Preguntas para el camino…

Fer y Alberto, compañeros de camino

Septiembre nos devuelve al comienzo de un curso en la espera del otoño que ya se entrevé en mañanas de luz y tardes de rojizo cielo. Nos ponemos en camino y ya nos vamos encontrando para organizarnos y comenzar las tareas. Me reúno con Fer y Saray, enseguida nos ponemos al tanto de las veredas recorridas en estos meses de verano, cargados de vida y experiencias ricas, gracias a Dios. Me llama la atención el camino que Fer ha realizado, junto a un compañero amigo y le pido que me cuente su experiencia. El amigo necesitaba plantearse cosas vitales, reflexionar, y él se sumó a su camino para hacerlo juntos y acompañarse mutuamente. Para ello se pensó en el modo de acompañarle y diseñó posibles cuestiones vitales que podrían iluminarles. Pensaron salir de Sarriá y hacer la ruta en cuatro jornadas intensas. Su objetivo no era conseguir nada en el sentido oficial del camino, sino más bien proceso interno de iluminación y búsqueda de pistas de luz para la vida. Le ruego a este joven que me escriba los pasos que dieron internamente y me cuenta, como cada día, salían muy temprano y caminaban casi dos horas en silencio, en la oscuridad, hasta ver amanecer y después se paraban a plantear las cuestiones del día, para irlas pensando meditando… y después compartirlas.

Todo eso abierto al encuentro con otros, aunque eligieron uno de los caminos menos transitados para poder interiorizar más. Se encontraron con algo más de una docena de caminantes, de edades distintas, habían salido de lugares diferentes, y con intereses muy singulares, unos solos, otros en pareja, y algún grupo más. Llegaron juntos y compartieron bastante, hicieron comunidad en el camino, guardando la intimidad de cada uno. Para Fer esta experiencia de acompañamiento ha sido muy especial, piensa en hacerla él solo para él mismo. También cuenta como esta relación con su amigo se ha profundizado y hecho muy especial en esta semana, algo que les marcará para siempre. Cuando cuentan la experiencia, incluso a algún profesional de psicología, les llama la atención cómo se han podido organizar y pensar de esa manera esta experiencia, sorprende que la profesión sea de ingenieros y que tengan una interioridad y profundidad tan humanística, tan trabajada. La verdad es que fe lleva gran parte de su vida en espacios de equipo de vida dentro la pedagogía de la juventud estudiante católica y ha trabajado mucho su proyecto de vida junto a otros, él considera que esto le ha marcado en un modo de pensar, sentir y actuar, que le permite poder hacer caminos de este tipo y compartir la vida y ejercer este acompañamiento tan sencillo como fraternal.

Yo me quedo admirado de los caminos que hay dentro del camino… y de cómo Dios sigue haciéndose compañero, próximo, a su manera, más allá de lo formal y estipulado, en lo anónimo, libre y auténtico de corazones humanos abiertos y en búsqueda. Comparto con vosotros la nota que envió este joven en la que nos da cuenta de esas claves de fondo que le acompañaron en estos días y en estos kilómetros de búsqueda del interior y del tesoro de la vida.

“Un camino lleno de vida 👣❤️

Salimos ligeros de equipaje, con el corazón en búsqueda y abiertos al mundo. No sabíamos qué íbamos a encontrarnos, a qué situaciones nos íbamos a enfrentar, cómo se iba a comportar nuestro cuerpo, nuestra mente…

Pronto supimos darle un sentido. No fue difícil darse cuenta que la misma vida era un camino.

Comenzamos a plantearnos desde los signos que veíamos día a día 4 claves:

La flecha ➡️ Quiénes son nuestras referencias, las personas que nos guían y nos acompañan. Cómo somos nosotros buenas flechas para ellos.

Las piedras 🪨 Qué dificultades nos impiden alcanzar nuestros objetivos de vida. ¿Alguna vez hemos sido piedras para otros?

Los bastones 🦯 Dónde buscamos refugio, hogar, apoyo para ser capaces de sobreponernos, de continuar, de avanzar, de curar nuestras heridas y hacer crecer un corazón rebosante de vida. Cómo podemos servir de bastón para las personas que nos rodean.

La mochila 🎒 Llena de cargas, de preocupaciones, complejos, prejuicios, enfermedades… De qué manera podemos hacer la carga más ligera.

El mismo camino nos fue dando respuesta a todo con las personas que nos encontramos. Dispuestas a ayudar, escuchar, servir, aprender, contagiar alegría…

Sin duda el camino lo que me ha enseñado es a dar gratis aquello que he recibido gratis.

Muchas gracias a todas y cada una de las personas que habéis formado parte de este camino colmado de vida.

Sois luz. No olvidaré cuánto me habéis enseñado.”

Yo me alegro de este saber caminar con otros... y disfruto viendo cómo Fer y Saray lo hacen también en el ámbito parroquial con este grupo de jóvenes estudiantes que ahora ya recibirán pronto el sacramento de la confirmación y que están tocados en el interior para construir activamente sus modos de pensar, sentir y actuar ... escuchando el Evangeliio.