David López Royo Nunca hay que desesperarse

David López Royo
David López Royo

"Encontrarse es esforzarse y responder a las necesidades existentes"

"Es verdad que para que suceda algo como en Italia es imprescindible que exista un obispo preparado y en la política altura de miras; seguramente esto no sea posible en España porque por ambas partes no se den los perfiles adecuados"

"La utilización política de la ruina económica y de las vidas humanas es algo que no debería darse"

Hace unos días apareció una noticia que muy pocos medios trataron; era sencillamente que el gobierno italiano ha encargado al arzobispo Vicenzo Paglia presidir la comisión para reformar los cuidados sociosanitarios de Italia. ¿Os imagináis queridos lectores que esto pudiera darse en España? Estamos hablando de que en Italia gobiernan dos partidos de izquierda. Aquí, sencillamente, es imposible. Miren Vds. quiénes forman esta comisión, un alto nivel de profesionales independientes; alejados de los tentáculos políticos que, en la mayoría de los casos, siempre responden a ideologías concretas.

Me sigo afirmando que en nuestro gran país, España, no podemos caer en el desánimo y en la tristeza; pero es necesario apostar por establecer caminos de encuentro. Encontrarse es esforzarse y responder a las necesidades existentes.

Es verdad que para que suceda algo como en Italia es imprescindible que exista un obispo preparado y en la política altura de miras; seguramente esto no sea posible en España porque por ambas partes no se den los perfiles adecuados, pero no conviene desesperarse.

La solución a lo que nos está aconteciendo hay que buscarla, no en la clase política y sí en los profesionales que nada tienen que ver con la responsabilidad política.

Hay que establecer un procedimiento de colaboración que deje fuera del mismo los intereses partidistas de los políticos; hasta que esto no suceda no habrá solución segura para superar las barreras que la Covid-19 nos está planteando. Pero mientras tanto no nos podemos desesperar.

Paglia
Paglia

Todos estamos tocados y nadie se podrá librar de las limitaciones a las que esta pandemia nos está conduciendo. Utilizarla políticamente es un grave error. Nos hallamos ante una realidad que puede ser muy letal, de hecho ya está arruinando a un número ilimitado de negocios y de empresas y, no digamos de las consecuencias que esto está ya teniendo en nuestras vidas. Pero también se está llevando por delante muchas vidas y, esto sí es terrible y triste. Se contabilizan como simples números.

La utilización política de la ruina económica y de las vidas humanas es algo que no debería darse. La madurez de una sociedad democrática como la nuestra no debería permitir que todo confluya en una vía de tintes partidistas. Debemos despertar de este mal sueño y pedir a nuestros responsables políticos mesura y voluntad de respuesta conjunta. Mientras esto llega no nos podemos desesperar.

Nos esperan meses complicados y, sin duda, aquí las personas mayores volverán a estar en el epicentro de la pandemia. Son vulnerables y frágiles. Deberíamos estar trabajando para que la Covid-19 no vuelva a sembrar el caos en las Residencias. No hay que olvidar que son hogares y no hospitales. Deberíamos tener ya diseñados los nuevos proyectos de atención sociosanitaria en estos Centros; sin embargo esto parece que no se está realizando de manera ágil. Debería existir una comisión de trabajo muy operativa centrada en proponer un modelo de intervención acorde con las necesidades de este colectivo.

Luto por el coronavirus en España
Luto por el coronavirus en España

Sigo con atención lo que los medios de comunicación publican al respecto. LARES puede ser un buen ejemplo de referencia y mi pregunta es ¿por qué no se le da más protagonismo a una entidad como ésta en la búsqueda de una solución en la atención a las personas mayores? El ejemplo de Italia debería ser muy motivador para nuestro Gobierno y para los Gobiernos de las Comunidades Autónomas.

LARES es una Asociación que tiene más de 1.000 centros asociados, sin duda, sus consejos podrían ser parte de la solución. Existen también Centros de Mayores punteros que podrían aportar ideas, ayudando a configurar una estructura de atención sociosanitaria adecuada y coherente en estos momentos tan duros y complicados que nos están tocando vivir. Mientras esto llega, si llega, no debemos desesperarnos.

También se van sumando voces y reflexiones de Pastores de la Iglesia Católica que hablan sobre la tragedia vivida por los mayores; sin duda son bienvenidas sus ideas, y no deberían ser orilladas. Suman a la posible solución que habrá que encontrar en los meses duros del otoño y del invierno que se aproximan, noviembre, diciembre, enero y febrero.

No nos queremos dar cuenta y estamos perdiendo un tiempo esencial en la búsqueda de soluciones que realmente estén alejadas del ámbito estricto de la política. Soy de los que creo que el problema no está en Madrid, está en España y la solución solamente es posible desde dentro de España. ¿Tan torpes son nuestros políticos que no se percatan de este hecho? La Covid-19 es un elemento que atraviesa a toda la sociedad y afecta directamente a nuestro modo de vivir. Pero no podemos desesperarnos.

Anciano enfermo por coronavirus
Anciano enfermo por coronavirus

Echarse las culpas no es el mejor método para solucionar los problemas. La presión política tampoco es el camino. La solución y la vía para andar es mirarse frente a frente, y atender a las necesidades de quienes configuramos este gran país. Desesperarse no va con la mayoría de las personas; pero la desesperación de los políticos por sacar rentabilidad de un drama tan grande como es la muerte de personas por la Covid-19 y de la tragedia de una economía que nos está haciendo más pobres, puede arrastrarnos a una crisis democrática sin precedentes. La desesperación política es a la que verdaderamente debemos de tener miedo. De todas formas no podemos desesperarnos ya que existe en nuestra democracia una vía de participación activa y dinámica a través de las elecciones, y será la ocasión para corregirnos a nosotros mismos.

Precisamos líderes de altura y no personas que solamente se miran a sí mismos, y que no entienden que el progreso de un país es fruto de la paz y de la concordia. La confrontación nos conduce ineludiblemente a la pobreza. Lo escrito, menos mal que cada cuatro años podemos votar y tenemos la confianza que, después de la participación democrática, los políticos que estén sepan sumar. Por esto no es pertinente que nos desesperemos. La desesperación anula la esperanza y, sin ésta, no será posible responder a los problemas que la Covid-19 nos señala en el presente y nos traerá en un futuro próximo.

Sanidad en España
Sanidad en España

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