¿Qué empresa está dispuesta a comenzar este camino? ¡Compromiso y desarrollo social!

Capitalismo inclusivo
Capitalismo inclusivo

Hoy quiero reflexionar acerca del compromiso y del desarrollo social entre el tejido empresarial al hilo de la audiencia que ha tenido el Papa Francisco con el Consejo para un capitalismo inclusivo

El Tejido Empresarial debería pensar en la implicación que el mismo puede tener por hacer posible que la dignificación de las personas sea un objetivo claro en el desarrollo de la economía

Esta inquietud está en marcha con la carta o documento que Monseñor José Carballo está coordinando de cara a que la economía y las inversiones de sus Institutos o Congregaciones cumplan con los fines del Bien Común

Los potenciales clientes y consumidores, deberíamos observar atentamente si las empresas tienen una implicación decidida en programas de desarrollo y de acción social. Sin compromiso, no hay cambio

Es verdad que les había prometido escribir hoy sobre el resultado electoral, no lo voy a hacer porque reflexionando sobre las posibilidades existentes considero que la primera opción que escribí en el artículo del día 3 de noviembre es la más consistente y factible. Al Partido Socialista le puede pasar lo mismo que le sucedió a Ciudadanos al negarse a fomentar un gobierno entre ellos y PSOE. No habiéndose podido cumplir esta primera posibilidad habría que haber ido a la segunda que propuse. Cada cual puede equivocarse o acertar, veremos qué nos depara el futuro.

Hoy quiero reflexionar acerca del compromiso y del desarrollo social entre el tejido empresarial al hilo de la audiencia que ha tenido el Papa Francisco con el Consejo para un capitalismo inclusivo.

En los distintos artículos que he escrito en este medio de comunicación he insistido en la dimensión social de las Empresas. No es posible actualmente que no exista una voluntad decidida en los directivos de las mismas que no fomenten un espacio social solidario en estas organizaciones.

El Papa Francisco hace tres años decía las siguientes palabras a los miembros que participaban en el Fortune-Time Global Forum "Quisiera decir un gracias especial por todo lo que estáis haciendo para promover la centralidad y la dignidad de la persona humana dentro de las instituciones y de modelos económicos, y para llamar la atención sobre la llaga de los pobres y los refugiados, que a menudo son olvidados por la sociedad. Cuando ignoramos el grito de muchos de nuestros hermanos y hermanas de todas las partes del mundo, no sólo les negamos los derechos y los valores que han recibido de Dios, sino que además rechazamos su sabiduría y les impedimos ofrecer al mundo sus talentos, su tradiciones y sus culturas. Estos comportamientos aumentan el sufrimiento de los pobres y de los marginados, y nosotros mismos nos hacemos más pobres, no sólo materialmente, sino también moralmente y espiritualmente".

Estas palabras deberían hacer pensar al Tejido Empresarial en la implicación que el mismo puede tener por hacer posible que la dignificación de las personas sea un objetivo claro en el desarrollo de la economía.

Hay que ser conscientes de que se precisa un cambio de mentalidad para que resulte imprescindible la existencia de una voluntad decidida de poner en marcha proyectos conjuntos entre empresas, administraciones públicas y tercer sector.

Compromiso y cambio social

Hoy el Papa Francisco ha vuelto a dirigirse a las personas que participaban Fortune-Time Global Forum y ha señalado lo siguiente "Es cierto que la actividad empresarial es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos, y puede ser una manera muy fecunda de promover la región donde instala sus emprendimientos, sobre todo si entiende que la creación de puestos de trabajo es parte ineludible de su servicio al bien común. Pero, como recordaba San Pablo VI, el verdadero desarrollo no puede limitarse sólo al crecimiento económico, sino que debe favorecer la promoción de cada hombre y de todo el hombre .

Esto significa mucho más que hacer que cuadren los balances, mejorar la infraestructura u ofrecer una mayor variedad de bienes de consumo. Lleva aparejado, más bien, una renovación, una purificación y un fortalecimiento de modelos económicos válidos basados en nuestra conversión personal y nuestra generosidad hacia los necesitados. Un sistema económico sin preocupaciones éticas no conduce a un orden social más justo, sino a una cultura de usar y tirar, de consumo y de residuos.

Por el contrario, cuando reconocemos la dimensión moral de la vida económica, que es uno de los muchos aspectos de la doctrina social de la Iglesia que debe ser plenamente respetada, somos capaces de actuar con caridad fraterna, deseando, buscando y protegiendo el bien de los demás y su desarrollo integral".

Es necesario y conveniente que poco a poco puedan surgir proyectos que busquen dar respuesta a lo que el Papa Francisco nos dice. Esta inquietud que se está constituyendo en un objetivo de trabajo en varias organizaciones, entre las que se encuentra el tejido empresarial, concuerda con la carta o documento que Monseñor José Carballo está coordinando, y que estará dirigido a las Instituciones de la Iglesia de cara a que la economía y las inversiones de sus Institutos o Congregaciones cumplan con los fines del Bien Común. Desde esta perspectiva, se ve conveniente que se tenga muy en presente una cultura económica que apoye proyectos sociales, orientados, principalmente, a personas empobrecidas.

No es posible un cambio si no existe compromiso. Por esta razón deberíamos, los potenciales clientes y consumidores, observar atentamente si las empresas tienen una implicación decidida en programas de desarrollo y de acción social. Esto no puede ser una moda o un simplemente quedar bien. La Responsabilidad Social Corporativa tiene que conllevar el fomentar lo que se puede entender como la generación de riqueza social.

Consumidores conscientes

La riqueza social conlleva, entre otros temas, desarrollar proyectos de acción social que ayuden a dignificar a las personas. Si queremos que este mundo cambie se hace imprescindible instaurar objetivos sociales en el tejido empresarial. El espacio social no es exclusividad de los gobiernos, debe de existir la corresponsabilidad del Tejido Empresarial. El desarrollo de una acción social determinada por parte de las empresas ayuda a generar espacios solidarios en donde las personas podemos ser protagonistas de un cambio económico basado en el logro de una sociedad nueva en donde el capitalismo busca la inclusión y no el descarte de las personas.

En palabras del Papa Francisco dirigidas a este grupo de trabajo se trata "de un signo de esperanza, porque habéis reconocido las cuestiones a los que nuestro mundo está llamado a enfrentarse y el imperativo de actuar con decisión para construir un mundo mejor. Os expreso mi gratitud por vuestro compromiso de promover una economía más justa y humana, en línea con los principios fundamentales de la doctrina social de la Iglesia y teniendo en cuenta a la persona en su totalidad, así como a las generaciones presentes y futuras. Un capitalismo inclusivo que no deja a nadie atrás, que no descarta a ninguno de nuestros hermanos y hermanas, es una aspiración noble, digna de vuestros mejores esfuerzos". Aquí tenemos, con claridad, qué significa compromiso y desarrollo social ¿qué empresa está dispuesta a comenzar este camino?

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