Un film reposado, casi documental, con aires a la serie Narcos Llegaron de noche, pero la verdad insiste

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'Llegaron de noche', la película del director Imanol Uribe - Lejos del mar (2015) o Días contados (1994)- se presentó ayer en el Festival de Málaga

Una cinta que habla, por fin, de un tema por mucho tiempo amortiguado: los sucesos ocurridos aquel mes de noviembre de 1989 en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador

Esa noche, el intelectual Ignacio Ellacuria y compañeros fueron asesinados en el patio de su casa y sus asesinos aún hoy andan libres. Este hecho solo tuvo una testigo: Lucía Barrera de la Cerna

Es una película casi documental, con aires a la serie Narcos. La fidelidad a los hechos narrados y el punto de vista elegido hace que sea un film reposado. Pero cumple de manera magistral su función: traer de nuevo a la conversación pública unos hechos que marcaron a toda una generación en la Iglesia y la sociedad española

Llegaron de noche. Como llegan quienes tienen todo que ocultar. Como llegan quienes buscan la oscuridad y la sombra. Llegaron de noche e hicieron mucho daño no solo a sus víctimas, también a su país y al mundo entero.



‘Llegaron de noche’, la película del director Imanol Uribe - Lejos del mar (2015) o Días contados (1994)- se presentó ayer en el Festival de Málaga. Una cinta que habla, por fin, de un tema por mucho tiempo amortiguado: los sucesos ocurridos aquel mes de noviembre de 1989 en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador. Hechos que terminaron de manera un tanto extraña con la vida de los seis jesuitas y dos de las empleadas que colaboraban con ellos. El intelectual Ignacio Ellacuría y compañeros fueron asesinados en el patio de su casa y sus asesinos aún hoy andan libres.



Este hecho solo tuvo una testigo: Lucía Barrera de la Cerna, también trabajadora de la UCA que se alojaba por aquel entonces en unos apartamentos en el interior del campus de la universidad. La mirada de Lucía será necesaria para esclarecer los hechos y señalar a los culpables. Las muchas presiones y el miedo pueden hacer que la versión de Lucía se tambalee, pero la verdad, como en la canción que canta el Padre Tojeira en una de las secuencias, "se empeña por salir".



Es una película casi documental, con aires a la serie Narcos. Uno no puede esperar ir a ver un film lleno de acción y aventuras, aunque sí se va a encontrar una suerte de thriller policiaco no resuelto. Con un tono oscuro, a veces incluso asfixiante y un ritmo lento que llena de incertidumbre al espectador. Una película para disfrutar sin prisa y con curiosidad.



Lo cierto es que la fidelidad a los hechos narrados y el punto de vista elegido hace que sea un film reposado. Pero cumple de manera magistral su función: traer de nuevo a la conversación pública unos hechos que marcaron a toda una generación en la Iglesia y la sociedad española. Y para recordarnos, una vez más (y más en estos tiempos), que quienes quieren terminar con la verdad llegan de noche y escondidos en las sombras. Y, aun así, la verdad insiste por salir.

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