Hacer del magisterio un ministerio... El día del maestro. Pasado, presente y futuro

Jóvenes universitarios, futuros maestros, nos hablan de lo recibido y de sus sueños ante el día del maestro. Reflexión sobre el bien interno de esta profesión, cualidades y valores deseados y buscados con ilusión.

Querida maestra, tu experiencia y nuestra ilusión

(Ante el día del maestro)

facultad

Un año más la facultad de educación prepara eventos para celebrar el día del maestro, nosotras animadas desde el aula queremos también festejarlo desde nuestro ser esperanzado. Queremos y deseamos ser maestras, en nuestro caso de educación infantil. Miramos nuestras vidas personales y no nos entendemos sin el ámbito escolar, desde que iniciamos nuestra andadura a los tres años hasta este último curso de grado han sido la realidad escolar y la familiar las dos instituciones que más nos han configurado como personas y ciudadanos. En esa red no hay duda que nos hemos ido modelando y hemos sido motivadas por muchos maestros anónimos que hoy queremos felicitar y homenajear con este escrito de reflexión en el aula de la facultad, acompañadas por nuestro profesor José Moreno. Ante la festividad hemos querido hacer una reflexión interna y la hemos compartido descubriendo entre nosotras las maestras que queremos ser. Hemos hecho el sencillo ejercicio de escribirnos a nosotras mismas una carta confesando el tipo de profesional que deseamos y soñamos desde nuestro camino universitario ahora que está acabando. Nuestra idea es guardarla y poder releerla y enriquecerla a lo largo de nuestros años de ejercicio profesional. Al hacerlo nos hemos dado cuenta que de fondo de nuestra ilusión estáis muchos de vosotros. Somos conscientes de las metodologías que usemos, las actividades, etc. , podrán ser muy parecidas a las de todos, pero lo que nos hará diferentes, como a vosotros, serán fundamentalmente las actitudes y los valores con los que realicemos ese ejercicio docente, las claves fundamentales de relación y acompañamiento que se den en el ámbito escolar, fundamentalmente con los alumnos, pero también con los compañeros, las familias y el ámbito social. Por estas razones, aunque debemos estar muy bien formados en metodologías y nuevas pedagogías, consideramos que nuestras aspiraciones se mueven más en el orden interior en lo que se refiere a las cualidades personales que nos gustaría desarrollar en el ejercicio profesional, así como los valores con los que deseamos ejercer nuestra tarea educativa.

En dicha reflexión, en la que estáis tan presentes muchos de vosotros queridos maestros y por lo que os felicitamos en este día, estas son nuestras  aspiraciones fundamentales: aspiramos a ser profesionales con una verdadera formación y con seriedad en nuestra labor, que nuestra inquietud y dinamicidad nos haga creativos y esperanzados, que la paciencia sea nuestra arma  más poderosa y sepamos respetar el proceso personal de los que acompañemos, que nunca nos falte la mirada crítica sobre nuestro quehacer sabiendo aceptar el fracaso y celebrar los éxitos, que  nunca nos falte el deseo de motivar en positivo y creer en las posibilidades de nuestros discentes. No queremos ser miopes en nuestra labor, sino saber encender luces largas y mirar al horizonte, nunca en solitario sino en equipo sabiendo colaborar y siendo parte activa de proyectos educativos con verdaderos idearios de humanismo y ciudadanía madura.

En la misma dirección no podemos dejar de agradecer los valores más importantes que nos habéis transmitido con vuestra labor los mejores maestros que nos habéis acompañados, son los mismos que nos gustaría vivir y transmitir a nuestros futuros alumnos. Deseamos el verdadero trato de equidad y de respeto para cada niño que entre en nuestras aulas, la magnanimidad llena de bondad, la actitud de servicio y preocupación sincera por el itinerario del alumnado, la cercanía y la empatía del cariño que ayuda a crecer y que exige desde la actitud positiva del que cree en el que acompaña, la gratuidad y la generosidad que fundamenta el bien interno de la profesión en el deseo del crecimiento integral del sujeto educando.

Os agradecemos todo lo que nos habéis dejado en herencia, la bondad profesional transmitida de generación en generación, y esperamos colaborar en esta tradición con las mejores cualidades y los valores más preciados.  Gracias, seguir en la tarea y ayudadnos a iniciarnos como buenos profesionales que son conscientes del bien interno de su profesión y que deseas hacer de su magisterio un verdadero ministerio, auténtico servicio.

alumnos

Silvia Griñon, Ana María Tabares, Merari Reyes, Gloria Rey, Belén Fraga, Fran López.

Alumnos de 4º de Magisterio de Educación Infantil

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