esa que  ya decíamos que no existía, y ahora resulta que son de necesidad y esenciales. Qué pasará con los que se queden a la intemperie y en mayor pobreza y vulnerabilidad... ¿se armará toda la sociedad frente a ese virus tan inhumano como indecente de la precariedad y la pobreza? #iglesiaporuntrabajodecente

Día 1 de Mayo

En estos días de confinamiento, me permito dos momentos de silencio y reflexión marcados. El desayuno, que vuelvo hacerlo personal e interior, en soledad, pero siempre traigo a mi corazón y mente alguna realidad de vida con la que compartir y profundizar en ese momento. Al atardecer uno la liturgia del aplauso a ese mismo pensar y sentir que me ha acompañado durante todo el día. Así por ejemplo ante el día uno de Mayo confinado.

Desayuno

47 día de confinamiento…Desayuno con “#noticiasobreras” -conexión con el mundo de lo obrero y el evangelio de Jesús- y lo hago con el deseo y compromiso por un trabajo decente.

Miro lo que está en mi mesa y que será mi alimento en esta mañana, pienso en todos los trabajadores que están detrás de ellos y los tomo como un sacramento, quiero comulgar con todos ellos…los esenciales y necesarios, tanto como olvidados! Son millones los que están en precariedad y en trabajos sin decencia. NO quiero ni pensar, pero hay que hacerlo, en todos los que esta pandemia va a arrojar a la más pura precariedad y sufrimiento, ya están llegando los primeros gritos, lágrimas e incluso silencios humillados. La iglesia no puede hacer otra cosas que oír esos gritos y hacerse eco en medio de la sociedad, aportando y defendiendo, en comunión con las trabajadoras y trabajadores en precariedad y excluidos. #iglesiaporuntrabajodecente Ante el 1 de Mayo.

47 -a mediodía ante el circulo del silencio online-…Acabo de hablar con Alfredo…, camarero desde hace más de 12 años. En su historia laboral aparecen menos de seis años cotizados. Cada día trabaja unas diez horas. Así están la mayoría de su edad. Hace unos días he conocido un joven que todavía no ha logrado un trabajo decente, pero para sobrevivir y no ser gravoso, tras terminar sus estudios de grado superior, etc… trabaja en una discoteca de “relaciones públicas” y sirviendo copas… todo en negro, indecente… Víctor, que recientemente se casó con Glenda, es referente de los tres hijos de ella, trabaja en el servicio de limpieza,una subcontrata con el ayuntamiento, contratos cada cierto tiempo, no tiene seguridad ninguna, pasa tiempos sin trabajar aunque el trabajo y la necesidad de su servicio es constante… viven a la intemperie pero confían y luchan entre la indecencia del sistema, ella ha comenzado a trabajar cuidando una señora mayor como sea, hay que seguir viviendo. Cada uno podemos aportar, pero no hablaremos de… verdad? y ahora qué vendrá?

47 –en la tarde-… sigo aplaudiendo por todos esos trabajos importantes y esenciales: alimentación, vestido, agua y limpieza, Salud y educación, investigación, transporte y comunicación, comercio y restauración, el cuidado de la debilidad y lo vulnerables en cualquiera de sus formas, la agricultura, la pesca… en especial a los que haciendo este servicio sus condiciones de trabajo no son justas ni decentes. Por aquellos a los que se le avecina dificultad y dolor ante la ausencia de un salario Justo. Aplaudo hasta el dolor para que no deje de dolerme sus penas y me ponga de su lado para recuperar la esperanza. ¿Porqué han de llevarse la peor parte en todas la crisis si son trabajadores y honrados como Dios manda? Salario universal, hasta la otra orilla:

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