De alumno a profesor

A los profesores que comienzan el nuevo curso con entrega, pasión y compromiso les hago partícipes de la carta que Camus escribió a su maestro tras recibir el Nobel de Literatura en 1957.

“Querido señor Germain:
He esperado a que se apagase un poco
el ruido que me ha rodeado todos estos días antes de hablarle de todo corazón.

He recibido un honor demasiado grande,
que no he buscado ni pedido.
Pero debo confesarle que, cuando supe la noticia,
pensé primero en mi madre y después en usted.

Sin usted,
la mano afectuosa
que tendió al pobre niñito que era yo, sin su enseñanza y ejemplo,
no hubiese sucedido nada de esto.

No es que dé demasiada importancia a un honor de este tipo. Pero me ofrece, por lo menos, la oportunidad
de decirle lo que usted ha sido y sigue siendo para mí,
y le puedo asegurar que sus esfuerzos, su trabajo y el corazón generoso que usted puso en ello
continúan siempre vivos en uno de sus pequeños discípulos,
que, a pesar de los años, no ha dejado de ser su alumno agradecido.

Le mando un abrazo de todo corazón.

Albert Camus

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