Me gustó mucho armar con mis amigos Leonardo Grisales y N´kan Fredy, un rompecabezas, que de verdad nos rompió la cabeza. Aprendimos mucho y les comparto:

1. La vida toda es un rompecabezas. Es frecuente que en lucha de cada día encontremos muchas cosas que parecen no cuadrar, no entrar, no adecuarse a lo que queremos: A veces puede ser un defecto o límite personal, otras veces puede ser una persona que piensa y cree distinto, alguna vez una situación que nos reta y nos hace sufrir. y, después, poco a poco, despacito, con mucha paciencia, todas van encontrando su lugar.
2. Todas las piezas van haciendo parte del todo y la unidad y su belleza, las que a veces se mostraban imposibles, se nos van mostrando y, al final, llega la armonía y todo adquiere sentido. Así en la vida, todo y todos van entrando, y esto si tenemos paciencia, si no forzamos las cosas, si intentamos otra vez, si buscamos alternativas, si damos oportunidad a la gente y a las cosas que tendemos a descartar.
3. Para tener éxito hay que empezar uniendo las fichas semejantes: si una ficha es azul no puedo forzarla a que cuadre en la verde; así también en la vida, cuando todo es un caos y nos confundimos, en ahí que necesitamos pegarnos de lo semejante, de los que nos une, y no de lo que nos separa, buscando lo que tenemos en común, no lo que nos distancia.
4. Jugando al rompecabezas viene la tentación de acabar con todo, de no seguir, y esta es la peor salida. En la lucha por un mundo mejor, por un país mejor, perseverar significa renunciar a la violencia, al fanatismo de un mundo arreglado a mi modo... todo y todos tienen derecho a ser diferentes y juntos vamos a encontrar un lugar.
5. El ejercicio del rompecabezas resulta ser muy “católico”: este adjetivo viene del griego y significa "universal": si somos "católicos" somos gente dispuesta a armar rompecabezas, a unir, a trabajar para que nadie quede excluido, para que todos encuentren su lugar, para dar la bienvenida a las diferencias, a que nada nos separe...
6. Nuestro reto era que apareciera la belleza del Monte Pilatos de Suiza y al final, como un regalo por el esfuerzo, pudimos contemplar este don de la naturaleza. En el rompecabezas de la vida habrá que trabajar para que se vea la belleza de este mundo hecho de diversos pueblos, lenguas, religiones, creencias, costumbres…. el mundo es lindo porque es diverso, no porque sea homogéneo, uniformado, tieso en la regla.
7. Nunca nos podemos desesperar: con Leo y Fredy, tomando cada ficha en serio lográbamos superar el caos de fichas regadas; así también, en la vida, aproximándonos a cada persona y cada situación, respetando la alternativa, aceptando la diferencia, tolerando lo que no nos convence... así, iremos armando el rompecabezas apasionante de la historia.
8. Creo que esa realidad que llamamos Dios, sea una realidad muy inteligente y bien intencionada que está armando poco a poco el rompecabezas del universo y que al mismo tiempo está en cada ficha: el todo en la partecita, la partecita en el todo.... y creo que si uno está en Dios pues resulta ayudando en este trabajo de armonía.
9. En este tiempo de fanatismos políticos y religiosos, necesitamos la espiritualidad del rompecabezas. Ese juego simple puede inspirarnos para asegurar futuro a la humanidad.
10. La última cosa por el momento: cada uno ha de armarse a sí mismo, porque también en cada uno hay cosas que no parecen cuadrar, que aparentan feas, que dan vergüenza, que son la sombra... paciencia, hay que aceptar esas cosas, no hay que forzarlas ni negarlas, y encontrarán su lugar en nosotros.... Los que arman el rompecabezas de su propio corazón tienen más posibilidades de ayudar en el rompecabezas del mundo y de la historia.